Háganle un monumento a Puente: el arquero fue el héroe de Quilmes campeón

La tarde soñada para Manuel Puente. El pibe fue el gran protagonista de Quilmes en la definición del Torneo Clausura, se bancó los 90 minutos y en la definición por penales se hizo enorme para atajar tres de los cuatro penales que le patearon y festejar con su gente que estaba atrás enloquecida debajo del cartel electrónico del "José María Minella". El "cervecero" se impuso a Banfield por 3 a 1 desde los 12 pasos tras el empate en cero del tiempo regular.

El "tricolor" hizo unos playoffs inmejorables. Agarró a Cadetes que llegaba en alza y le asestó un 3 a 0 que lo invitó a soñar. Después se sacó de encima, ni más ni menos que al bicampeón Atlético Mar del Plata, que quería que no haya final del año. En el camino apareció el durísimo San Isidro, con todos sus nombres, y lo derrotó con autoridad. Y en la final, aburrida final, los penales decidieron la suerte y en el horizonte vuelve a aparecer el "decano" pero para ir por la estrella absoluta.

El partido fue malo. La presión de una final es inevitable y ninguno de los dos pudo hacer lo que acostumbra. En los choques anteriores, Quilmes supo golpear y definirlo de contra. Banfield, mejor en la fase regular, no mostró tanto juego pero siempre fue sólido. En el Minella, el fútbol estuvo ausente, los mejores de cada uno no tuvieron participación y las situaciones de gol escasearon. 

Así y todo, el "taladro" pudo irse en ventaja al descanso y no hubiera estado mal, porque tuvo las mejores ocasiones. En el complemento, no cambió demasiado. Otra vez pudo romper el cero el equipo de López con un tiro al travesaño, pero la respuesta de Quilmes fue con un mano a mano de Vargas que perdió el duelo con Salvini. El tramo final lo encontró más entero físicamente al "cervecero" pero sin profundidad para ganarlo, y el destino inevitable fueron los penales.

Ahí parecía que, otra vez, "Manu" Salvini se iba a poner el traje de superhéroe en Banfield. Sin embargo, apareció el otro "Manu", Puente, y se robó el protagonismo, atajó tres de gran factura y desató la fiesta. La fiesta de la "cervecza" se adelantó.