Vecinos del sur en alerta por fiestas clandestinas: el dolor de cabeza que intentan evitar esta temporada
El desarrollo de eventos privados clandestinos es una de las grandes preocupaciones de los barrios del sur.
Por Redacción 0223
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Vecinos de los barrios del sur de Mar del Plata manifestaron una fuerte preocupación por el aumento de las fiestas clandestinas, los robos y la falta de una estrategia integral de seguridad, una situación que, aseguran, se agrava con la llegada de la temporada de verano.
En diálogo con Radio Extra (102.1), Cecilia Zampini, presidenta de la Sociedad de Fomento del barrio Acantilados, explicó que durante el último fin de semana se desarticuló una fiesta clandestina de gran magnitud en el barrio Serena, tras la rápida intervención de los vecinos y el uso de los canales de denuncia habilitados por el Municipio. “Estas situaciones marcan claramente que empezó la temporada”, afirmó.
Más allá de ese episodio puntual, Zampini advirtió que el problema es mucho más amplio y afecta a toda la zona sur. “Perdimos lo más valioso que teníamos, que era la tranquilidad. El barrio cambió, creció muchísimo y no hubo planificación ni en seguridad ni en infraestructura para acompañar ese crecimiento”, sostuvo.
Según detalló, si bien actualmente hay “algunos patrulleros más” de la Policía Bonaerense, la presencia resulta insuficiente. Uno de los principales reclamos es la división de la cuadrícula policial, que —según indicó— sigue siendo la misma desde hace 40 años y abarca una extensión enorme, desde la Ruta 11 hasta el Camino Viejo a Miramar.
“La seguridad no se resuelve solo con más patrulleros. Falta iluminación, hay calles en mal estado, zonas sin cámaras y muchos lugares que facilitan el delito”, señaló. En ese sentido, recordó que el último pedido formal de los vecinos fue presentado el 6 de noviembre, sin que hasta el momento hayan recibido respuestas.
En cuanto a los delitos, Zampini aseguró que se registran robos cada vez más violentos y frecuentes: arrebatos en moto, entraderas, robos en la vía pública y ataques en zonas clave como la costa, la colectora y la calle 515. “Es una vía rápida, muy utilizada, pero no tiene una sola cámara. Así como nosotros llegamos rápido, también los delincuentes se escapan rápido”, explicó.
Respecto a las fiestas, indicó que muchas se realizan en casas particulares o viviendas alquiladas, tanto de manera clandestina como bajo habilitaciones formales. “El problema no es solo el ruido: circulan sustancias ilegales y cuando termina la fiesta hay un tránsito totalmente descontrolado, con personas intoxicadas caminando por la ruta, lo que pone en riesgo a todos”, remarcó.
Finalmente, Zampini volvió a reclamar la conformación de una mesa de trabajo integral en seguridad, con participación del Municipio, la Provincia, la Policía y los vecinos. “Esto funcionó en ciudades como Tandil o San Miguel. Acá también podría funcionar si hay voluntad política. Lo que queremos es prevenir, no lamentar después”, concluyó.
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