Tenía 5 años y se le cayó una placa de mármol en la cabeza en los festejos del Mundial: demanda multimillonaria de la familia contra el Municipio
Aseguran que la Comuna es responsable por la falta de mantenimiento del Monumento de Perón de Plaza San Martín. Reclaman 783 millones de pesos por las graves secuelas de por vida en la salud del menor.
Por Redacción 0223
PARA 0223
Todo era algarabía la tarde del 18 de diciembre de 2022 en Plaza San Martín, donde miles y miles de marplatenses se congregaron para festejar la tercera estrella que la Scaloneta acababa de conseguir en una final épica e infartante ante Francia. Pero mientras todo era euforia y éxtasis, en un sector del espacio público la tragedia golpeó la puerta: una placa de mármol se desprendió del Monumento a Juan Domingo Perón y cayó sobre la cabeza de un nene de 5 años. De milagro logró sobrevivir, tras atravesar un paro cardiorrespiratorio, una intervención quirúrgica y una internación en terapia intensiva, aunque sufrió secuelas que lo acompañarán de por vida. Por ello y a más de dos años de aquel episodio, ahora la familia demandó judicialmente a la Municipalidad de General Pueyrredon para obtener un resarcimiento económico que permita no solo recuperar los gastos sanitarios, sino también para que el niño pueda afrontar sin complicaciones en lo monetario una vida que le deparará importantes restricciones por las consecuencias en su salud.
La causa la tramita el Juzgado en lo Contencioso Administrativo N°1 de Mar del Plata, a cargo de Simón Isacch, ante quien los padres del menor que tenía 5 años al momento del hecho responsabilizan al Municipio por la falta de mantenimiento y conservación del monumento, lo que se conoce técnicamente como “falta de servicio”. Aseguran que si la Comuna hubiera cumplido con su deber, el desmoronamiento nunca hubiera ocurrido, por lo que reclaman una indemnización de 728 millones por los daños causados.
El hecho había tenido una amplia cobertura periodística por aquellos días, pero sin embargo ahora se conocen detalles estremecedores sobre la situación del menor, que sobrevivió de milagro y gracias a la urgente asistencia médica. Según se relata en la demanda a la que accedió 0223, aquella tarde de domingo el niño y su hermano de 11 años se ubicaron junto a su familia en el interior del Monumento a Perón para resguardarse de la multitud que festejaba el título mundial, a donde accedieron ya que la puerta estaba abierta. Fue allí donde se desprendió una de las paredes del monolito, conformada por una placa de mármol de aproximadamente un metro cuadrado, cayendo sobre el más chico de los hermanos.
En estado de inconsciencia fue llevado hasta una posta sanitaria ubicada en Mitre y San Martín, donde le dieron los primeros auxilios y lo trasladaron al Hospital Materno Infantil con asistencia respiratoria. En el camino sufrió un paro cardiorrespiratorio del cual se sobrepuso, aunque una vez ingresado al nosocomio su cuadro volvió a empeorar, debiendo ser intubado y alojado en terapia intensiva. Al presentar inflamación craneal y sangrado, lo operaron para instalarle a través del cráneo un sensor PIC (monitoreo de la presión intracraneal) con el objeto de favorecer su drenaje.
A raíz del accidente se constató que el niño había sufrido politraumatismos, traumatismo de cráneo grave con fractura temporo occipital derecho, HEO laminar con hemorragia leve y contusión pulmonar. Luego de tres días en terapia intensiva y evolucionar favorablemente, fue trasladado a sala, donde permaneció otros cinco días, siendo dado de alta el 26 de diciembre.
Si bien se especulaba con darle de alta en mayo de 2023, a la fecha aún no la recibió a raíz de los cuadros convulsivos que le sucedieron y por el cual fue internado en abril de 2023. Los episodios se repitieron en octubre y noviembre de ese año, con nuevas internaciones. Tras ello, los médicos le diagnosticaron una epilepsia que lo acompañará de por vida, como consecuencia del traumatismo de cráneo.
“El Municipio resulta responsable”
En su demanda, la familia sostiene que el desmoronamiento de la placa de mármol se debió a la falta de servicio de la Comuna, por lo que es civilmente responsable de lo sucedido. “La entidad estatal, de haber arbitrado los medios de seguridad necesarios en su gestión al controlar y revisar que las paredes del monolito se encontraban despegadas, hubiese evitado el perjuicio de las irreversibles lesiones”, sostuvo.
“La falta de servicio se configura por el funcionamiento anormal, defectuoso o incorrecto de la administración pública. Ésta se puede producir tanto por acción como por omisión, por actos de alcance individual o general, o por operaciones materiales de los agentes estatales”, añadió. Sobre el hecho puntual, “el monumento se encuentra con un cerco perimetral de baja altura, donde tiene una pequeña puerta de reja, que se encontraba abierta, motivo por el cual los niños fácilmente entraron al perímetro”. Asimismo, “la placa de mármol se encontraba floja, motivo por el cual se desprendió del monumento y cayó sobre el niño, confirmando en forma directa la relación de causalidad existente entre la caída de la mampostería y el grave daño causado. El municipio resulta responsable por los daños y perjuicios ocasionados”.
Por todo ello, los demandantes reclaman una indemnización de 728 millones de pesos más intereses debido a los diversos daños causados. Por un lado, el daño físico y psíquico sobre el menor, tanto por las lesiones sufridas como por las secuelas crónicas. “Las lesiones sufridas repercuten de diversas formas en la vida diaria ya que sufre de fuertes dolores de cabeza, rigidez, entumecimiento y tensión muscular, hormigueo e imposibilidad de efectuar movimientos. Todo ello le afecta tanto en el ámbito familiar como escolar y social”, apuntaron.
Las lesiones le provocaron una incapacidad parcial y permanente del 35%, lo que “hace que sea imposibilidad en el futuro de desenvolverse normalmente”, afectando también su inserción social al verse limitado para realizar diversas actividades. “A raíz del accidente sufrido se puede afirmar que ha quedado disminuido en forma permanente en sus aptitudes psíquicas. No es el mismo niño alegre y vivaz que era antes del accidente, sus facciones demuestran en forma permanente su dolor, angustia, fatiga y desgano por realizar sus tareas habituales”, se lamentaron.
A esto se suma el daño moral y daño emergente sobre gastos médicos y farmacéuticos pasados y futuros. Por caso, el menor debe medicarse de por vida con levetiracetam, que tiene un costo de $185 mil por cada frasco que le dura un mes. “Las lesiones sufridas ocasionaron que en el futuro no pueda trabajar y, por lo tanto, dificulta la probabilidad de que lo contraten en el futuro”, ejemplificaron sobre las dificultades que tendrá para generar sus propios ingresos en su vida adulta.
Tras recibir la demanda, el juez Isacch le dio traslado a la Municipalidad para que la conteste, dándole un plazo de 45 días. A partir de allí comenzarán las primeras diligencias para determinar si existieron responsabilidades del Estado en el lamentable hecho.
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