Bajo la consigna del “Todo por amor, pero no todo”
Luis Novaresio ingresó al mundo de la ficción a través de su novela Todo por amor, pero no todo (Sudamericana – 2024). Un proyecto literario que le llevó más de 20 años y en el que combina temas como el amor, la libertad, la fuerza del diálogo y el valor de la pregunta.
Hace un tiempo, el propio Luis Novaresio contó a 0223 que la idea primigenia del encuentro de amigos en el curso de filosofía proviene de su propia experiencia en uno que dictaba el pensador José Pablo Feinmann. De ahí tomó aquello del intercambio y, sobre todo, la figura de la mediática profesora Berta Orlás. Para el resto, los otros cinco personajes y sus inquietudes sobre el amor y el desamor, el autor partió de la vida misma. Es así que Uno, Ana, Eva, Gerardo y Lourdes pasan un año juntos en las clases de Orlás y repasan sus vidas y sus deseos con el telón de fondo de los grandes pensadores griegos y el aporte de Freud.
Pero para darle lugar a esta instancia, la historia necesita de algo fundamental: el diálogo. Algo que no solo tiene importancia para la filosofía, sino también para sobrellevar las situaciones de pareja o de conflictos en vínculos. El propio Novaresio agregó en su momento: “Estoy pensando que bien podría decirse que la novela es bien mayéutica. Es cierto, hay una cosa del diálogo y de aquello que decía Platón sobre Sócrates, sobre su inspiración en su mamá, que era partera, y que él ayudaba a dar a luz el conocimiento que ya estaba en uno. Me parece que hay un poco de eso en los personajes, en el diálogo, en la contradicción, en los enfrentamientos de Uno y Lourdes, en el de Ana y Uno o en la propia Eva interpelada por la profesora. Creo que hay un tributo a la mayéutica ahí.”
Los amores que se plantean durante la historia conducen inevitablemente hacia la pregunta por el “para siempre”. ¿Es posible que todos y todas experimenten en algún momento de la vida una sensación como esta? Novaresio responde: “No, no llegan. Yo creo que hay poca toma de riesgo, porque es un riesgo atreverse a esto. Hay, me parece, no estoy muy seguro, pero la enorme mayoría habitamos el mundo de la comodidad sabida, porque puede ser rutinario, pero es lo que te descansa. Lo otro no tiene satisfacción garantizada, la pregunta, el arriesgarte, no es satisfacción garantizada o le devolvemos su precio…”.
Arriesgarse. Decidir dar el paso. Al final de cuentas, todo deviene en las decisiones. Como cuenta la propia historia: “Por eso, mis estimados, es que estoy convencida de que la felicidad, como decía Sartre, no es hacer lo que uno quiere, sino querer lo que uno hace. Orlás se paró en el centro del escenario y pidió en voz alta al responsable técnico que diera toda la luz posible a la sala (…) Hay una corriente contemporánea que impone un deseo sintético, de fabricación industrial, inalcanzable, una especie de teléfono de última generación que, con solo mencionarlo, ya queda viejo por la aparición del próximo modelo y que nubla toda posibilidad de disfrutar lo que se tiene. Crea como un vacío voraz de querer más, como ofrecen otros modelos que, de hecho, serán inalcanzables. Una hermosa zanahoria que nunca se probará para sostener una angustia idiota. Es hora de que sepamos, también, que tenemos la chance de reconocer, desde los hermosos pensadores que hemos visto aquí como Descartes, Montaigne, los sofistas, los cínicos y, claro, mis amados existencialistas, que no somos más que nuestras decisiones. —Somos lo que somos por nuestras decisiones —repitió la profesora. —¿Incluso las decisiones erradas? —La voz de Eva retumbó en el auditorio del Club Jordania (…) —Especialmente con las decisiones erradas, mi querida Eva.”
(*) Luis Novaresio será parte del Festival Penguin Libros – Mar del Plata 2025. En su presentación, conversará con el periodista Federico Bruno sobre su novela Todo por amor, pero no todo el próximo jueves 6 de febrero a las 19 en el Centro Cultural Victoria Ocampo, conocido como Villa Victoria.
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