El ladrón que mataron en Los Troncos había sido condenado por asesinar a un interno en la cárcel

El delincuente de 26 años que murió cuando intentó asaltar a un jubilado en el barrio Los Troncos y que tenía dos pedidos de capturas activo por robo a viviendas había sido condenado durante un juicio abreviado por el crimen de su compañero de celda en la Unidad Penal N°15 en mayo de 2018. Al considerar que Ulises Segovia actuó con exceso de legítima defensa, las partes acordaron una pena de tres años de prisión.  

Según el acuerdo que las partes presentaron en noviembre de 2019 en el Tribunal Oral en lo Criminal N°1, el hecho se registró en la celda 8 del pabellón 8 cuando Pablo Cordero despertó a empujones con un elemento punzante en la mano a Segovia para echarlo de la celda mientras le tiraba puñaladas por la panza, a la altura de la cintura.

Segovia denunció que se le tiró encima, forcejearon con el cuchillo hasta que se cayeron al piso y en esa defensa le dio dos puñaladas pero que nunca lo quiso lastimar. El arma con la que lo atacó Cordero era una chapa de casi cuarenta centímetros y que él tenía un cuchillo que usaba para cocinar.

En virtud de lo acordado por las partes, el Juez Facundo Gómez Urso condenó a Ulises Fabián Segovia como autor del delito de homicidio simple con exceso en la legítima defensa a la pena pactada por las partes de tres años de prisión de efectivo cumplimiento y costas del proceso más la declaración de reincidencia. El magistrado unificó la misma con la impuesta anteriormente y dictó una pena única de cuatro años y seis meses de prisión.

Luego de cumplir la misma, Segovia no se alejó de las actividades delictivas como demostraron los dos pedidos de captura que tenía activos al momento de caer muerto de dos balazos en la vivienda de Pellegrini y Alvarado. Tal como adelantó 0223, estaba imputado por dos robos agravados bajo la modalidad entradera cometidos a fines de 2023 y en enero de 2024: en ambas causas el fiscal Mariano Moyano ya había solicitado su detención.

Si bien en el marco de una de esas causas se habían realizado escuchas telefónicas que permitían inferir el domicilio donde habitaba, no pudo ser hallado durante los allanamientos y quedó en calidad de prófugo. El cotejo de sus huellas dactilares permitió, gracias a sus reiterados conflictos con la ley, su identificación.

Segovia recibió dos disparos de arma de fuego tras forcejear con el jubilado dueño de la casa a la que ingresó tras forzar una reja y una ventana. El informe preliminar de autopsia confirmó que la causa de muerte fue una hemorragia por el pase de uno de los proyectiles.