Regresaron los científicos del Conicet: “Sin una inversión durante mucho tiempo del Estado, esto no lo hubiesen podido ver”
Florencia Matusevich, Emiliano Ocampo, Nahuel Farías, y Ezequiel Mabragaña hablaron con 0223 y dejaron sus experiencias acerca de la fabulosa expedición. Recordamos las mejores imágenes del cañón submarino en Mar del Plata.
Por Redacción 0223
PARA 0223
Durante los primeros días de agosto la campaña de exploración del cañón submarino Mar del Plata dejó imágenes sorprendentes de la biodiversidad en las profundidades del mar y atrajo a millones de personas frente a las pantallas con las transmisiones en vivo.
Esta semana llegaron los científicos marplatenses y hablaron con 0223 sobre su magnífica experiencia , el impacto de su trabajo y el futuro de la investigación.
-¿Cómo ha sido el reencuentro con la vida terrestre después de una experiencia inolvidable?
- (Florencia Matusevich) Y la verdad que muy raro, no esperaba tener tanta repercusión en los medios, así que mi vida está un poco patas para arriba en este momento, pero contenta de estar acá. Y empezó como algunas de las primeras noches a aumentar la cantidad de personas que veían el vivo y empezamos a jugar un poco con eso y después en un momento nos dimos cuenta que estaba creciendo más de lo que habíamos esperado y ahí empezamos a acomodarnos también a lo que podíamos decir y cómo lo íbamos a plantear, como un poco más dirigida entonces.
- Y tuvo un crecimiento exponencial…
- Sí, la verdad que sí, en la primera semana decían, bueno, quizás llegamos a 5 mil el fin de semana y era jueves y ya había más de 9 mil personas viendo. Unas 92 mil personas en vivo fue el máximo que tuvimos y después como creo que 17 millones de personas vieron los videos en total, o sea, entre todos los videos.
- ¿Qué decía la gente de Falkor II, de Smith Ocean, cuando veían esa explosión? Porque los vivos anteriores que tenía este barco no llegaban y no tenían tanta cantidad de vistas
-(Emiliano Ocampo) Sí, tal cual, fue mucho más abundante, digamos. La gente que se copó, que estuvo ahí del otro lado con la curiosidad y con distintas edades del otro lado, distintos tipos de formación. Entonces, fue muy lindo, muy rico. Y la gente del Falkor estaba sorprendida. Pensá que en el Falkor tenés técnicos, ingenieros y la gente que está trabajando en comunicación viene trabajando muy fuerte y está muy formada, cosa que nosotros no. Y ellos nos preguntaban a nosotros, bueno, ¿qué es lo que están haciendo distinto para tener tanta visibilidad? A lo cual nosotros no teníamos una respuesta. Creo que fue una cosa que, tal vez el caldo de cultivo fue que, bueno, que lo levantaron algunos medios, que en Twitter fuimos tendencia en algún momento y que es Argentina, ¿no? Con todo lo que eso implica, fanatismo y la gente siempre que, enganchándose por demás.
-¿Puede haber sido porque si bien todos hemos visto un documental, este se hizo a lo argento?
- Sí, seguramente. Hay un poco de todo. El interés genuino por la ciencia, el tema de tener algo que estás viendo que no está guionado, que no está preparado y que está la espontaneidad y toda la ilusión de los científicos del otro lado, que no somos, como te decía hoy, comunicadores, sino que estamos expresándonos como podemos, sin una preparación, ese tipo de cosas. Y ver también un fondo tan desconocido, tanto para nosotros, que nos maravillaba en vivo, como para la gente que lo estaba viendo.
-¿La reacción de la gente y la reacción de ustedes mismos crees que generaba una empatía particular que hizo que esto explotara como explotó?
-Sí, me parece. Hemos pensado mucho qué es lo que estaba pasando porque no entendíamos bien. Y una de las cosas que creo que son, son muchos componentes, pero uno creo que ha sido justamente esa especie de intimidad que se fue creando con la gente que estaba ahí, por lo menos la gente que estaba en la parte del misión control, del lugar donde se operaba. Ese susurro, esa cosa que era una cosa medio íntima, yo creo que poder estar en la cocina de eso era, hacía que la gente participara un poco como de la expedición, de la ciencia.
- En cuanto a lo científico, ¿qué sensación te lleva? ¿Qué hay para estudiar de ahora en adelante? ¿Cuál fue la sensación de ver este mundo oculto para la gran mayoría de las personas?
-En principio, bueno, desde el punto de vista científico, particularmente sorpresa, más allá de lo que ya esperábamos. Esperábamos ver algo así, pero no tan estructurado, un ambiente tan rico en ese sentido. Desde el punto de vista ya más humano, la verdad que creo que lo habíamos hablado ya también con los chicos, una sensación de estar viendo una parte del territorio que estaba sin descubrir. Eso es más fuerte. No, esto que por ahí, en cada inmersión lo que se, la variante era la profundidad y nos movíamos muy poco en sentido horizontal. Y es increíble, o sea, como la profundidad no estructura tanto y cambia tanto la diversidad. Entonces, en un lugar, en una profundidad de mil metros, veíamos un paisaje y a mil cien metros ya nos encontrábamos con una cosa que era completamente distinta. O sea, como de ver una selva, a ver un bosque, a ver un desierto. Y eso creo que fue fascinante y que lo que generaba es como una expectativa de qué va a pasar ahora, ¿no? Y por eso la gente también se fue sumando.
- Ya hablamos de más o menos un poco todo lo que fue la reacción y la cantidad de vistas. Ahora te pido una mirada más desde lo académico, con respecto a lo que vieron allí abajo.
-(Nahuel Farías) Mirá, desde ese punto de vista, la verdad que integró mucha de la información que teníamos desde 2012-2013, que habíamos tenido las campañas con el Puerto Deseado de Conicet, en la cual habíamos simplemente obtenido información con rastras y redes, es decir, muestras de organismos. Pero no sabíamos cómo era el ambiente, cómo estaba estructurado, cómo estaban relacionadas las especies. Y de hecho, las distintas, las 17 inmersiones que tuvimos en esos días, nos hicieron ver un mundo completamente nuevo para nosotros, en cuanto a interrelación de especies. De hecho, muchas de las especies que vimos en estas inmersiones, no las habíamos registrado anteriormente. Porque obviamente no se habían podido capturar con los medios tradicionales. Con lo cual, hay mucho trabajo, más allá de lo educativo, de la divulgación, de lo que implicó para los medios, mucho trabajo científico por delante en la descripción de esas especies. Muchas van a ser nuevas para la ciencia, muchos van a ser nuevos registros para el Atlántico Sudoccidental, que realmente no lo teníamos documentado. Hay una riqueza en ese fondo, en ese fondo del Tarud, que es realmente impresionante. Eso que el Mar Argentino se viene estudiando desde hace muchísimo tiempo, digamos, de finales del siglo XIX, que comenzaron las primeras expediciones, y sobre todo, a partir de mediados de los 70, que hubo una explosión, en lo cual lo que fue, las investigaciones marinas de nuestro mar. Y siguió, por supuesto. Pero ahora, todo lo que faltaba, era el conocimiento de nuestro mar profundo. El talud continental, que gracias a estas expediciones, nos permite conocer más lo que es nuestro país.
--El tema de la coyuntura, el tema CONICET sí, CONICET no, expediciones que buscan petróleo, expediciones que hacen ciencia, cuán compatible es todo, cuán incompatible es. Cuál es la mirada que tienen ustedes.
-Mirá, sí, de lo que te podemos contar, porque nosotros vivimos lo mismo que vivieron y que viven nuestros colegas que están en el resto del país. De hecho, nosotros volvemos acá a nuestros lugares de trabajo, y estamos en la misma situación que antes. O sea, vivimos una expedición que fue impresionante, con una tecnología de punta, que se logró gracias a que, durante mucho tiempo, mucha gente se formó, por inversión que hubo por parte del Estado, para que los científicos llegasen a ser investigadores, profesionales y demás. Si nosotros no hubiésemos podido participar de esta expedición, y no hubiese podido tener el resto de la gente, todos los que pudieron apreciar todo esto, no lo hubiesen podido ver. Eso es gracias a que hubo una gran preocupación durante mucho tiempo, de que la ciencia era importante y que era importante formar gente. Es lo mismo de acá en adelante, si uno quiere sacarle provecho a todo esto, es importante la formación, el papel de las universidades, con lo cual volvemos, y la situación obviamente es compleja, muy compleja a nivel científico, a nivel educativo, además de otros niveles. Pero en lo que concierne a nosotros, creo que es importante que la sociedad vea que esto va a poder seguir sacando frutos si es que hay una inversión a largo plazo que trascienda el tiempo, que sea algo continuo en el tiempo. Si no, va a ser imposible.
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