"Mi mami apañaba todo y se reía": consintió el abuso en manada de sus seis hijas a manos de sus familiares
La mujer fue condenada por las violaciones que perpetraban su pareja, sus seis hermanos y cuatro sobrinos, pero ahora resultó absuelta porque se consideró que obró coaccionada.
Por Redacción 0223
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Un tribunal absolvió ayer a una mujer del departamento Juan Felipe Ibarra, dentro de la provincia de Santiago del Estero, que había sido condenada en 2021 por consentir los abusos sexuales en manada de dos de sus seis hijas: el delito que fue atribuido a su concubino, sus seis hermanos y cuatro sobrinos. El fallo benefició a Ana María Lejido, condenada a 8 años de prisión el 17 de noviembre del 2021.
Los cargos por los que había recibido el castigo fueron "partícipe necesario" del delito "abuso sexual con acceso carnal reiterado y agravado en perjuicio de dos menores". Sin embargo, en Cámara Gesell se subrayaron los abusos de las seis pequeñas, de 15, 13, 12, 10, 8 y 7 años. La mujer había iniciado en 2010 una convivencia con Belindo Ariel Orellana, con quien tuvo cuatro niñas.
A la vez, criaba a dos más de una relación anterior. En escasos siete meses, el sujeto violó a la mayor de sus dos hijastras, entre los 10 y 16 años. En ese contexto, incluyó en el aberrante acto a seis hermanos y cuatro sobrinos para padecimiento de las chicas y hasta de sus propias hijas biológicas. Aún así, todo se precipitó en junio del 2017.
En aquella oportunidad tres hermanas huyeron de su casa, caminaron 10 kilómetros y requirieron socorro a una tía paterna. Allí, relataron que las abusaba su padrastro, sus hermanos y los sobrinos. Luego, remataron enfáticas: "Mi mamá apañaba todo". Las víctimas fueron tajantes: "Mi padrastro me abusaba. Mi mami se reía y les gritaba: viólenlas", señaló la de 15 años, que fue madre a los 13.
"Se las pasaban de mano en mano a mis hermanas; las violaban, pero antes las manoseaban como querían", acotó. Después, la de 13 ahondó ante la Justicia que las encerraban y ultrajaban. "Mi vieja se cagaba de risa y las que no se dejaban eran encerradas en el corral de las cabras", profundizó. Las otras hijas, pequeñas, manifestaron que era natural ser manoseadas por el clan Orellana.
Pese a todo, la Justicia puso el foco en la explicación de la defensa de Lejido, que sufría de "violencia de género" por parte de su pareja y de quien, según sus representantes legales, "no se explicó de manera clara cuál fue su aporte esencial". Así, el magistrado consideró que ella obró "violentada por una fuerza física irresistible o amenazas de sufrir un mal grave o inminente", por lo que fue absuelta.
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