Camino hacia un nuevo Concejo Deliberante: mayoría oficialista en riesgo y alianzas en reelaboración

El gobierno pone en juego la mayoría que usufructuó los dos últimos años. Se reconfigura el oficialismo, pero es incierto su alcance. La oposición, aún más dividida.

Barajar y dar de nuevo: el Concejo Deliberante se enfrenta a una fuerte reconfiguración interna tras los resultados de las elecciones.

2 de Septiembre de 2025 20:40

La alianza entre el Pro y La Libertad Avanza, y la futura salida del radicalismo del esquema de gobierno que imperó en General Pueyrredon desde 2019 marcarán una nueva etapa en el Concejo Deliberante de General Pueyrredon a partir del 10 de diciembre, con un mapa de alianzas en reelaboración y la incógnita sobre si el nuevo oficialismo podrá sostener la mayoría.

La unidad a la que llegaron amarillos y libertarios emerge como el principal elemento del nuevo período, desplazando a la UCR como el principal aliado del gobierno hasta ahora en manos de Guillermo Montenegro y que ahora tendrá continuidad con Agustín Neme, debido a la partida del intendente al cargo de senador bonaerense.

Será clave para que el gobierno tenga un tránsito ameno de aquí a las elecciones ejecutivas de 2027 el mantener la mayoría en el Concejo Deliberante. Son cinco las bancas que retienen entre el Pro y LLA, dúo al que se suma la Coalición Cívica, que en Mar del Plata se mantiene dentro de la alianza de derecha, mientras que a nivel provincial integra el frente Somos. Necesitará ganar ocho de las doce bancas en juego el 7 de septiembre para retener la mayoría, algo complejo pero no imposible: Juntos por el Cambio ya lo logró en 2021, cuando justamente Fernanda Raverta y Gustavo Pulti presentaron listas por separado.

El radicalismo presidió el Concejo Deliberante durante los seis años de Montenegro. Ahora los libertarios reclamarán ese lugar.

El sistema D´Hont para el reparto de bancas favorece las posibilidades de la lista ganadora ante la fragmentación opositora. También premia a las listas mayoritarias, al exigir superar el umbral del 8,33% (porcentaje que surge de dividir las 12 bancas en juego por 100) para ingresar al mecanismo de reparto de bancas. Será fundamental para las aspiraciones del gobierno no solo sacar un alto número de votos propios, sino que no haya tercera o cuarta fuerza que pasen esa barrera, como aspiran a hacerlo Acción Marplatense y Nuevos Aires, el espacio que impulsan los radicales en la ciudad.

Es la diferencia abismal que hubo entre 2021 y 2023. En la primera el oficialismo obtuvo ocho bancas con el 46,7% de los votos, cayendo a cinco bancas en 2023 con el 41,2%; con el elemento fundamental que en 2021 solo hubo reparto de bancas con el Frente de Todos, mientras que hace dos años se coló La Libertad Avanza. Un solo dato rubrica la dificultad: desde el retorno a la democracia, solo una vez una lista obtuvo ocho concejales cuando una tercera fuerza superó el umbral, cuando La Alianza arrasó en 1999 con el 61% de la reelección de Elio Aprile. No hay antecedentes de este tipo cuando la repartija fue entre cuatro listas.

De no llegar a ese objetivo y quedarse en siete bancas, los antecedente marcan que a La Libertad Avanza/Pro le correspondería la Presidencia del Concejo Deliberante -lugar que los libertarios reclamarán como propio- y con ello podrá desempatar votaciones a su favor ante eventuales 12 a 12. Sin embargo, debería resignar la mayoría en algunas comisiones, allí donde se cocinan las ordenanzas, pero también donde se incineran. Ya en su primer gobierno Montenegro debió lidiar con comisiones opositoras donde se frenaron algunos de sus proyectos.

Todo resultado por debajo de los siete escaños hará imprescindible el aporte de los dos concejales que mantendrá la UCR, bloque al que se podrían sumar más bancas si los electores así lo deciden este domingo. El líder de los radicales, el senador Maximiliano Abad, ya clarificó una retirada de su sector del gobierno cuando se vaya Montenegro, aunque el vínculo dependerá y mucho de la relevancia legislativa que tenga su bloque.

Agustín Neme dejará la presidencia del bloque Pro para asumir la intendencia.

 

El rompecabezas opositor

Por el lado de la oposición, la ruptura de Fuerza Patria no hará más que ratificar lo que viene ocurriendo desde 2023, donde luego de ir unificados a elecciones cada sector armó su propio bloque, casi sin diálogo entre ellos. En la lista apañada por Fernanda Raverta, el kirchnerismo mantiene dos bancas y debe renovar tres, mientras que el Frente Renovador mantiene una y renueva la misma cantidad. Precisamente esa es la composición interna de la lista encabezada por Mariana Cuesta, donde el Frente Renovador aparece en tercer lugar con Solange Flores.

En Acción Marplatense, de conseguir bancas, todo será ganancia: su bloque sólo tiene dos concejales electos en 2023, dado que en 2021 no llegó al piso del 8,33% y se quedó fuera del reparto. La eventual composición del bloque también le dará protagonismo por la relevancia de los nombres propios: si Gustavo Pulti finalmente renuncia a su cargo de diputado provincial y asume como concejal será la primera vez desde el retorno democrático que un exintendente se muda al legislativo municipal.

El mapa de la oposición buscarán complejizarlo aún más otras listas con aspiraciones a asomarse al 8,33%, escenario más dificultoso sin PASO mediante, lo que genera que el electorado se reparta entre más opciones. El Frente de Izquierda con Rosa Mauregui, El Nuevo MAS con Laura Gómez y Sentido Común Marplatense con Rodolfo Manino Iriart son algunos de los que piden pista.