La trágica historia de un ex San Lorenzo: de ser el “nuevo Tevez” a prisión perpetua por homicidio

El exdelantero que ilusionaba en las Inferiores del Ciclón terminó con una condena firme a los 28 años por un crimen en La Matanza.

El exdelantero que ilusionaba en las Inferiores del Ciclón terminó con una condena firme a los 28 años por un crimen en La Matanza.

23 de Septiembre de 2025 14:39

Por Redacción 0223

PARA 0223

La historia de Lautaro Iván Carrachino es una de las más tristes que dejó el fútbol argentino en los últimos años. A los 19 firmó su primer contrato profesional con San Lorenzo, tras destacarse en las Divisiones Inferiores con cifras goleadoras que lo proyectaban como futuro crack. Sin embargo, su carrera se apagó antes de despegar y a los 28 años enfrenta una condena de prisión perpetua por homicidio agravado.

Criado en Ciudad Evita, Carrachino había llegado al Ciclón en 2006 y rápidamente llamó la atención de sus entrenadores. Sus cualidades como delantero potente y goleador lo llevaron a ser comparado con Carlos Tevez, incluso generando interés de allegados al entorno del Apache. Para el club de Boedo representaba una joya en formación, con 41 goles en 62 partidos juveniles.

Pero su vida fuera de las canchas comenzó a desviar el rumbo. Ya en 2014, con apenas 17 años, estuvo involucrado en una causa por homicidio, de la que resultó sobreseído. Ese fue el primer indicio de que su camino podía torcerse. Con el tiempo, las malas compañías y los problemas personales terminaron alejándolo del fútbol profesional, hasta que en 2018 dejó el club y pasó a préstamo a Almagro, donde apenas sumó minutos.

El quiebre definitivo llegó en enero de 2020, cuando participó en un ataque armado en La Matanza que derivó en la muerte de un hombre. Carrachino estuvo prófugo durante diez meses hasta que fue detenido en octubre de ese mismo año. En septiembre de 2023, el Tribunal Oral en lo Criminal 4 de La Matanza lo condenó a prisión perpetua por homicidio agravado.

En su momento, entrenadores y dirigentes de San Lorenzo intentaron contenerlo: lo acompañaron psicológicamente, le dieron un departamento para alejarlo de los barrios más peligrosos y hasta lo respaldaron públicamente en las causas previas. Sin embargo, quienes lo conocieron admiten que fue imposible cambiar un destino que parecía marcado.

Hoy, Carrachino permanece alojado en el Servicio Penitenciario Bonaerense, cumpliendo una pena firme que lo tendrá tras las rejas al menos 35 años antes de acceder a la libertad condicional. Su caso es recordado en Boedo como un contraste doloroso: el de un juvenil que pasó de ser la gran promesa del club a quedar en los diarios por un crimen brutal que truncó su vida y su carrera futbolística.