Boca Juniors de luto: el ex arquero del club que falleció en una trágica circunstancia

Este domingo se conoció la triste noticia del fallecimiento de Carlos Silva, ex arquero de Boca Juniors, quien sufrió una descompensación mientras manejaba su auto y terminó protagonizando un fatal accidente camino a Brandsen. El ex futbolista uruguayo, que también fue ayudante de César Luis Menotti en Rosario Central, tenía 60 años y dejó una huella marcada en distintos clubes del fútbol argentino.

De acuerdo al parte policial, el vehículo que conducía Silva zigzagueó sobre la ruta antes de impactar con otro auto, lo que terminó desencadenando la tragedia. Pese a los intentos de asistencia, nada pudo hacerse para salvar su vida. La noticia rápidamente generó conmoción en el ambiente del fútbol argentino, donde muchos colegas y ex compañeros lo recordaron con afecto.

Según contaron amigos cercanos, Silva viajaba hacia la costa atlántica con el objetivo de escriturar una casa que se estaba construyendo, un proyecto personal que finalmente no pudo concretar. La noticia golpeó fuerte no solo a quienes lo conocieron en lo futbolístico, sino también a su círculo íntimo, que lo describió como una persona generosa y siempre ligada al deporte.

Nacido el 1 de diciembre de 1964 en Montevideo, Silva hizo prácticamente toda su carrera profesional en Argentina. Debutó en Deportivo Morón, donde consiguió el ascenso al entonces Nacional B en 1990. Posteriormente defendió los arcos de Quilmes, Argentinos Juniors y Boca Juniors, además de otros equipos que lo vieron crecer como profesional.

En Boca, Silva llegó en 1993 y, aunque no tuvo la oportunidad de consolidarse como titular debido a la presencia de Carlos Fernando Navarro Montoya, disputó dos amistosos con la camiseta azul y oro en 1995. Entre ellos se destaca un Superclásico de verano frente a River y un duelo ante Vélez, que forman parte de su breve pero recordado paso por el club de la Ribera.

Tras su retiro en 2002, Silva continuó vinculado al fútbol desde el cuerpo técnico. Fue ayudante de Menotti en Rosario Central y también trabajó junto a Ángel Cappa, entrenando arqueros. Su figura, siempre asociada a la pasión por el fútbol, hoy es recordada con respeto y tristeza por toda la familia del deporte argentino.