Aldrey, Pulti y la doble moral
El empresario multimedial Florencio Aldrey Iglesias ataca a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. El intendente municipal, Gustavo Pulti, protege al empresario. El empresario lo protege a él. Una historia sin fin del “hoy por ti, mañana por mí”, y en el medio una Mar del Plata bajo la lógica corporativista del neoliberalismo.
“Una lee todos los días mentiras varias. Personajes variopintos. Inventando y difamando a sabiendas sin que se les mueva un pelo. Pero esto es demasiado”. Mediante esta frase, que se pudo leer el pasado 16 de mayo en su cuenta oficial de la red social Twitter, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner manifestaba su enojo por un artículo publicado en el diario La Prensa.
En la nota en cuestión, se expresaba que el juez Guillermo Atencio había recibido la visita de una secretaria privada de la presidenta con el objetivo de disculparse en nombre suyo por “el entredicho que mantuvieron” en relación a la cantidad de víctimas fatales que dejó la última inundación de la ciudad de La Plata. Situación que la presidenta en persona desmintió por completo.
Cabe recordar que el diario La Prensa, de tirada nacional, es propiedad del empresario Florencio Aldrey Iglesias, el mismo que dirige en nuestra ciudad el multimedios La Capital. Y que a su vez es el mismo empresario que se ha visto beneficiado por innumerables decisiones tomadas por el intendente Gustavo Pulti y el Ejecutivo municipal.
A modo de ilustración, algunas de estas decisiones de carácter por lo menos dudoso fueron:
· La adjudicación a la firma de Aldrey Iglesias para la construcción de un shopping –emprendimiento privado y comercial- en el predio de la vieja terminal de colectivos, que el estado nacional había transferido al gobierno municipal con la indicación específica de crear un proyecto de índole netamente pública y cultural.
· El permiso, por vía de excepción, para la construcción de las Torres Pelli a través de la inmobiliaria de su propiedad, que claramente viola todas las normas habidas y por haber. Y que además en principio preveía una compensación urbanística de u$s 600 mil, pero en el transcurso de un cuarto intermedio de media hora en la sesión del Concejo Deliberante donde se trataba su aprobación, se pasó a una compensación de u$s 2,5 millones.
·La compra por parte del municipio del predio propiedad de “Difusoras Austral” –también de Aldrey Iglesias- por la suma de $1,8 millones –luego de que el contador municipal lo tasara en $900 mil- después de que la firma iniciara un juicio aduciendo que el predio de la basura, vecino a su terreno, había provocado que se le pudriera la antena radial.
· El reciente permiso, nuevamente por vía de excepción, para la construcción de edificios en la zona de Punta Mogotes que no cumplen con los códigos de ordenamiento territorial.
· La falta de adecuación del canon que paga la firma "Hermitage SA", también propiedad de Aldrey Iglesias, por los paseos Hermitage y Las Toscas luego de la instalación del Casino del Mar. Por la explotación de 1500 unidades de sombra, 248 cocheras cubiertas, 3070 m2 de locales comerciales y gastronómicos, 7500 m2 de anfiteatro y el casino, paga la módica suma de $300 diarios. Además, la inversión que la empresa realizó en esos espacios desde que se le entregó la concesión –por una suma de u$s 10.8 millones-, se le devolvió íntegramente en desgravación de impuestos de tasas municipales.
· La falta de exigencia a la firma Cablevisión, socia de La Capital Cable, de cumplir con la ordenanza que obliga a soterrar el cableado, así como tampoco se le exige pagar las multas por no haberlo hecho desde la promulgación de dicha ordenanza en el año 2007.
Ahora bien, como ya lo dice el dicho, “favor con favor se paga”, y con la sola lectura de algunos artículos publicados en el diario La Capital de Mar del Plata, queda a las claras de qué manera el empresario devuelve a la gestión municipal los beneficios que esta le otorga. Duras críticas a las figuras opositoras del intendente Pulti, basadas en burdos inventos y exageraciones, además de abundante propaganda política disfrazada de “noticias”, siempre por supuesto, a favor del ejecutivo municipal y sus medidas más polémicas.
¡Qué fácil distinguir la doble moral! Mediante el diario La Prensa, este empresario ataca a la presidenta, mientras que con el diario La Capital protege políticamente al intendente para mantener su ventaja y seguir siendo la voz cantante, el verdadero jefe político de la ciudad. Qué fácil, también, distinguir la doble moral de Pulti, que por un lado se dice “compañero” del kirchnerismo y de la presidenta, y por el otro sigue haciendo negocios con sus atacantes; negocios que además perjudican a todos los marplatenses y los batanenses.
En Mar del Plata seguimos viviendo bajo las consignas de los modelos neoliberales, donde las grandes corporaciones marcan el pulso y los intereses económicos son el principio y el fin de toda decisión política.
Temas
Lo más
leído