Pan para hoy, hambre para mañana

La draga 259 C Mendoza está rota y no puede profundizar el frente de amarre para que vuelvan los porta contenedores. Pero corrió el rumor que venía otra draga y milagrosamente comenzó a funcionar.

29 de Enero de 2015 08:51

Apostar en contra del éxito de una coleccionista de fracasos no es una tarea riesgosa y los hechos acaban de ratificarlo, una vez más, aunque asomaron milagros inesperados para extender la agonía.

La draga 259 C Mendoza, elegida por Horacio Tettamanti como máxima autoridad de Puertos y Vías Navegables y aceptada por Jorge Hidalgo, presidente y  único integrante del directorio del Consorcio Portuario de Mar del Plata, para darle sentido a los 108 millones que invirtieron en dragar los canales de acceso al puerto, se rompió antes de comenzar a trabajar.

En realidad habría que remontarse muy atrás en el tiempo para conocer cuándo fue la última vez que la embarcación del Estado nacional funcionó con absoluta normalidad y en todo su potencial.

Lo cierto es que el pasado sábado, cuando ya habían pasado casi veinte días del inicio previsto por las autoridades para comenzar con el dragado del muelle de ultramar, colapsó el sistema hidráulico de la Mendoza y el operativo se abortó antes de empezar.

Un caño que soporta 30 kilos de presión para mover las compuertas de la embarcación, está roto y no hay plata para cambiarlo. Ni siquiera para reemplazarlo por una manquera exterior.

Lo único que había podido hacer la draga en los últimos 20 días fue correrse de la Escollera Norte hacia otro sector interior del puerto. Hace seis meses que no funcionaba porque estaba esperando terminar unas reparaciones para que Prefectura la autorice a abandonar el puerto y navegar mar abierto hacia Concepción del Uruguay.

Con una bomba de succión irrecuperable, los técnicos de Siemens que vinieron a intentar salvar la otra, que funcionaba parcialmente, se encontraron con la falla hidráulica al momento de probar el sistema eléctrico. No había más chances…

La draga 258 C Mendoza representaba la última bala para los actores portuarios que intentan recuperar el servicio de porta contenedores, que fue para lo que dragaron la boca del puerto, pero no pueden entrar porque no hay profundidad suficiente en los muelles donde deben amarrar los grandes buques.

La Mendoza debía remover 30 mil metros cúbicos de barro/sedimentos. El Consorcio pagaría el gas oil y la reparación de la bomba. Tettamanti les dijo que el costo del operativo eran 3 dólares por m3. Los chinos que ya abandonaron el puerto cansados de esperar los casi 20 millones que la Provincia le debe por la obra del dragado, le cobraban 11 dólares. Lo barato, una vez más, terminaba saliendo caro.

Mientras tanto Jorge Hidalgo sigue en modo “off”. No se conoce todavía una declaración pública del nuevo funcionario. Y eso que hace pocos días agredieron salvajemente al Gerente de Depósito de Maersk dentro de la jurisdicción portuaria. Hidalgo se mantiene en “mute”.  Hay quienes lo comprenden: no tiene muchas buenas noticias que contar.

Al frente de varias dragas públicas y ante la nueva cucarda que la Mendoza se colgó a su abultada colección de fracasos, Tettamanti sacó una solución rápida de la manga. Ofreció la draga “261 C Córdoba”, de similares características que la Mendoza, que está operando sobre el Río Uruguay.

Y de similar falta de inversiones en su estructura y sistema de dragado. Hasta el 2013, según un informe de “Comercio Exterior” del diario La Nación, dicha draga carecía de motor principal y necesitaba reparaciones de las dos bombas de dragado.

Cuentan en el puerto que no fue nadie del Consorcio los que “persuadieron” al funcionario/empresario naval a que disponga de una respuesta urgente a la necesidad del puerto de recuperar el servicio de contenedores, interrumpido hace 31 meses. Incluso viajaron a Buenos Aires para apurar la decisión.

Pero cuando en la draga Mendoza se conoció que venía otra en su reemplazo, surgió el milagro. El caño fue emparchado a las apuradas, lo revistieron de una mezcla de fraguado rápido y ayer miércoles comenzó a hacer pruebas con el sistema hidráulico operativo. Y dijeron que funcionó.

Este jueves se espera que la Mendoza se posicione sobre el frente de amarre y comience con las tareas de ¿dragado?. Nadie en la tripulación ni los mecánicos de Siemens apuesta a que el arreglo dure demasiado.

Sabiendo que el operativo “lo atamos con alambre” es pan para hoy y hambre para mañana, los interesados en que regresen las navieras mantienen los teléfonos abiertos con Tettamanti para que, ante el menor inconveniente, apure la llegada de la “Córdoba”.

Así se gestiona en la administración portuaria marplatense. Con dragas obsoletas, más rotas que sanas, que largamente han cumplido la vida útil pero que siguen generando nichos de negocios para unos pocos.

Una draga del Estado, con trabajadores del Estado, que draga para el Estado y que fiscaliza el Estado. Así desde el 2009… Mar del Plata se convirtió con este modelo en un puerto postrado. Hoy sigue padeciendo.

Está claro que más que las autoridades del Consorcio, acá manda la tripulación de la Mendoza, que generan el milagro con un parche y se quedan para seguir ampliando la colección de fracasos.

En la agenda de febrero, como prometió el Gobernador, la naviera MSC podría llegar con su barco de 175 metros el 8 y el 20 de febrero. Es la foto para convalidar la obra de dragado. Es la recuperación del puerto activo, la Mar del Plata que inserta en el mundo, con optimismo, fe y esperanza.

Es la postal con la que sueña el sciolismo. Y que la Mendoza puede arruinar.