Ataques de perros: el caso Guadalupe y las medidas de Arroyo

El ex intendente anunció una serie de multas y medidas ante la proliferación de agresiones que merecieron debates entre los concejales. Incluso, un turista perdió la vida en Miramar. ¿Qué lugar se le dará al tema el año entrante?

Imagen: Los ataques de perros expusieron una nueva problemática para Mar del Plata.

31 de Diciembre de 2019 16:08

Por Redacción 0223

PARA 0223

De un momento para el otro, la proliferación de los ataques de perros se instaló en la agenda pública y política de Mar del Plata. Si bien la Dirección de Zoonosis ya tomaba nota de distintas agresiones, un caso en particular le dio un vuelco a la temática y entró en la consideración de todos: la jauría salvaje que atacó a Guadalupe Ferrari en Punta Mogotes.

En la tarde del 8 de julio, 0223 adelantó la noticia que rápidamente se transformó en un debate público. En el balneario N° 6 del complejo, la joven de 30 años fue abordada por tres ovejeros alemanes que le provocaron serias lesiones en el torso y en las piernas. Para librarse de los animales, Guadalupe debió tirarse al mar.

Un testigo que presenció el hecho y ahuyentó a los perros dio aviso al 911. En primera instancia, la víctima fue derivada a la Unidad de Pronta Atención (UPA) de Punta Mogotes y luego trasladada a la Clínica del Niño y la Madre donde fue sometida quirúrgicamente en reiteradas oportunidades y permaneció internada en terapia intensiva.

Una de sus piernas había recibido 25 mordeduras, lo que le comprometió sus miembros inferiores. Su padre Julio dio cuenta de la dimensión del ataque. “Los perros literalmente se la estaban comiendo”, había asegurado. Dos semanas después del hecho, Ferrari fue dada de alta. Un juez de faltas impuso a los dueños de los ovejeros una multa de $50 mil. Según le comentaron a 0223 desde una organización protectora de animales, los perros fueron encerrados en un canil de Zoonosis. Uno de los tres murió luego de que lo atacaran los otros dos animales.

A partir de allí, distintos casos comenzaron a denunciarse y a dar cuenta de la problemática que afrontaba Mar del Plata. Perros sueltos por distintas partes de la ciudad, librados al azar, sin ningún tipo de control. En Miramar, un joven oriundo de Rosario de 37 años, identificado como Adrián Macauda, fue atacado por una jauría que le provocó numerosas lesiones en distintos miembros superiores e inferiores de su cuerpo que derivaron en su fallecimiento cuando ingresó al Hospital Interzonal General de Agudos (Higa).

Desde entonces, al menos 11 casos más dieron que hablar. Algunos de ellos, de consideración. El último se registró el 11 de diciembre cuando un pitbull le mordió la cabeza y el cuello a un nene de 2 años en el interior de una vivienda. La discusión sigue dando que hablar al día de hoy. ¿Quiénes son los responsables? ¿Qué castigo se merecen?

En noviembre pasado, el entonces intendente Carlos Arroyo presentó una batería de medidas con las que buscaba evitar más ataques en la vía pública. En el artículo 74 del decreto 2877 quedó establecido que un litro de nafta premium de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) equivalía a una unidad de sanción. Así, se dispuso que el responsable de un animal que muerda a cualquier persona debe pagar entre 30 mil y 60 mil pesos, mientras que quienes tengan animales de gran fuerza mandibular en balcones, terrazas o vehículos afronten sanciones de entre 18 mil y 30 mil pesos.

Además, quienes se dediquen a la comercialización de animales reciben multas de entre 18 mil y 36 mil pesos. Quienes tengan mascotas que puedan tener rabia y otro tipo de enfermedades infecto contagiosas deberán abonar entre 9 mil y 18 mil pesos. En tanto, también quedó establecido que se impondrán multas de entre 18 mil y 48 mil pesos a los responsables de los canes que se encuentren sin collar, correa, bozal o chip en la vía pública, y de 6 mil a 9 mil para los que no recolecten los excrementos de sus mascotas en la calle.

Entre medio, la dirección de Zoonosis, ubicada en Hernandarias al 10200 y a cargo de Daniel Gagliardo, quedó en el ojo de la tormenta. Luego de distintas denuncias por parte de la población y la Defensoría de General Pueyrredon, la Justicia obligó a suspender la construcción de caniles en la Laguna de los Padres. ¿El motivo? El impacto ambiental dentro de la reserva natural. Además, a fines de noviembre, en el recinto del Concejo Deliberante, mediante uso de la Banca 25, proteccionistas de animales exigieron la intervención del área ante la aparición de perros muertos que fueron colocados en cajas y enterrados en las inmediaciones del predio.

“Los cuerpos de las cajas que estaban en las fotos eran de dos perros que en principio fallecieron por cáncer terminal uno y el otro por otra enfermedad. Como no los pasó a buscar la empresa de residuos patógenos, los enterraron ahí”, explicó el ex secretario de Salud, Gustavo Blanco. Sin embargo, la Asociación Pro Ayuda al Animal Abandonado (Apaa) no cree en esas versiones y sostienen que al menos fueron seis los perros sepultados.

En plena campaña electoral, el intendente Guillermo Montenegro había propuesto que “el Municipio se haga cargo del control de la fauna urbana” y “reorganizar Zoonosis”. Además, había asegurado que trabajaría “en el desarrollo de políticas destinadas a proteger a los animales con acciones de promoción y protección”.

“En Mar del Plata existen muchos perros que viven en la calle y también hay una problemática con la tenencia responsable, lo que se observa cuando algún perro muerde a algún vecino o también cuando vemos perros abandonados. Ahí, el Municipio tiene un rol fundamental en el control de la fauna urbana”, había fundamentado en los primeros días de septiembre.

El debate está instalado y las posturas son variadas entre los distintos actores. ¿Qué políticas se implementarán en 2020? Ya en funciones, desde el despacho principal de Avenida Luro e Hipólito Yrigoyen, ¿qué medidas tomará Montenegro?

El mapa de los ataques de perros, uno por uno