Herencia y balazos: más de 12 años de prisión para el hombre que quiso matar por encargo a un abogado

Raúl Nicolás Ramírez fue condenado como autor de tentativa de homicidio triplemente agravado. El ataque ocurrió en junio de 2015 en el estudio de la víctima.

5 de Julio de 2019 15:23

Por Redacción 0223

PARA 0223

La compleja investigación en una causa en la que se mezclaron una herencia millonaria, acusaciones cruzadas, celos, mentiras y discusiones por los honorarios que derivaron en un intento de homicidio en junio de 2015 tuvo su primer condenado tras la validación esta semana de un acuerdo de juicio abreviado: a Raúl Nicolás Ramírez  se le impuso una pena de doce años y cuatro meses de prisión y seguirá detenido en la Unidad Penal 15 de Batán.

La investigación a cargo del fiscal Juan Pablo Lódola comenzó la noche del 15 de junio de 2015 luego de que una persona ingresara al estudio del abogado Carlos Castillo en la calle Alvarado al 1100 para matarlo. Al ver al sujeto armado el abogado intentó resguardarse en el baño, cerró la puerta, pero no previó una ventanita de vidrio que el hombre rompió para dispararle. La bala ingresó y también salió por el antebrazo de Castillo.

El Juez Pablo Viñas dio por probado que quince días antes del ataque Susana Esquivel y Miguel Ángel Marote acordaron matar al abogado y para eso contactaron a Ramírez y “por un precio o remuneración que aún no ha podido ser determinada, idearon el macabro plan con distribución de roles”.

Para el magistrado ambos idearon el plan para evitar el pago de millonarios honorarios y en el caso de Marote por celos hacia su mujer y temor a perder la administración de los bienes por más de diez millones que disponía Esquivel tras la muerte de su pareja -un estanciero 40 años mayor- en el año 2014.

En la sentencia firmada el lunes pasado a la que tuvo acceso 0223 se señaló que Ramírez “acorralado por el cúmulo de evidencia en su contra” decidió reconocer su participación en el hecho. El imputado sostuvo que la mujer y el entonces policía Marote lo engañaron y amenazaron con atacar a su familia si no mataba a Castillo.

A partir de la gran cantidad de testimoniales recolectadas durante la instrucción, de los relevamientos telefónicos, de los índices de sospechabilidad y de las pericias psicológicas y psiquiátricas incorporadas el Juez dio plenamente probada la responsabilidad de Ramírez en el hecho investigado.

Viñas descartó cuestiones eximentes de  responsabilidad penal y consideró que “no existió una coacción o intimidación grave e inminente de sufrir algún daño en su vida, la de su familia y bienes que avale la justificación que ensaya, sino más bien una aceptación absolutamente voluntaria y libre de ejecutar al letrado Castillo bajo una contraprestación dineraria o de algún bien registrable de la suculenta masa hereditaria”.

“Refuerza mi conclusión aún más, que al concurrir a hacer el hecho, en ningún momento estuvo vigilado o coaccionado por Marote, siendo que cuando ingresó primeramente Esquivel al buffet, bien pudo desistir y abandonar la escena eligiendo conforme su libre albedrio continuar el plan para matar al abogado”, agregó.

En cuanto a los atenuantes consideró –tal lo pactado por las partes- el buen concepto que surge del informe socio ambiental y la falta de antecedentes de condena, pero no consideró la concurrencia de agravantes.

Tras calificar al hecho como homicidio triplemente agravado por el concurso premeditado de dos o más personas, por precio o promesa remuneratoria y por el uso de arma de fuego, en grado de tentativa condenó a Raúl Nicolás Ramírez a la pena de doce años y cuatro meses de prisión, más las costas y accesorias legales. El joven de 25 años seguirá alojado en la Unidad Penal 15 de Batán.