Elecciones argentinas bajo la lupa internacional

Las primarias en nuestro país se metieron de lleno en el debate internacional en un año en el que se definirá una nueva configuración en el mapa político regional. 

13 de Agosto de 2019 15:22

La contundente derrota del presidente Mauricio Macri en las primarias es un golpe para el proyecto de un Mercosur flexible y aliado a Estados Unidos, los mercados y la Unión Europea.

Por este motivo, el presidente de Brasil Jair Bolsonaro, continúa azuzando sobre los riesgos de "una vuelta del izquierdismo" al escenario latinoamericano. El remanido argumento de "convertirse en Venezuela" lo llevó al presidente brasilero a pronosticar que una victoria de Alberto Fernández provocaría una migración de argentinos al sur brasilero tal como sucede en Rohaima con los venezolanos. Tan irresponsable como falso. 

Bolsonaro se jugó el pellejo y violo todo manual diplomacia para defender de la candidatura de Macri, algo que nadie le pidió pero lo siente como parte de su cruzada fundamentalista contra la izquierda del "Foro de San Pablo".

Lo insólito de esta situación es que la respuesta de Alberto Fernández a las provocaciones de quien puede llegar a ser su colega si el peronismo derrota al gobierno en octubre, pone muchas dudas a la relación de dos países que son aliados históricos y absolutamente necesarios. 

Si bien Fernandez durante una entrevista con el programa "Corea del Centro" que conducen Ernesto Tenembaum y María O`donnell  dejo en claro que la relación con nuestro vecino será la misma de siempre pero calificó a Bolsonaro de "misógino y facista" y lo instó a liberar a Lula para enfrentarlo en elecciones.  A su vez, la visita del candidato del Frente de Todos a la cárcel en donde se encuentra detenido el líder del PT desde el 7 de abril de 2018 puede haber significado un desaire para Bolsonaro y eso profundizó el antikirchnerismo del carioca.

De esta forma, Alberto tendrá que lidiar con la radicalización de su vecino que, además de un fundamentalismo ideológico sin precedentes, atraviesa un proceso de recesión y la implementación de una reforma laboral y previsional que puede condicionar a un futuro gobierno argentino.

Como sea, y con el plus de que Bolsonaro buscará ser el principal aliado de la Casa Blanca, la relación se presenta compleja y eso es demasiada incertidumbre para un gobierno que deberá afrontar un mundo turbulento.

Otros de los referentes de la derecha que pusieron el cuerpo para apoyar a Cambiemos fueron el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, reconocido por el gobierno nacional como "presidente encargado" y el mandatario de Colombia, Ivan Duque, señaló durante su visita al país que "sin lugar a duda, Mauricio Macri es un pedagogo, que recibió un país convulsionado y que durante su gestión lo que ha hecho fue tratar de reorientar la capacidad productiva de la Argentina para que se traduzca en equidad y beneficios, dentro de una economía de mercado". "Yo creo que la reelección del presidente Macri es algo fundamental para América Latina", dijo en declaraciones al periódico argentino La Nación.

El riesgo de ser Argentina

Bolivia y Uruguay tendrán elecciones generales y los oficialismos ponen en juego la continuidad de los únicos gobiernos progresistas vivos desde la caída de Dilma Rousseff en Brasil. 

De la misma forma que la ola conservadora iniciada en 2015 utiliza la crisis venezolana como el ejemplo de los riesgos del populismo, el Frente Amplio uruguayo y Evo Morales señala las enormes consecuencias económicas y sociales de lo que califican como "experimento liberal". La inflación descontrolada, la des-regulación cambiaria y la recesión son buenos ejemplos para evitar un viraje de rumbo. 

El Frente Amplio publicó en sus redes sociales "¿Viste Argentina? Ahorra cinco años de experimentos espantosos. Confiá en el proyecto del Frente Amplio, somos autocríticos y vamos por más". 

En ese sentido, uno de los integrantes de la comisión directiva frenteamplista, Sebastián Hagobian, dijo en diálogo con El País de Uruguay que " tanto (Luis) Lacalle Pou como (Ernesto) Talvi son muy afines al modelo económico de Macri”. “Talvi habló de lo fenomenal que era el equipo económico de Macri tras reunirse con él". Lacalle Pou también, ahora pasa que recularon. Se quieren despegar por como viene el proceso”,agregó.

Si bien los elementos internos tendrán más peso, la derecha uruguaya deberá despegarse de la experiencia argentina para acomodar su discurso y generar tranquilidad en los votantes uruguayos que quieren cambiar el gobierno pero mantener la estabilidad

El caso boliviano es similar, Evo Morales enfrentará una elección reñida contra el expresidente Carlos Mesa que reivindica el fin de los "modelos populistas". 0223 consultó a un integrante de la campaña del Movimiento al Socialismo y aseguró que "la victoria de Alberto nos da oxigeno y nos permite debatir lo que significa un cambio de política económica en nuestro país". 

En esa misma linea, el presidente boliviano planteó que "en Argentina hubo una rebelión de los votantes contra las políticas aplicadas por el FMI" y destacó que "me reuní con empresarios y la Conalcam [organizaciones sociales] cómo nos puede afectar la situación de Argentina, donde se ha disparado el dólar", señaló. 

Para Bolivia, es muy importante lo que pasa en nuestro país porque, según el Instituto Nacional de Estadísticas, es el segundo mercado de las exportaciones bolivianas, principalmente gas natural, con compras de 676 millones de dólares en el primer semestre. Evo lo utilizará en campaña pero entiende que la profundización de la crisis puede afectar la gestión. 

La vuelta del peronismo entusiasma a los que quieren continuar pero también es la luz de esperanza para, por ejemplo, Brasil y Ecuador, cuyos líderes sufren una brutal ofensiva judicial y debe afrontar en 2020 y 2021 importantes procesos electorales. En el caso de Brasil, habrá elecciones municipales que significará el primer test electoral de la era Bolsonaro y en Ecuador, luego de una muy buena elección regional a principios de año, el correísmo piensa en la posibilidad de recuperar el poder en 2021 con Rafael Correa como candidato a vicepresidente y un Lenin Moreno afectado por las políticas neoliberales y el acuerdo con el FMI.

Deudas ajenas, compromisos urgentes

Estados Unidos y el Fondo Monetario Internacional siguen siendo sostén del gobierno de Mauricio Macri. Al momento de la publicación de esta columna, el periodista de Clarín Marcelo Bonelli, publicaba la noticia de un acercamiento entre los funcionarios de Macri y la Reserva Federal norteamericana para un préstamo de 20.000 millones de dólares  que le permita al gobierno para recupera el control del dólar que se disparó un 25 por ciento en un día.

Esto cristaliza tres cosas:

1-La enorme incapacidad del gobierno nacional para resolver la crisis de manera autónoma.

2-El brutal interés de Estados Unidos de ayudar a Macri para que siga en el gobierno.

3-El endeudamiento creciente con el que deberá lidiar el próximo gobierno, sea quien sea.

 

El camino a octubre se presenta dificultoso, la incertidumbre crece y el gobierno expone su desorientación en un momento crítico.

Los progresismos se entusiasman con un cambio de escenario y que Argentina se convierta en una experiencia que no debe repetirse en sus países, la Unión Europea se mantiene al margen y los modelo liberales exitosos se despegan como Sebastián Piñera que tuvo que aclarar que “hay muchas diferencias con Argentina, nosotros crecemos”.

 Como viene la mano, Macri depende de la voluntad del mercado y Estados Unidos. ¿Alcanza para revertir la avalancha de votos en contra el gobierno? Por lo pronto, tendremos meses de alta tensión.