Detalles de vida

Muchas veces, los detalles de las vidas de distintos artistas nos ayudan a reconocerlos en su genialidad. En otros tantos, esos detalles son los que ayudan a potenciar su obra. Tenemos también a aquellos que han forjado una vida a través de sus vivencias, convirtiéndolas también en una de sus obras de arte.

7 de Junio de 2020 08:37

En la brillante y experimental novela de David Markson, La soledad del lector (La bestia equilátera- 2018), uno se entera de un sinfín de detalles de la vida de distintos artistas. En muchos casos, por no decir en todos,  cada uno de ellos potencia su pensamiento y complementa su obra.

Nosotros, los lectores, a menudo necesitamos de aquellos detalles que distinguen a los artistas. En la mayoría de los casos para también medir y reconocer esa otra obra artística que es la vida de cada uno de ellos.

Dichos instantes y dichos detalles, casi como notas al pie de cada uno, son los protagonistas de hoy. En varios de ellos, reemplazar el nombre u omitirlo no será relevante. En otros, la particularidad queda resumida en el nombre que lo acompaña.

 Por ejemplo:

1 Uno de los más grandes oradores de todos los tiempos, Demóstenes (384-322 a. de C.), era un tartamudo que luchó tenazmente para vencer ese defecto, inclusive poniéndose a veces piedras pequeñas en la boca y practicando sus discursos en voz alta.

2 Quizá el dramaturgo más prolífico del mundo haya sido Lope de Vega (1562-1635). Escribió unas 2,200 piezas de teatro, de las cuales se conservan solo unas 500.

3 Johannes  Gutenberg creó el primer libro impreso, la Biblia de Gutenberg, pero no llegó a publicarlo. Había contraído deudas con el objeto de poder producir la Biblia y fue demandado por la suma que debía. Perdió la demanda  y fue obligado a entregar sus instrumentos y prensas, más la distinción de ser el editor del que es considerado el libro más hermoso del mundo.

4 Drácula se iba a llamar El no muerto o El conde Wampyr.  Ante la imposibilidad de viajar a Rumania a recoger datos para la historia de vampiros que quería escribir, Bram Stocker buscó documentación en distintas bibliotecas británicas. En una de su lugar de veraneo, Whitby, encontró escritos sobre Moldavia y otras regiones, y una mención al significado del nombre Drácula: "En la lengua de Valaquia quiere decir el demonio". A partir de allí reemplazó el título de su novela en todos los manuscritos.

5 En el antiguo Egipto las bibliotecas eran llamadas los “tesoros de los remedios del alma” porque por ellas se podía ‘curar’ la ignorancia, la más peligrosa de las enfermedades.

En las bibliotecas de la Edad Media, el trabajo científico más importante era traducir. Los libros de los eruditos árabes, quienes durante siglos habían conservado las obras de los filósofos griegos por medio de traducciones y comentarios, empezaron a ser vertidos al latín.

Cuenta David Markson que, allí donde lo llevara la conquista, Alejandro Magno se ocupaba de enviarle especímenes botánicos a Aristóteles,  que había sido su tutor. Un ejemplar de la Ilíada que llevaba en un cofre enjoyado tenía enmiendas de puño y letra del filósofo. Se dice también que  puede que la de Aristóteles haya sido la primera biblioteca puramente privada.

6 Y, hablando de filósofos, Heráclito no dijo que uno no puede bañarse dos veces en el mismo río: lo dijo uno de sus seguidores. Pero lo que sí dijo fue que  rezarle a las estatuas de los dioses era como hablarle a una casa en lugar de a su dueño.

7 Según narra Daniel Guebel en Genios destrozados (Eterna Cadencia – 2013) “Se habla mucho del efecto anímico de Theo van Gogh en su hermano Vincent, pintor posimpresionista. Pero quien determinó el rumbo psíquico y estético de su obra fue otro hermano, homónimo suyo y fallecido antes de que él naciera. Se dice que ambos eran idénticos y que los famosos autorretratos de Vincent son retratos verosímiles del difunto. Tan opresiva era la sombra del muerto que el menor se cortó la oreja para diferenciarse. Descansan en la misma  tumba, mezclados los huesos”.

8 Se cuenta en La soledad del lector que, después de quemar el cuerpo de Shelley en la playa de Viareggio, Byron, Leigh Hunt y Trelawny se emborracharon. Gritaban, se reían y hasta cantaban escandalosamente. Hay que decir que habían estado lidiando con unos restos que llevaban cinco semanas de hinchazón y descomposición. Byron había vomitado por lo menos una vez.

9 A veces, Petrarca les escribía cartas a autores muertos hacía mucho tiempo. También era un devoto cazador de manuscritos clásicos. Un vez, tras descubrir unas obras de Cicerón desconocida  hasta el momento, le escribió a Cicerón contándole la noticia.

10 El cadáver de Laurence Stern fue vendido a una escuela de medicina por unos profanadores de tumbas. Casi lo habían diseccionado por completo cuando por casualidad alguien lo reconoció.

Pero si hablamos de alguien que también fue desconocido en el final de su vida, debemos mencionar al genial Edgar Allan Poe. De él aún no se sabe qué fue exactamente lo que motivó su muerte. Recordemos que un tipógrafo reconoció a Edgar Allan Poe, borracho y semiinconsciente, en una taberna de Baltimore (ya llevaba por ahí cinco días sin que lo reconozcan),  hasta que un médico conocido suyo  recibe un mensaje informándole que “un caballero más bien mal vestido  necesitaba de su ayuda urgentemente”.

“Eran días de elecciones  y los partidos en pugna hacían votar repetidas veces a pobres diablos, a quienes emborrachaban previamente para llevarlos de un comicio a otro. Sin que exista prueba concreta, lo más probable es que Poe fuera utilizado como votante y abandonado finalmente en la taberna donde acababan de identificarlo” relata Julio Cortázar.

Su vida siempre estuvo llena de misterio, hasta convertirse él en uno más. Edgar Allan Poe fue enterrado en el cementerio de Baltimore con una ceremonia discreta, en un día oscuro y gris, según los presentes. Aseguran que contaba con una placa de mármol pagada por un primo, pero que se quebró al caerse en el viaje hacia esa ciudad. Su tumba, a partir de eso, se reconoció solo con el número 80. Pasado mucho tiempo se revalorizó la imagen del escritor y se lo trasladó a un predio con un gran monumento conmemorativo.