Dos años de robo "hormiga": se llevaba latas de la panadería y las vendía por Facebook

El hombre fue a juicio y le impusieron una pena en suspenso. Además, deberá cumplir varias reglas de conducta.

El hombre se robaba elementos de la panadería en la que trabajaba y los vendía por Facebook.

9 de Abril de 2021 19:10

Por Redacción 0223

PARA 0223

Un hombre de 55 años que al menos durante 17 meses sustrajo distintos elementos de su trabajo bajo la modalidad “hormiga” fue condenado a un año de prisión de ejecución condicional tras un debate que se realizó en el Juzgado  Correccional 1. Para el mantenimiento de condicionalidad de la pena, Gustavo Aldo Rivera deberá someterse al control del Patronato de Liberados por un lapso de dos años.

La acusación a cargo del fiscal Leandro Arévalo y del abogado Sergio Sosa Ortega como representante del particular damnificado permitió establecer la dinámica de las continuas y sistemáticas sustracciones de mercaderías y elementos de trabajo de la empresa Vía Appia por parte del imputado. Los hechos –de acuerdo a lo que pudieron establecer los denunciantes- se dieron entre agosto de 2017 y marzo de 2018.

Rivera sustrajo de modo continuo y sistemático diversos elementos de propiedad de la firma empleadora con ánimo de apropiación para sí o para un tercero, por lo que Sosa Ortega sostuvo que se trataba de un hurto continuado, especialmente de latas de panadería.

Abogado Sergio Sosa Ortega. (Foto: archivo 0223).

En la sentencia a la que tuvo acceso 0223 se estableció que el imputado se apoderó de manera continua y sistemática de al menos 65 latas de losa y de chapa con proceso da cataforesis del local ubicado en Alem al 3400 donde se desempeñaba como encargado del traslado diario de mercadería a distintos hoteles de la ciudad. Esas latas las ponía a la venta por sí y por un tercero a través de un sitio web de compras.

Los denunciantes advirtieron por comentarios de otros empleados que el encargado sustraía asiduamente comestibles - palmeritas, bizcochos, medialunas, tortas-, algunas herramientas como destornilladores y pinzas y  y elementos propios de la actividad gastronómica como cubiertos y cuchillas.

La maniobra

Rivera llevaba diariamente medialunas a cuatro establecimientos hoteleros de la ciudad y dejaba acumular las bandejas para dificultar de esa manera el conteo de las mismas. Luego las cargaba a destiempo para dejar algunas en la empresa y de esa manera evitar que observaran la continua sustracción.

Al notar las complicaciones que tenían para cumplir con algunos pedidos, los denunciantes buscaron bandejas a la venta en la página de compra "SHOPPINGWEBMDQ" de Facebook. Allí vieron a la oferta varias unidades y reconocieron el perfil del vendedor como el de Gustavo Rivera.

Fiscal Leandro Arévalo (Foto: archivo 0223).

A fin de no alertar a Rivera que había detectado la comisión de un ilícito que pondría en conocimiento de la justicia penal, le solicitó colaboración a una tercera persona que acordó la compra y obtuvo como lugar para retirarlas el domicilio del empleado en la zona del complejo habitacional SOIP.

Para el abogado Sergio Sosa Ortega la maniobra duró casi dos años, por lo que correspondía la figura del hurto continuado. “Saca un día una cosa, otro día otra, pequeñas cantidades de cosas a lo largo del tiempo. Robos chicos y constantes que cuando sumas a lo largo del tiempo tienen magnitud”, le dijo a este medio.

Un arma en el allanamiento

El avance de la investigación derivó en la realización de un allanamiento en la casa de Rivera tras el aval del Juzgado de Garantías 3. En uno de los cajones de la habitación hallaron una pistola, marca Bersa calibre .22 y no tenía autorización legal para su posesión, por lo que se le formó una causa por tenencia ilegal de arma de fuego.

El hombre dijo que el arma era de un amigo policía que la había dejado a su cuidado por lo que la Jueza Jorgelina Camadro dispuso enviar copia de la sentencia a la Fiscalía General y al área de Asuntos Internos de la Policía de la provincia de Buenos Aires a los efectos que se avance sobre ese punto ya que el efectivo está identificado.

En la sentencia se descartaron cuestiones eximentes de responsabilidad penal, se valoró como atenuantes el buen concepto y la ausencia de antecedentes penales y como agravantes la violación de la confianza laboral, el perjuicio económico que incluye valor de las latas, molestias con los clientes habituales y dificultades operativas a causa del faltante de los efectos sustraídos.

La magistrada condenó a Gustavo Aldo Rivera a un año de prisión de ejecución condicional y una multa de 2500 pesos por resultar autor penalmente responsable de los delitos de  hurto continuado y tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil. En razón de la condicionalidad de la pena privativa de libertad la obligación de constituir domicilio y someterse al control del Patronato de Liberados por el término de dos años.