Un celular, cigarrillos, plata y un fernet: el botín por el que lo condenaron a cuatro años de prisión
Pablo Castillo cometió dos robos entre febrero y abril del año pasado. La pena se impuso tras la validación de un acuerdo de juicio abreviado.
Por Redacción 0223
PARA 0223
Un hombre que en menos de dos meses asaltó un kiosco y un almacén tras amenazar a las empleadas con un arma de fuego fue condenado a cuatro años de prisión tras la validación de un acuerdo de juicio abreviado en el Tribunal Oral en lo Criminal 4. En la misma sentencia declararon a Pablo Castillo reincidente.
El primero de los hechos incorporados al acuerdo por el fiscal Fernando Berlingeri y la defensa del hombre de 36 años ocurrió la tarde del 14 de febrero del año pasado cuando Castillo ingresó a un kiosco ubicado en la avenida Libertad al 5300 y tras amenazar a la empleada con un arma de fuego le robó el celular y 3500 pesos.
La tarde del 2 de abril de 2020 Castillo aprovechó la merma en el tránsito peatonal y vehicular provocada por el aislamiento social obligatorio e ingresó a un almacén en Beruti al 9100 donde amenazó a la empleada y tras exhibir un arma de fuego le dijo que le diera todo lo que tuviera.
La víctima recordó que Castillo le permitió el ingreso a un cómplice y que debió entregarle los 700 pesos que tenía de cambio, todos los cigarrillos que había a la venta y una botella de Fernet.
En la sentencia a la que tuvo acceso 0223 el juez Gustavo Fissore dio por probada la intervención de Castillo en ambos hechos, descartó cuestiones eximentes de la responsabilidad penal y atenuantes. En cuanto a los agravantes consideró la elección de tipos de comercios que permiten una ventaja para acceder a su interior y que las dos víctimas eran mujeres “lo que generó una ventaja natural al momento de intimidarlas".
El magistrado consideró a Pablo Sebastián Castillo autor penalmente responsable del delito de robo agravado por el empleo de un arma de fuego cuya aptitud para el disparo no se ha probado y coautor del delito de robo agravado por el empleo de un arma de fuego cuya aptitud para el disparo no se ha probado, ambos en concurso material, a la pena de cuatro años de prisión.
El sujeto, que fue declarado reincidente, seguirá alojado en la Unidad Penal 15 de Batán.
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