La historia de Paola Codoni y su devoción por la Enfermería

La mujer que resultó la única víctima fatal de la explosión que irrumpió en la madrugada de este miércoles era oriunda de La Plata y su traslado a Mar del Plata no impidió que continuara los estudios.

Lucila Grandicelli y Paola Codoni estaban casadas desde mayo de 2017.

7 de Julio de 2021 20:30

Por Redacción 0223

PARA 0223

La explosión de una caldera y posterior derrumbe en la fábrica Tejiendo Arte S.A. del barrio Libertad de Mar del Plata dejó como saldo una persona muerta y otra herida que tuvo como protagonista a una pareja que vivía en una de las casas lindantes a la planta.

Paola Codoni, la mujer de 42 años que perdió la vida en el siniestro, era oriunda de La Plata, donde estudiaba Enfermería en la Escuela de Salud de la Fundación del doctor Mario Hidalgo, en la capital bonaerense.

En medio de la pandemia de coronavirus, en enero de este año había abandonado la ciudad de las diagonales para radicarse en Mar del Plata y mudarse junto a su pareja y sus dos hijas gemelas de 12 años a la casa de Bolivia al 1500 que compartían.

Su traslado a Mar del Plata no impidió que continuara los estudios y, en tiempos de virtualidad, siguió cursando la carrera que tanto la apasionaba. Además, cuidaba adultos mayores y también dictaba clases particulares de Físico Química y Biología.

Codoni se encontraba en pareja con Lucila Grandicelli, de 45 años, con quien se había casado en mayo de 2017. Ambas mujeres se llevaron el peor saldo de la tragedia: una murió entre los escombros y la otra resultó herida con varios politraumatismos, aunque ya se recupera del siniestro.

Ante la falta de familiares y con la "tía" Lucila hospitalizada, sus hijas gemelas de 12 años resultaron ilesas y, tras la contención de los profesionales de la Dirección de la Niñez, fueron entregadas bajo una guardia provisoria a una amiga suya que vivía al frente de la propiedad que fue alcanzada por los escombros.

La habitación en la que pernoctaban Codoni y Grandicelli fue la que resultó más afectada por la explosión de la caldera: su cuarto, casi contiguo a la fábrica, se desmoronó y las mujeres quedaron atrapadas entre ladrillos, cemento, yeso y otros materiales.

El estallido, que en total alcanzó a tres casas de la manzana, motivó un arduo operativo entre el cuartel Central de Bomberos, Defensa Civil, el Sistema de Atención Médica de Emergencias (Same), personal de la comisaría sexta y la Fiscalía de Delitos Culposos, que imputó al dueño de la fábrica por el delito de homicidio culposo y lesiones graves.