Murió el pochoclero condenado a 50 años de prisión por violar a sus cuatro hijas

Luis María Rivero fue condenado en 2012 en el TOC 1. Dos años más tarde el Tribunal de Casación le redujo la pena a la mitad.  

Rivero sufrió un infarto en la UP 15 de Batán y murió en el Higa.

16 de Septiembre de 2021 14:30

Por Redacción 0223

PARA 0223

Un sujeto de 63 años que en 2012 fue condenado a la pena máxima de 50 años de prisión por violar de manera reiterada a sus hijas y obligó a prostituir a una de ellas, murió en las últimas horas en el Hospital Interzonal General de Agdos (Higa) a donde había sido trasladado desde la Unidad Penal en la que cumplía la condena.

Luis María Rivero, que trabajaba como pochoclero, había sido condenado por Abuso sexual gravemente ultrajante de cuatro de sus hijas. Los tormentos de las víctimas, que sufrieron los ataques de manera reiterada mientras eran menores de edad, quedaron al descubierto tras la primera denuncia que una de ellas se animó a realizar en enero de 2010, cuando tenía 28 años.

En diciembre de 2012 los jueces Facundo Gómez Urso, Aldo Carnevale y Néstor Conti condenaron a Rivero a cincuenta años de prisión, la pena mayor para el delito abuso sexual con acceso carnal reiterado y agravado por el aprovechamiento de la situación de convivencia existente con un menor de 18 años y por el vínculo, cuatro hechos en concurso real.

En esa sentencia de más de 50 páginas el Juez Gómez Urso, que votó en primer término, valoró como agravante la multiplicidad de víctimas, los daños psicológicos y peligro para la salud psicofísica, la ruptura del vínculo fundacional humano, la generación de oportunidades para ejercer los abusos, la duración en el tiempo y la reiteración de abusos, el lugar de comisión de los mismos y la corrupción de menores a temprana edad.

Sin embargo, menos de dos años más tarde el Tribunal de Casación a través de su Sala I redujo la misma a 25 años de prisión tras considerar que la Ley 26.200 determinaba que la pena máxima no podía superar los 30 años de prisión por la incorporación al derecho interno del Estatuto de Roma que prevé esa pena máxima.

Los jueces Horacio Piombo y Benjamín Sal Llargués también valoraron en ese momento como atenuante la ausencia de antecedentes penales.

Rivero continuó detenido en el complejo penitenciario de Batán y en las últimas horas fue trasladado desde la Unidad Penal 15 al Higa tras sufrir un infarto. Aunque lo atendieron rápidamente en la Unidad Coronario, murió cerca de las ocho de la noche del miércoles.