"Churrascos" con los peones, cabalgatas y tardes en la pulpería: los días de José Hernández en Mar del Plata

Fue en la estancia que la familia de José Hernández tenía en la Laguna de los padres donde el creador del Martín fierro "se hizo gaucho de verdad".

José Hernandez vivió en Laguna de los Padres hasta su adolescencia

16 de Octubre de 2022 16:30

Desde que los primeros jesuitas llegaron a las actuales Laguna y Sierra de los Padres, la zona se convirtió en un generador inagotable de historias -muchas de ellas difíciles de comprobar- y, cada rincón tiene un secreto que contar.

Dentro del predio de la laguna de los Padres, en el kilómetro 14.5 de la ruta 226, algo alejado de la Reducción del Pilar y a metros del arroyo la tapera y la zona con mayor población de fauna autóctona de la Reserva forestal natural, se erige un viejo Casco de Estancia prolijamente pintado y decorado con carretas y ruedas de sulky. Ese viejo casco es, en realidad el Museo Tradicionalista José Hernández, pero muchos años antes de convertirse en centro de exhibición de arte folklórica, el lugar perteneció a la familia del creador del Martín Fierro que, según los registros de la zona, pasó su niñez y adolescencia en cercanías de lo que años después se convertiría en Mar del Plata.

José Rafael Hernández y Pueyrredon nació en lo que hoy se conoce como Villa Ballester el 10 de noviembre de 1834. Hijo del estanciero Pedro Pascual Rafael Hernández de los Santos, José Hernández pasó su niñez y adolescencia en las propiedades de su padre, donde ayudaba en los quehaceres diarios y en los que, según las reseñas de su hermano Rafael, "se convirtió en gaucho de verdad".

Es que en don Pedro Pascual Rafael Hernández consideró apropiado que el joven José viva en la estancia. “Acompañando a su padre, José Hernández aprende las labores de campo y toma contacto con la vida de los pobladores del sur del Río Salado. Allá se hizo gaucho, aprendió a jinetear, tomó parte en varios entreveros, rechazando malones de los indios, asistió a las volteadas y presenció aquellos grandes trabajos que su padre ejecutaba, y de que hoy no se tiene idea”, asegura su hermano Rafael.

Al joven José le gustaba montar, comer "churrasco" con la peonada y pasar momentos en las pulperías. Hay quienes dicen que sus años en la ciudad sirvieron de inspiración para el máximo clásico de la literatura nacional. Hernández, según las reseñas, era un hábil enlazador de animales, pialador y jinete

El historiador Julio César Gascón refiere que el padre del Martín Fierro vivió en la Laguna de los Padres hasta 1854 y, durante ese tiempo, trabajó bajo  las reglas del rosismo a través de las Instrucciones para la Administración de Estancias, sancionada en 1925. Cuando dejó la Laguna de los padres, Hernández se sumó a las filas del antirosismo liderado por Justo José de Urquiza

Veinte años después que José Hernández abandonó la estancia paterna, los diarios porteños comenzaron a publicar en sus ediciones un libro escrito en verso de estilo gauchesco que daba cuenta de la vida de Martin Fierro, un gaucho desertor del ejército, que no estaba conchabado a una estancia y tenía antecedentes criminales que denunciaba injusticias a las que eran sometidos quienes no se adaptaban a las tradiciones de la cultura dominante.

Un siglo más tarde, el 11 de marzo de 1960, el casco de la estancia de la familia Hernández y Pueyrredon fue declarado por el gobierno de Oscar Allende  Monumento Histórico Arquitectónico de la provincia de Buenos Aires, mediante la ley 13.421.