El beso de la vida: la verdadera historia de la foto de dos hombres unidos por sus bocas para siempre

La imagen fue tomada por un fotógrafo que pasaba por el lugar para cubrir una huelga y vio a un empleado de la empresa eléctrica colgado de un poste, y a un compañero haciendo lo posible para que vuelva a respirar. La foto ganó el Pulitzer en 1968 y JD Thompson, el héroe, la amistad y el agradecimiento de Randall Champion para toda su vida.

La historia detrás de una foto icónica.

23 de Diciembre de 2022 09:56

Aquella mañana, Rocco Morabito preparó su cámara para encarar una jornada más en la rutina laboral que afrontaba en los últimos 18 años. Desde que había regresado de la Segunda Guerra Mundial, en la que batalló como artillero de torreta esférica en un avión B-17, se instaló otra vez en el estado de La Florida, adonde se había mudado de niño, para trabajar en el Jacksonville Journal. En el diario del pueblo había ganado sus primeros dólares cuando era adolescente, pero ya de adulto había dejado la venta callejera para ser uno de los fotógrafos del periódico. Su tarea era cubrir eventos deportivos. Pero esa mañana, en pleno verano de 1967, su trabajo, y su vida, iban a cambiar para siempre.

Morabito tenía que cubrir una huelga de trabajadores del Ferrocarril de la Costa Este de Florida. Una tarea sencilla, algo aburrida. Nada extraordinario podía esperarle aquel 17 de julio. Se subió a su auto y manejó hasta el lugar donde se llevaba adelante la huelga. Un par de cuadras antes, se cruzó con un grupo de empleados de la empresa de electricidad que trabajaba sobre los postes. Siguió su camino, preparó la cámara, buscó el mejor lugar y sacó ocho fotos del reclamo gremial. Parecía tarea cumplida.

Pero Morabito no quedó conforme con lo que había obtenido en el patio del ferrocarril. Por eso decidió regresar unos metros a pie para ver si desde otro sitio la producción que llevaría al diario mejoraba. Fue entonces que la imagen que vieron sus ojos se convertiría unos segundos más tarde en la que recorrería el mundo, ganaría premios y lo uniría con esos dos protagonistas durante décadas.

Cuando escuchó los gritos desesperados, Morabito miró hacia arriba y vio a un hombre colgando sobre un poste de electricidad. Su instinto hizo que tomara una fotografía de esa imagen dramática antes de meterse al coche para llamar por radio a la redacción del diario, para que ellos pidieran con urgencia una ambulancia.

El autor de la foto con la imagen que lo hizo famoso.

En esos segundos eternos en los que la vida de Randall Champion se había detenido a los 29 años, su compañero JD Thompson bajó del poste en el que trabajaba, a más de 100 metros de distancia, corrió desesperado hacia el de Randall y trepó tan rápido como pudo los seis metros que separaban a su compañero del piso. Y de la vida.

Champion había tocado el cable de alta tensión con su mano y una descarga eléctrica de 4000 voltios le atravesó su cuerpo casi sin que se diera cuenta. Estaba inconsciente, colgado de su arnés cabeza abajo, y su corazón no latía. No había tiempo que perder, ni chances de bajarlo de allí sin dejar pasar la única oportunidad de revivirlo. Thompson intentó recordar todos los pasos de las tareas de primeros auxilios que le habían enseñado al ingresar a la empresa y al darse cuenta de que no podía dejar pasar el tiempo, le hizo respiración boca a boca buscando que su corazón vuelva a latir antes de bajarlo del poste.

Fue ese preciso instante, en el que su compañero héroe lo volvía a la vida, el que Morabito capturó con su cámara. Una vez que tenía la imagen perfecta, dio varios pasos hacia atrás para encontrar otro ángulo y fue entonces que escuchó un nuevo grito, el de Thompson, pero que esta vez anunciaba el milagro: “¡Está respirando!”.

De vuelta a la vida, Champion fue bajado del poste, le hicieron resucitación cardiopulmonar en el suelo y se terminó de recuperar allí, recostado sobre la tierra, rodeado por sus compañeros y por Morabito, que seguía tomando imágenes para la posteridad. Cuando llegaron los paramédicos, el trabajo más importante ya estaba hecho. Las lesiones que sufrió por la terrible descarga incluyeron una grave quemadura en su pie que requirió un injerto de piel y varios meses de recuperación. Era un verdadero milagro, o tal vez un regalo de cumpleaños. Es que ese día, Champion cumplía cuatro años desde su ingreso a la compañía eléctrica de Jacksonville.

"Había agarrado el cable caliente con sus cuatro dedos y la corriente eléctrica salió por su pie izquierdo, abrió un agujero. Muchas personas han sobrevivido, y mucha gente ha muerto instantáneamente. Es solo una cuestión de cuánto tiempo estás enganchado”, recordó el protagonista salvador al cumplirse 50 años de aquella escena dramática e inspiradora.

"La posición en la que estaba no era muy buena. En realidad tenía que respirar por la boca y hacer que esto funcionara. Si no lo hacía bien, el estómago se inflaba y no entraba aire a los pulmones. Le estaba poniendo aire tan fuerte como podía y también tratando de rodearlo y golpearlo en el pecho. Y, de repente, volvió en sí", contó Thompson, que tenía tan solo 26 años la mañana en que se convirtió en héroe. Aunque él siempre le restó importancia a su acto de heroísmo y asegura que fue la foto de Morabito la que transformó aquel rescate rutinario entre los empleados de la compañía eléctrica en un hecho inolvidable.

Cuando Randall fue subido a la ambulancia, Morabito utilizó otra vez la radio para avisar a su jefe que iba camino al diario con un material interesante. “Es posible que quieras esperarlo. Creo que tengo una muy buena foto”, le dijo. Llegó lo más rápido que pudo al Jacksonville Journal y empezó a revelar las imágenes que había sacado. Las de la huelga fueron descartadas y al ver la instantánea que había logrado, supo que su foto iría a la tapa del diario y recorrería los medios de todo Estados Unidos. Pero lo esperaba mucho más que eso.

La crónica del día con las fotos sacadas por Morabito.

Rocco Morabito ganó en 1968 el premio Pulitzer de fotografía de noticias por “El beso de la vida”, el nombre que recibió su mítica foto cuando un editor eligió ese título al publicarla, aunque no se tratara exactamente de eso. La fotografía se publicó en periódicos de todo el mundo y lo convirtió en una celebridad en La Florida. Durante años, la imagen sirvió de ejemplo en los cursos de compañías eléctricas y hasta de la Cruz Roja.

Su trabajo como fotógrafo en el diario continuó hasta que se jubiló en 1982. Champion se recuperó y siguió trabajando en la compañía eléctrica al igual que Thompson, con quien mantuvo una amistad que duró décadas. El contacto con Morabito también fue algo habitual, y los tres fueron fotografiados juntos en 1988 para conmemorar el último día de publicación del Jacksonville Journal, a pesar de que Champion estaba en el hospital recuperándose de una cirugía de bypass. Los problemas cardíacos se lo llevarían en 2002, a los 64 años. En 2009, a los 88, murió Morabito, que en sus últimos años estaba en un geriátrico, mientras que el héroe JD Thompson sigue contando la increíble historia de la foto que lo hizo inmortal.

Los tres protagonistas de la historia, juntos 20 años después.