El drama de una escuela ante la falta de un comedor: "Hay chicos que pasan hambre y se desmayan"

La secundaria Nº53 acusa una situación extrema que lleva a directivos y docentes a pedir donaciones a la comunidad marplatense. "Lo único que comen los alumnos todos los días son tartas de queso y ya están cansados", explicaron, a 0223.  

La escuela necesita platos, cubiertos, vasos y, sobre todo, ollas.

7 de Mayo de 2022 13:37

Por Redacción 0223

PARA 0223

La necesidad de un comedor para la secundaria Nº53 de Mar del Plata es cada vez más imperiosa pero la escuela no tiene recursos para abrirlo por sus propios medios y por eso apela a la solidaridad de los vecinos para tratar de conseguir donaciones y garantizarle a 300 chicos un plato de comida digno.

En el establecimiento, que funciona en el límite de los barrios Malvinas Argentinas y 9 de Julio, había un comedor pero dejó de funcionar en 2019, después de una serie de robos en donde los delincuentes se llevaron hasta las ollas del lugar.

Con el parate de los dos años de pandemia y el distanciamento de las aulas, la recuperación de los elementos quedó como una prioridad postergada para la escuela. Y hoy, con la presencialidad plena y la vuelta a la normalidad, la necesidad de volver a poner en funcionamiento el espacio ya reviste un carácter "urgente".

"Necesitamos abrir el comedor cuanto antes. A los chicos lo único que le están dando todos los días, desde el Estado, son tartas de queso. Y la verdad que están un poco cansados de comer siempre lo mismo, además de que esto no compensa todo el alimento que necesitan", explicó Verónica Álvarez, una docente del lugar.

En declaraciones a 0223, la trabajadora de la educación reveló que hay alumnos que padecen "hambre" al punto de sufrir desmayos. "A veces ya no quieren comer las tartas y ahí empiezan a tener dolores de panza o de cabeza", lamentó.

La dirección de la escuela busca gestionar los recursos faltantes con el Consejo Escolar, el organismo que debería garantizar la provisión de cada uno de los elementos, pero por temor a que la respuesta se dilate, tratan de conseguir materiales directamente a través de la solidaridad de los vecinos.

¿Qué falta? De todo. El comedor de la secundaria necesita platos y vasos de plástico, cubiertos y, principalmente, dos ollas de cuarenta y cinco litros. "Las ollas son carísimas y son una de las cosas más importantes que necesitamos para volver a abrir", afirmó Álvarez.

Cualquier persona interesada en colaborar con la comunidad educativa, se puede acercar a la calle Arturo Alió al 595 para hacer llegar algún tipo de ayuda a la secundaria.