Murió la joven que fue atropellada por dos borrachos frente a la cárcel de Batán

Desde el Hospital Interzonal General de Agudos (Higa) Oscar Alende confirmaron la muerte de la joven de 25 años que permanecía internada desde el 11 de abril después de haber sido atropellada por una Ford Ranger en la que iban dos hombres completamente borrachos que escaparon del lugar para irse a dormir.

Fuentes oficiales confirmaron a 0223 que este jueves a las 17 se materializó el peor desenlace para Tatiana Medina, cuyo pronóstico de salud había sido catalogado como "crítico" por los médicos desde un principio.

Producto del choque, se constató que la chica sufrió un "traumatismo de cráneo con pérdida de conocimiento" y, a pesar de los esfuerzos de los profesionales del Higa, su cuadro se agravó con el correr de los últimos días. Durante la internación, la familia pidió por dadores de sangre y vendió rifas para tratar de recaudar dinero en el marco del complejo proceso.

Allegados a la víctima también se comunicaron con la redacción de este medio para confirmar la triste novedad e indicaron que la joven tenía un hijo de 9 años. "Dejaron a un nene sin su mamá. Se tiene que hacer Justicia. No puede ser que cualquiera mate con un coche y no pase nada", expresó una amiga de "Tati".

Al tomar conocimiento de la muerte, la fiscalía de Delitos Culposos recaratuló la causa que investiga el hecho por "homicidio culposo". Los dos hombres que iban en la camioneta que provocó el choque fueron identificados a las pocas horas del impacto.

Borrachos al volante

El trágico siniestro se había registrado en la mañana del martes 11 de abril en el kilómetro 7 del paraje San Francisco, a muy pocos metros de la cárcel de Batán. Los ocupantes de la Ford Ranger fueron localizados gracias al aporte clave que hizo otro conductor que ocasionalmente vio el choque y pudo recordar el dominio del vehículo, un dato que luego precisó a la policía.

Después de una serie de tareas investigativas, los efectivos de la comisaría octava establecieron que los sospechosos vivían en una quinta de la zona.  El personal, entonces, emprendió su búsqueda y dio con su domicilio. Allí, un familiar les confirmó que ambos se encontraban en el lugar y que se habían acostado a dormir en evidente estado de ebriedad.

Ante la situación, se decidió convocar al personal de Tránsito y los inspectores municipales corroboraron que el presunto conductor tenía 1,49 gramos de alcohol por litro de sangre mientras que el hombre señalado como acompañante tenía 1,21 gramos de alcohol por litro de sangre.

La camioneta fue secuestrada inmediatamente y será sometida a peritajes en las próximas horas para esclarecer el siniestro y poder determinar con precisión quién estaba al mando del coche al momento del impacto.