Vecinos en guerra: una medianera, un auto incendiado, tiros y un gato muerto

Corría el año 1991 cuando la familia Borrazas compró una propiedad en Alberti al 700 y quiso delimitar el inmueble con una medianera que desató una verdadera batalla campal con su vecino, el candidato presidencial Mauricio Yattah. Crónica de una pelea insólita que terminó en la justicia.

La familia Borrazas deseaba construir una medianera y recuperar los metros de jardín de los que se habían apropiado los Yattah. Foto: Revista Noticias

7 de Mayo de 2023 18:19

Los conflictos vecinales están a la orden del día: problemas por ruidos molestos, discusiones porque no está claro quién debe realizar la poda cuando un árbol traspasa los límites de la propiedad, discusiones por problemas, filtraciones con las mascotas suelen ser el origen de las rencillas más comunes entre colindantes. Pero en 1991, Mar del Plata se sorprendió cuando una familia que recién había adquirido una propiedad en el barrio Stella Maris quiso modificar la ligustrina con la que se dividía la propiedad y levantar un pared para tener más privacidad.

La iniciativa, aunque autorizada originalmente por por el departamento de Obras Privadas del Municipio, tuvo un final impensado que derivó en “La guerra de la medianera”. Es que, de acuerdo a los planos, la medianera debía atravesar el living de su vecino, familiar de los primeros propietarios de la vivienda.

Un error de cálculo y un motín en la zanja

Cuando en 1947 la familia Yattah compró dos terrenos en Alberti al 700 - Alberti 768 y Alberti 740-, jamás pensaron que terminaría en una contienda que ocuparía las primeras planas de los diarios y revistas nacionales. La idea original era comprar dos lotes y construir allí una vivienda para cada uno de los hijos del matrimonio. Todo funcionó en total armonía: en una de las viviendas separadas por una ligustrina vivían los Yattah con su hijo, el abogado devenido en un poco convencional candidato presidencial Mauricio Yattah y en la otra, su hermano junto a su esposa.  En 1990, luego de enviudar, la mujer decidió poner en venta la propiedad, operación que efectuó en marzo de 1991.

En abril de 1991, por fin llegaron los nuevos propietarios: el Juez Ricardo Borrazas y su pareja, Olga Pristupa. Tras instalarse en la vivienda, notaron que el cerco, si bien era vistoso no le brindaba la privacidad suficiente y decidieron, para darle mayor precisión y no tener inconvenientes con sus vecinos, llamar a un agrimensor para iniciar la construcción de la medianera. El resultado de la medición los sorprendió: los Yattah estaban 2.40 metros dentro de su propiedad. 

Días más tarde, comenzó a trabajar una cuadrilla de obreros en la vivienda. Todo parecía desarrollarse sin inconvenientes: el desmalezado se realizó en una tarde sin problemas, pero, cuando los albañiles comenzaron con el zanjado para rellenar los cimientos de la pared, se encontraron con que, si continuaban con el trazado recto del surco debían ingresar al living de la vivienda lindera. Decididos a recuperar los metros de jardín que consideraban que los Yattah “habían usurpado”, pero sin ánimo de perjudicar a sus vecinos, los Borrazas habían desviado el zanjado los metros en los que estaba edificada la vivienda, del otro lado se encontraron con una firme resistencia por más que los nuevos propietarios habían decidido desviar el surco. 

1993: Guerra declarada

Los Yattah tampoco estaban dispuestos a perder los metros de jardín que consideraban suyos y judicializaron el problema. Luego de cinco audiencias de mediación en las que no llegaron a ningún acuerdo y la guerra quedó declarada oficialmente un mes más tarde. Para evitar el avance de la obra, Mauricio Yattah estacionó su Torino sobre dos tablas que colocó a 45 grados sobre la zanja que habían realizado los obreros. Por la mañana, encontró a modo de respuesta el vehículo incendiado, entonces el contador transformó la chatarra en una obra de arte que tituló "monumento a la indefensión jurídica". La escalada de violencia desde entonces fue en ascenso.

Amenazas de incendio, rociadores con ácido y kerosene dentro de la zanja eran parte de las postales diarias con las que los obreros debían convivir hasta que, una mañana de junio, mientras los obreros comenzaban a cimentar la medianera fueron testigos de una escena digna de una película clase b. Atentos al interés que generaba, los medios seguían el caso con notas que copaban la primera plana, entonces, el contador no dudó en convocarlos y sobre la hora de la cita le recostó sobre el material aún húmedo y, desde allí dio una conferencia de prensa.

En una particular conferencia de prensa, Yattah anunció la creaxión de la lLiga contra la Corrupción. Foto: Diario La Capital.

Allí, anunció de acuerdo al reporte del Diario La Capital su decisión de “resistir en la trinchera a riesgo de ser sepultado” y la creación de la “Liga contra la corrupción y el maltrato judicial”  y la creación de la “Liga contra la corrupción y el maltrato judicial”.  Ante este espectáculo, los obreros decidieron retirarse.

Para julio de 1993, la Revista Noticias informaba que el conflicto vecinal había agotado el circuito de los tribunales marplatenses. Se habían presentado 125 denuncias y contradenuncias, se oficiaron 30 causas y 40 jueces se habían excusado del caso por conocer a una de las partes implicadas o por sentirse agraviados por la vehemencia con la que Yattah se refería a ellos en los medios de comunicación. Durante la feria judicial de invierno de ese año, finalmente se designó como “Juez ad hoc” (es decir nombrado o designado para ese caso concreto) a un abogado de la matrícula para resolver el problema que ya se había convertido en un caso de interés nacional.

El expediente judicial es tan extenso como atrapante y cada nueva foja era publicada en Cadena Nacional. El 27 de abril, Olga Pristupa denunció que Yattah la golpeó con una pava de agua hirviendo y trató de “arrancarle los ojos con sus manos”. Un mes mas tarde, de acuerdo al Diario La Capital, el contador apuñaló a Borrazas. “Dos vecinos lo encontraron recostado sobre un pilar, con una mancha de sangre en el abdomen mientras gritaba “Detengan a ese hombre”, consigna en su edición del 24 de mayo del mismo año el periódico matutino. En el artículo detalla que Yattah agredió al juez armado con “un cuchillo doméstico y un balde metálico a manera de escudo”.

Las acciones de Yattah tuvieron su represalia: el 12 de julio, de acuerdo al informe de la Revista Noticias, da cuenta siempre de acuerdo al relato de Yattah, que los Borrazas se asomaron por la ventana abrieron las canillas de la cocina de su propiedad y, cuando vieron que se aproximaba, le dispararon con un arma de aire comprimido.

Mauricio Yattah aseguraba tener una cicatriz de una herida de arma de aire comprimido. Foto: revista Noticias

Durante ese año, “La guerra de la medianera” tuvo una víctima fatal: Carolina, la gata mestiza de la madre de Yattah fue “víctima de estrangulamiento extremo”, aunque la denuncia solo quedó en las afirmaciones de los dueños de la mascota ya que ningún profesional veterinario constató el motivo del deceso del animal cuyo cadáver el contador se encargó de exhibir en los pasillos de tribunales.

En octubre de ese año, el contador decidió mudarse cansado de los avatares de la guerra sin fin que había entablado con sus vecinos que se negaban a cederle los 2.40 metros que junto a su madre habían incluido como propios sin considerar las delimitaciones catastrales.

El después

“La guerra de la medianera” dejó un sabor amargo para ambas partes: los Yattah abandonaron la propiedad familiar y se mudaron a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, mientras que, como resultado de la contienda, Ricardo Borrazas fue destituido de su cargo como Juez Civil y Comercial, decisión que fue apelada por el letrado pero no tuvo lugar en la Suprema Corte de Justicia, que dejó firme el fallo en 1997 y se alejó de la escena pública.

Yattah, por su parte, continuó con la Liga contra la corrupción y el maltrato público y en 2015 se presentó como candidato a presidente en las elecciones Primarias, Abiertas, Simultaneas y Obligatorias (Paso). Fiel a su estilo, el cierre de campaña lo realizó en Mar del Plata a punta de megáfono, pero contó con una particularidad: al acto no asistió ni siquiera su compañera de fórmula.

Durante el escrutinio, el contador que había basado su campaña en la honestidad y la lucha contra la corrupción cosechó 82.900 votos, cifra que no le alcanzó para llegar a la elección general que consagró presidente a Mauricio Macri

El 1 de abril de 2021, el pintoresco personaje marplatense falleció a los 71 años. El deceso fue comunicado en la cuenta oficial de Facebook desde la que hacía campaña con la Liga contra la corrupción. “Lamentamos informar que Mauricio Yattah ha fallecido. Fue hallado sin vida en su domicilio el día jueves 01/04/202”, indicaba el texto.

“A sus 71 años, seguía utilizando todos los recursos a su alcance en pos de sus convicciones. Deja atrás más de 30 años de lucha constante contra el sistema político y burocrático y una prolífica obra escrita, tanto de teoría política como de pedagogía. Profundo conocedor de los actores y las tramas de la política y la corrupción, nunca se dejó comprar por ellos, manteniéndose fiel a sus ideas, cosa que le costó la impopularidad y la marginación en la que estuvo”, indicaba el texto que aún puede leerse en la cuenta Mauricio Yattah Presidente Ya.