Brilló en Hollywood y terminó sus días trabajando en una funeraria marplatense

Compartió set con Greta Garbo y Bela Lugosi. En la década del '40 se radicó en Argentina y se destacó como uno de los primeros galanes. Falleció el 30 de enero de 1974 en la ciudad donde, lejos de las cámaras, trabajó como maestro de ceremonias de una funeraria céntrica.

Paul Ellis falleció en la Gruta de Lourdes.

23 de Julio de 2023 13:50

Cuando Benjamín ítalo José Ingenito Paralupi O'Higgins abandonó la ciudad de Buenos Aires para probar suerte en el cine mudo de Estados Unidos, jamás imaginó que se convertiría en uno de los galanes latinos más solicitados de Hollywood. Bajo el nombre artístico de Paul Ellis llegó a compartir cartel con Mary Astor, Greta Garbo y Bela Lugosi.

Tras destacarse como deportista en los Juegos de los Interaliados de 1919, Paralupi decidió abocarse de lleno al séptimo arte. Un año más tarde de su participación deportiva, decidió probar suerte en “la meca del cine”, donde trabajó como guionista, productor, director y actor. El hombre estaba más que preparado para afrontar el desafío de “pasar del otro lado de las cámaras”, pero se enfrentaba con un problema para la época: tener un nombre latino no era atractivo para la industria de Hollywood por lo que decidió adoptar el seudónimo de Paul Ellis.

 A los años de estudio en materia de dramaturgia se le sumaba un detalle no menor: hablaba cuatro idiomas. Esto junto a su porte de galán lo convirtieron, cuando por fin alcanzó su primer papel en el tanque del séptimo arte, en un galán indiscutido y exitoso.

Su primer gran film fue Marihuana, el film del género explotation dirigida por Dwain Esper y escrita por su esposa, Hildegarde Stadie, que se estrenó en 1936 y causó estupor en el mundo del cine. Aunque su gran papel llegó en 1939 cuando compartió cartel con Greta Garbo y Bela Lugosi en Ninotchka.

Convertido en galán latino, Ellis volvió a la Argentina a mediados de la década del '40 y brilló en películas como “La senda oscura” (1947), “El seductor” (1950), “Stella Maris” (1953) y “La telaraña” (1954). Un año después, a poco de cumplir 60 años, el consagrado actor se radicó en Mar del Plata donde alejado de las cámaras caminaba sin prisa por las calles de la ciudad donde se desempeñó como Maestro de ceremonias en una reconocida casa velatoria.

"Mi vida fue siempre una cosa que estuvo entre una llegada y una partida", aseguraba el actor que, de regreso en Argentina trabajó bajo la dirección de Homero Cárpena en Stella Marys, el film en el que debutó Nora Cárpena y narra la historia de los pescadores del puerto marplatense.

De acuerdo al relato de Mario Ingénito, hijo de la celebridad, en “Historia de Mardel”, Ellis pasó sus últimos días en el Hogar de enfermos crónicos de la Gruta de Lourdes. “Mi padre pasó allí  de la religión del juego (quería morir, desplomándose sobre un tapete verde) a la de Cristo y arengaba a todos sus compañeros para que no se perdieran la Eucaristía. Allí fue curado gracias a la ciencia de los médicos y la devoción de las Hermanas”, sostuvo. 

Ellis falleció allí el 30 de enero de 1974. En su edición del 31 de enero, el diario La Razón publicó un breve recuadro titulado “Una de las Glorias de Hollywood terminó sus días en Mar del Plata” en el que da cuenta que el actor “desde hacía varios años habla tomado a Mar del Plata como lugar de residencia”.

"Fue el único actor de Hollywood que pudo ensombrecer la mítica postura de Adolfo Valentino y que amó a las más deslumbrantes bellezas de la época de del cine, además de ganar una fortuna en dólares y ser un embajador fulgurante todos los países del mundo", señalaba el periódico.

Desde entonces, los restos del hombre convertido en un símbolo de la masculinidad latina de los años 30 descansan en el Cementerio Parque de la ciudad.