Lo mataron a fierrazos en la cabeza y su crimen está impune: el misterioso final de "La Pancha Quebracho"

A Héctor Alberto Juárez lo asesinaron en su humilde casa de Alto Camet. Amigos descubrieron el cadáver en la noche del 21 de agosto de 2022, cuando fueron a saludarlo. Un año después, la Justicia no tiene sospechas del posible criminal y los allegados denuncian que la causa está "cajoneada". "El asesino está suelto. Estamos todos en peligro", advierten, a 0223.

Con sus performances, Juárez se convirtió en un verdadero ícono del transformismo en Mar del Plata.

25 de Agosto de 2023 19:02

El fierro con el que lo mataron a golpes en la cabeza es el único rastro concreto que hoy conserva la fiscalía. A un año del salvaje crimen en el barrio Alto Camet, los allegados a Héctor Alberto Juárez, más conocido en el ambiente artístico del under marplatense como “La Pancha Quebracho", denuncian que los “asesinos siguen sueltos” y que la Justicia tiene la causa “cajoneada”.

“Nunca detuvieron ni demoraron a nadie, y hoy no hay nada de nada. El problema es que el asesino o los asesinos que hicieron esto siguen sueltos entre nosotros. Alguien tiene que hacer algo porque estamos todos en peligro”, pide Lautaro Reyes, amigo de la víctima, al cumplirse el doloroso aniversario del hecho.

En la noche del 21 de agosto de 2022, unos amigos fueron a saludar “La Pancha” hasta su humilde casa de Alto Camet, tocaron la puerta pero nadie respondió. Finalmente, cuando lograron ingresar, encontraron el cadáver. Después, el informe preliminar de la autopsia confirmó que el hombre de 57 años sufrió un paro cardiorespiratorio, dislaceración cerebral y una fractura de cráneo producida por golpes dados con un “elemento contundente”.

Ese elemento fue secuestrado por las autoridades durante la inspección que se hizo a la vivienda pero después no hay muchos más indicios del crimen. Según cuenta el amigo de Juárez, la fiscal Romina Díaz llegó a citar a amigos y familiares para tomarles declaración en la primera etapa de la instrucción pero no fue capaz de endilgarle el crimen a ningún posible sospechoso.

Un “amigovio agresivo”

En los primeros días que sucedieron al asesinato, Reyes dice que algunas voces del grupo íntimo que frecuentaba “La Pancha” empezaron a sospechar de un “vecino que era muy agresivo”. “Dos por tres se mandaba algún hurto o algo y se le metía de prepo a La Pancha en la casa. Era como un amigovio”, explica.

Así lucía Héctor Juárez como "La Pancha Quebracho".

Sin embargo, el allegado asegura que en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Nº6 “ni siquiera lo llamaron a declarar”. “Yo creo que cajonearon la causa. No sé por qué no investigan”, expresa, e insiste: “Lo que hoy le quiero pedir a la fiscal Díaz es que se comprometa con la causa y si no que la derive a otra fiscalía, no sé. Pero no puede quedar un crimen impune y más un hecho con tanto salvajismo”.

Un factor que también desconcierta al entorno más cercano a “La Pancha Quebracho” es que no se trataba de una persona con “enemigos o cuentas pendientes”. “La Pancha era re alegre y vivía tipo indigente, era re sencilla y humilde. Imposible que tuviera enemigos. Incluso le llegaron a robar tantas veces que ya no reponía nada. Últimamente calentaba las cosas en un bracero o en un horno de barro porque le habían sacado hasta la garrafa”, afirma el hombre.

El otro drama familiar

Para la familia Juárez, el último año ha sido extremadamente difícil. No sólo por la repentina y brutal pérdida de Héctor, sino por la extraña desaparición de Clemente Juárez, su papá. En mayo, el jubilado, de 80 años y con mal de Alzheimer, se fue de vacaciones a Termas de Río Hondo, en Santiago del Estero, y a los pocos días se reportó como desaparecido. Desde entonces, no hay más novedades sobre su paradero.

“La realidad es que hoy la familia tiene dos causas policiales sin poder tratar: la desaparición del padre, que no se sabe si está vivo o si está muerto, y la de La Pancha, que obviamente la mataron, pero también sin Justicia, sin detenidos, sin nada”, lamenta Reyes, en declaraciones a 0223.

La búsqueda que difundió la policía de Santiago del Estero.

Un ícono

Lautaro Reyes ha trabajado cerca de distintas figuras y en estos añoos su nombre volvió a tener una fuerte presencia en los medios por su labor como mánager de Zulma Lobato. Reyes recuerda que se mudó a Mar del Plata a los 27 años y asegura que ya en ese entonces “La Pancha Quebracho” era una figura fuertemente instalada en el under. “Era un ícono. Era muy conocida acá porque fue uno de los primeros transformistas”, explica.

“La Pancha era muy desopilante. Siempre estaba de buen humor, era alegre, divertida, y no  se hacía drama por ningún problema: si era pobre, era pobre, si tenía para comer comía y si no tenía no comía. Nunca demostraba tristeza y tampoco era de pedir ayuda o de molestar a la gente para que la ayuden”, remarca el amigo.

Zulma Lobato con Lautaro Reyes.

La última vez que “La Pancha” se presentó en público fue el viernes 16 de julio en “El Punto Lounge”, ubicado en Mitre al 2010, en donde compartió escenario con otros transformistas, como Santiago Flores, Fede Carey, Fabulosa y Elektra. Y todavía hoy sobreviven algunos afiches con la cara del artista que se colocaron en las calles de Mar del Plata para insistir con el reclamo de Justicia.

“Yo a veces paso por los lugares donde se pegaron esos afiches y veo la foto de La Pancha ahí y realmente no puedo creer que todavía no se haya cerrado esa causa. Lo que pasa es que cuando no hay Justicia, uno tampoco puede hacer el duelo porque la herida queda abierta para siempre”, expresa Reyes.