Genealogía y épica para un circo futuro o el arte de la resistencia

El espíritu es de resistencia. El protagonista, una compañía de circo que, en su carpa, resiste los embates sociales más diversos. Resisten las políticas que van en detrimento del desarrollo cultural de nuestro país, resisten pandemias y crisis económicas, como también las modas vacuas y superficiales que impiden el desarrollo de otros lenguajes poéticos posibles.

Facundo Mosquera (circo La audacia) y Manuel Santos Iñurrieta (Los internacionales), previo a la pandemia, decidieron escribir un espectáculo juntos. Dos años después y una pandemia encima, el resultado es Genealogía y épica para un circo futuro. La historia de una resistencia y de la búsqueda de públicos posibles, teniendo en cuenta la necesidad de salir a vivir y cargar de vida su propio arte.

Pero, ¿Cómo se actualiza el lenguaje del circo a los tiempos que corren para competir con todo lo que hay ahora? Manuel Santos Iñurrieta responde: “De hecho hay un momento del espectáculo donde los personajes piensan con el público, ese es el gran desafío también, hay que pensarlo con el público. Porque los teatreros debemos pensar en el teatro, pero también al público al que nos dirigimos y con el que construimos en común el acontecimiento poético teatral. Me parece que es de una importancia superlativa el tener que poner la oreja en las cosas que suceden y nos suceden, esas que nos atraviesan.

-Una vez lograda la magia para enganchar al público, también es un desafío mantenerlo…

-Sí, la magia empieza a funcionar y eso se siente función a función, segundo a segundo, pero también, así como se construye esa magia, se disuelve en un segundo. Me gusta poner el ejemplo de los títeres, que para mí es un universo alucinante. Cuando aparece un títere todos quedamos prendidos de esa magia, y esa magia también inicia y corta con la destreza del titiritero y del poeta. Puede enganchar o desenganchar rápidamente todo y eso es lo audaz. El circo tiene eso de atractivo y de filoso al mismo tiempo también.

-¿Cuál es el lugar que ocupa Claudio Gallardou?

-Con Claudio tenemos un vínculo muy estrecho. Yo trabajo en el Centro Cultural de la Cooperación y con él trazamos un vínculo afectivo y artístico hace muchos años. Él participa como voz en off que busca dialogar con los actores que realizan la escena, le habla al director de la obra y a los personajes, todo en sintonía. Él, siendo payaso y teniendo la profesión y el oficio de payaso, se lució. Se nota que la carpa lo moviliza, se piensa a sí mismo como un actor que viene de esa genealogía del circo. Claudio es una persona muy generosa y talentosa. Aporta mucho desde su conocimiento como teatrero y como payaso.

Genealogía y épica para un Circo Futuro se despliega a partir del humor y del absurdo, encontrando determinados momentos muy poéticos. Vale la aclaración: “Es una obra de teatro que habla sobre el circo. Pero fue pensada como obra de teatro”.

La aclaración viene a cuenta porque su estreno es en la carpa del circo La audacia, Jardines de Casa del Mar (Scaglia 5400), este próximo jueves 11 de enero a las 21. Pero luego se trasladará al Espacio Teatral Cuatro Elementos, Espacio Agua, en Alberti 2746, los jueves de enero y febrero a las 22. “El doble estreno es por la significación que tiene hacerlo en la carpa del circo La audacia, por su historia, por la festividad que tienen cualquier circo, pero también porque ellos tuvieron algunos acontecimientos como realizadores y como protagonistas que les pegaron duro como la pandemia y todo lo anterior. Entonces, había que estrenarla en la carpa, lo consideramos así a modo de eppur si muove, como que ‘Aquí estamos’. Tiene esa simbología, pero vale aclarar que no es la historia del circo La audacia, sino una obra de teatro sobre el circo”, sostiene Manuel Santos Iñurrieta.

Con la participación de Mario Carneglia, Guillermina Miravé, Facundo Mosquera y la música original de Claudio Solino, Genealogía y épica para un circo futuro es ese gesto de confianza en el porvenir que destaca a los artistas de este país. El circo como algo universal, histórico, como una metáfora, al decir de Federico Fellini, “De la vida, donde hay alegría, tristeza, riesgo, emoción y sorpresa".