El duro relato de la víctima atacada de 30 puñaladas por el actor de cine: “Me quiso matar como a un animal”
Débora relató lo sucedido, detalló que su atacante es su expareja y padre de su hija y agradeció que "el cuchillo con el que corto las pizzas no estaba tan afilado porque me mataba".
Por Redacción 0223
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Afortundamente, la mujer de 45 años atacada por el actor de cine en un barrio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sobrevivió tras recibir 30 puñaladas. Y luego del horrible episodio, Débora brindó declaraciones a la prensa sobre lo sucedido. Durante su relato, detalló que su atacante, Sergio Raúl Sarria, su expareja y padre de su hija, durante su relación de 23 años ya había sido violento en reiteradas ocasiones.
“Entró por la fuerza, atacó a mi compañero, después me atacó a mí. Me atacó con alguna navaja, algún cuchillo que él trajo, después con un cuchillo con el que yo trabajo en la pizzería”, relató Débora.
Y añadió: “Gracias a Dios no estaba tan afilado porque si no seguramente me podría haber asesinado porque es un cuchillo como de carnicero con el que corto las pizzas. Me pegó por todos lados, me golpeó la nariz. Tengo una apuñalada dentro de la órbita del ojo derecho. El ojo también está medio complicado”.
La desopilante escena ocurrió pasadas las 20 en una pizzería que se ubica en el barrio porteño de Núñez (Caba), situada en la intersección de Quesada y avenida Cabildo. Acto seguido, Sarria arribó al local, saltó el mostrador y comenzó a atacar a la víctima con un arma blanca. Como resultado, Débora recibió 30 puñaladas.
“Me quiso matar como un animal, la verdad. Cuando me atacó no me dijo nada, mientras me atacaba tampoco me decía nada, solo sé que me pegaba, me pegaba, me pinchaba por todos lados. Todas las puñaladas que tengo son en las costillas, en el cuello, en la cara, en el ojo. Fue terrible, aterrador”, manifestó la víctima.
El vínculo entre Débora y su atacante
De acuerdo a sus testimonios, la mujer de 45 años detalló: “Yo estaba separada de él hace un poco más de un año, viví 23 años con él, y en esos 23 años siempre hubo violencia. Nunca lo denuncié porque, qué sé yo...cuando uno vive ahí no tomás conciencia cuando estás en ese círculo vicioso”.
Y finalizó: “Es el padre de mi hija, entonces siempre supuse que si lo denunciaba le hacía alguna especie de daño. Nunca pensé en mí. Nunca lo denuncié. Siempre hubo violencia, bastante violencia, pero no, nunca fui capaz de denunciarlo. Sí, con mi hija pude hablar. Ella está desolada, pobre, está triste, porque ella más que mal es su padre y ella le tiene cariño”.
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