Propuesta de vecinos de Plaza Mitre vuelve a poner en debate la regulación de los cuidacoches

Solicitaron instalar bicisendas y extender el estacionamiento medido para dispersar a los “trapitos”. Con varios puntos en común, hay tres proyectos de ordenanza en espera. Concejal del Pro directamente planteó su prohibición.

Hace dos años los bloques coincidieron en la importancia de regularlos, aunque hubo un desacuerdo en un punto crucial. Foto: archivo 0223.

9 de Abril de 2024 07:57

Es un debate histórico que entre 2021 y 2022 el Concejo Deliberante pareció estar cerca de saldar pero finalmente se frustró. Los acuerdos eran casi totales entre oficialismo y oposición, a excepción de un punto que fue imposible de consensuar. Ahora, el tema vuelve a estar dentro de la agenda legislativa, aunque impulsado por el reclamo de un grupo de vecinos de Plaza Mitre que denuncian una problemática generalizada por el accionar violento de un grupo de “trapitos”.

La regulación de los cuidacoches es una de las grandes cuentas pendientes de la política marplatense y el tópico volvió a decir presente en la última reunión de la Comisión de Seguridad, donde se abordó la nota que días atrás presentaron vecinos de la plaza fundacional para pedir medidas concretas que dispersen a las personas que generan conflictividad. Las iniciativas propuestas son dos: la instalación de una bicisenda en el entorno de la plaza y la extensión del Estacionamiento Medido en la vereda izquierda en Yrigoyen entre Colón y Falucho.

Hay toda una problemática de inseguridad en la plaza que tiene que ver con ausencia de alumbrado, falta de visibilidad, dificultad de atravesarla en la noche y una preocupación de los vecinos porque las personas que trabajan cuidando coches amenazan a vecinos que tienen diferencias respecto al uso del espacio público”, remarcó la concejala Eva Ayala, presidenta de la Comisión de Seguridad. Enmarcó el caso específico en una situación general de un incremento en la conflictividad en las plazas y espacios públicos, a la par que pidió un abordaje social desde el gobierno municipal.

En palabras de Diego García, desde el kirchnerismo remarcaron que “el Estado debe ocuparse para tratar de resolver este problema”, si bien el edil acentuó que las dos propuestas de los vecinos “no creo que sean la solución”. En particular, respecto de la extensión del medido, al contemplar que los cuidacoches igualmente se desempeñan en la zona céntrica donde rige el sistema. Por su lado, el libertario Emiliano Recalt coincidió es que “no es por ahí la solución”, aunque destacó la importancia que los vecinos se comprometan en la seguridad, a la par que se preguntó por las acciones del Ministerio de Seguridad.

La Comisión de Seguridad volvió a debatir aspectos vinculados a la regulación de los cuidacoches. Foto: prensa HCD.

Los representantes del Pro en la comisión protagonizaron gran parte del debate en Seguridad. Florencia Ranellucci destacó los operativos reiterados que se hacen desde el gobierno, la coordinación con la UTOI de provincia y la importancia de la línea de Wasap donde se pueden denunciar actitudes violentas de los cuidacoches. Enfatizó, como lo hizo la propia Comuna en un comunicado la semana pasada, que el 70% de los “trapitos” no son de Mar del Plata. Al no tener un domicilio, “se generan rancheadas en las plazas y al vecino le incomoda, no es una convivencia ideal”.

Tal vez la exposición de Julián Bussetti sea la más relevante a futuro: “es algo que debería estar prohibido”, manifestó, tras recordar que hay una ordenanza de los ´60 que regula la actividad, aunque es “anacrónica” y de hecho no se implementa. “Es una extorsión muchas veces lo que hacen, te están cuidando de ellos mismos”, agregó. Desde su experiencia como vecino de la zona de Plaza Mitre, matizó el conflicto debido a que tiene un factor estacional, donde una vez pasado el verano la mayoría de los cuidacoches ya se fueron de la ciudad.

La postura del concejal del Pro contrasta con el que proyecto que propio oficialismo presentó en 2021, partiendo de una lógica regulacionista y no abolicionista, donde retomaba varios aspectos de la propia iniciativa de Vilma Baragiola (UCR) de años atrás. El proyecto tuvo como respuesta uno propio del entonces Frente de Todos, con elementos similares a los anteriores, los cuales llegaron a ser debatidos en una jornada de trabajo en el Concejo Deliberante, con la presencia de legisladores, funcionarios y cuidacoches.

En todos se coincidía en la necesidad de regular, donde la Municipalidad entregaría un carnet habilitante solo para residentes, con criterios de conducta y la prohibición de exigir una contribución, ya que debe ser voluntaria. Sin embargo, un requisito trabó el consenso: el Pro proponía que los cuidacoches no debían contar con antecedentes penales, algo que fue rechazado de cuajo por la oposición, argumentando su inconstitucionalidad.

Organizaciones enfocan la actividad desde una perspectiva de la economía popular y piden derechos.

 

El pedido de los vecinos

En el escrito, una veintena de residentes del sector alertó a los concejales de la situación “insostenible” que aseguran vivir día a día, por lo que diseñaron dos medidas que desalienten la presencia de cuidacoches, a quienes responsabilizan por el incremento de la conflictividad en los últimos meses.

Como primera intervención proponen la construcción de una bicisenda contigua a la vereda que rodea toda la plaza, es decir en avenida Colón, San Luis, Falucho e Hipólito Yrigoyen. Además de para el tránsito de bicicletas, serviría para otras actividades como caminar y correr. “No sólo mejorará la seguridad y la movilidad de los peatones, sino que también reducirá significativamente el espacio disponible para estacionamiento”, aseguraron en la misiva.

Complementariamente, también plantearon la habilitación de estacionamiento medido en la vereda izquierda en Yrigoyen entre Colón y Falucho. “Reducirá drásticamente la extorsión de los trapitos al limitar el estacionamiento libre y desincentivar su permanencia en la zona”, sostuvieron sobre la medida que extendería la zona de estacionamiento pago que hoy llega a Colón en sentido ascendente.

En la nota elevada al Concejo Deliberante, los vecinos afirmaron que la plaza ya no un “lugar de encuentro” sino un “terreno hostil e inseguro”, por lo que pidieron intervenciones orientadas a resolver la problemática. En ese marco, también hablaron de  “invasión a nuestro espacio común” con “una apropiación indebida de la plaza por parte de individuos que operan al margen de la ley”.