Opus XV, un sueño que pervive en Mar del Plata

La soñó Armando Blumetti en los 80. Desde su inicio nunca dejó de tocar. Una historia marcada por su gran convocatoria y la falta de espacios para ensayar, pero siempre se sostuvo con el acompañamiento de la gente amante de la música.

Con Opus XV Armando Blumetti cumplió su sueño de una big band.

1 de Junio de 2024 12:59

En los años 20, mientras el jazz se expandía, aparecieron las big band, orquestas con arreglos musicales innovadores y mucha potencia que se volvieron todo un fenómeno cultural. Pero Mar del Plata tuvo que esperar hasta los 80 para cubrir esa faltante. Y se pudo dar gracias al sueño de un gran músico y arreglador: el maestro Armando Blumetti.


Opus XV tiene su nacimiento en el año 1981. Según cuentan, al maestro Blumetti se le despertó el sueño luego de escuchar en el ya desaparecido Teatro Ópera de Mar del Plata a la clásica banda del trompetista Harry Haag James. Hoy la big band sigue vigente, solo transitó una pausa en sus presentaciones cuando Armando falleció, pero José Di Virgilio, actual director de la Opus XV Big Band, propuso volver a los ensayos y a las presentaciones, algo que fue aceptado inmediatamente por todo el resto de la banda.
Opus XV es una de las bandas más antiguas de Mar del Plata. Sus inicios no fueron sencillos debido a que la cantidad de músicos que había en la ciudad para su composición, sobre todo saxofonistas, trombonistas y trompetistas, no era como lo es hoy en día. Pero Blumetti contaba con una base que estaba conformada por su baterista Lito Blanco, el bajista Beto Isi, Jorge Isi en saxo tenor, Liliana Obanda como primera voz y su mejor amigo el “Negro” Salinas que tocaba el saxo tenor también. Luego fue sobrellevando cambios e ingresos, como el de Roberto Irusta en trompeta, quien luego fue director de la Banda Sinfónica, junto con Carlos Poletti, Pocho Villar y Delfor Romairone, así como Daniel Pali en el trombón. Luego se completaba en la línea de saxos con Carlos Rey en saxo alto y José Pastini con saxo barítono.


Di Virgilio ingresó a la banda en el año 83 y recuerda lo difícil que era sostenerla: “Fue difícil porque del 81 al 2000 sufrió muchas modificaciones, gente muy mayor que se jubilaba y dejaba Opus XV, pero que te recomendaba a otro para su lugar. Yo tuve la suerte de tocar con muchos de la camada vieja, pero hoy es muy distinto porque hay un gran y muy buen semillero de músicos en la ciudad”.
Uno de los componentes de las big band eran los arreglos musicales. Experimentaban nuevas formas de combinar instrumentos buscando armonizar de manera que resultara un sonido más bien amplio y que gustara a la audiencia. Los arreglos no eran trabajo sencillo. En Opus XV, de todo se encargaban Armando Blumetti, dueño de un oído exquisito y una maestría en el arte de tocar.


Armando era un visionario y, además, un enamorado de la música. Su sueño de joven fue siempre formar una big band de jazz, porque él ya tenía una orquesta con la formación chica, bajo, batería y piano, más saxo tenor, trompeta y trombón, que era la orquesta de baile, la que usaba cuando los clubes o los hoteles lo contrataban. Pero él siempre se ilusionaba con formar una big band para tocar Serenata a la luz de la luna y lo logró. Hoy se consiguen partituras de manea más fácil, pero en aquel momento era escribir y escribir, copiar de los discos. Por ahí él conseguía alguna partitura para todos los instrumentos y eso era mucho trabajo, pero él lo
hacía además de todos los demás proyectos que llevaba adelante”, comenta el hoy director de la big band.

A mediados de los 80, los lugares preferidos para la música eran los teatros y algunos bares. En Mar del Plata, el Teatro Auditorium y el café Orión eran espacios de culto. Ahí se daban lugar la Rambla Vieja Jazz Band y, por supuesto, Opus XV. También se recuerda una confitería ubicada en Irigoyen y Rivadavia, Café Francés, donde todos los fines de semanas había presentaciones. Di Virgilio cuenta que, “En el verano de 1986, la Rambla Vieja Jazz Band estaba un sábado en Orión y Opus XV en el Café Francés y al siguiente, nosotros en el Orión y ellos en el Café. Nos turnábamos los lugares y la gente no sabía a dónde ir”.
-Eso habla, entonces, de convocatorias masivas, de mucha gente que los seguía…
- Se convocaba un montón de gente. Mirá, la capacidad de la confitería Orión, que la llamaban la catedral del jazz en ese momento, era de unas 110 personas, ya 120 era una locura. Un día, la Opus XV metió 150 personas, no se podía ni respirar. Pensá que en aquella época se podía fumar adentro. Ese día estaban todas las puertas abiertas, las ventanas, fue divino. Cuando hacíamos el Teatro Auditórium lo mismo, mirá que hay que llenarlo y nosotros lo hacíamos.

Opus XV Big Band volverá a presentarse el próximo viernes 7 de junio en el Teatro Colón.

Lo más problemático para la banda siempre fue el espacio físico acorde al número de músicos para los ensayos. Fue una constante a lo largo de su existencia hasta que recién en los últimos años, el Teatro Colón permitió que hicieran sus ensayos y algunas presentaciones ahí. Pero antiguamente iban trasladándose por muchos lugares como: la Casa de los músicos, el Sindicato de los músicos y en otros tantos lugares que ya no existen.
El repertorio lo armaba el propio Blumetti. Partía de una combinación de ritmos que marcaban el pulso de la presentación, pero también aquellos temas que a la gente le gustaba como Serenata a la luz de la luna, un clásico entre las interpretaciones de Opus XV. “Yo me sigo emocionando con Serenata a la luz de la luna, con De buen humor o con Collar de perlas. Ahora vamos agregando cositas algo más modernas, pero yo me sigo emocionando al ver el placer de la gente y las imagino bailando con el calor de la orquesta y es maravilloso. Cuando me toca anunciarlas me acuerdo mucho de Armando porque a él la cara se le transformaba cuando lo hacía. Él siempre decía que había que tocar lo que la gente venía a escuchar”, recuerda Di Virgilio.

Opus XV en todo su esplendor en el Teatro Colón.

Su nombre, Big Band Opus XV, se conforma de una interesante mezcla de tradición y nomenclatura de la música clásica con el jazz, provocando una experiencia de sonido fascinante. También suele pensarse desde el número de participantes de la banda. Opus XV tuvo sus 15 músicos en sus inicios, pero en la actualidad son un total de 18 por sumar un trombón más, la guitarra y una trompeta.
En sus inicios, ese número no era caprichoso si uno lo piensa desde el número de integrantes que tenían las orquestas típicas de baile que no bajaban de más de 12 músicos como aquella de Troilo y Goyeneche. La referencia también le permitía al maestro Armando Blumetti sumar, cada tanto, algún tanguito en el repertorio. Mientras la banda descansaba, él hacía subir un bandoneonista y junto con el piano deleitaban al público. ¿Su argumento?: “Hay que darle al público lo que el público vino y quiere escuchar”. Toda la sapiencia de un maestro de la música y del espectáculo.


Poco a poco, la Opus XV logró ganarse su lugar en el espacio cultural de la ciudad de Mar del Plata. Mucho antes de que el jazz se expandiera por la ciudad como lo hace hoy en día con sus festivales y ciclos, Armando Blumetti cumplió su sueño de que una big band perteneciera también al patrimonio intangible de nuestra cultura marplatense. La Opus XV encantaba al público y lo sigue haciendo al ritmo de sus instrumentos y arreglos musicales. Armando Blumetti estará orgulloso por la permanencia de su sueño


(*) Opus XV Big Band se presentará el próximo viernes 7 de junio a las 21 horas en el Teatro Colón.