La historia de los pioneros que construyeron La Catedral del Golf: desde los médanos de Mar del Plata hasta la llegada de figuras célebres… y el inesperado nacimiento de la salsa golf

Desde los arenales marplatenses de 1894, el Mar del Plata Golf Club se erigió como un hito deportivo y social. Un recorrido por su historia revela la influencia británica, la creación de la célebre salsa Golf y un diseño arquitectónico que lo define como un referente en la región. Toda una leyenda forjada en la audacia y el ingenio de un grupo de ingleses a fines del siglo XIX. La historia del Mar del Plata Golf Club es un fascinante relato de cómo la pasión por un deporte de élite convirtió un terreno baldío en "La Catedral del Golf" de Sudamérica.

El Mar del Plata Golf Club, apodado "La Catedral del Golf" por la dificultad y belleza de su cancha tipo links británico.

27 de Septiembre de 2025 09:10

Según las crónicas de la época, corría el año 1894 cuando el golf llegó a las costas marplatenses. Los primeros entusiastas, la mayoría británicos, comenzaron a practicar el deporte en la playa La Perla. Era una escena curiosa: hombres vestidos con ropas de lana y gorras, intentando dominar la pequeña pelota entre la arena y las olas. Sin embargo, su estancia en ese lugar fue efímera. La búsqueda de un espacio más adecuado los llevó a recorrer distintos puntos de la ciudad. Probaron suerte en la zona del Casino, luego frente al Torreón del Monje, un lugar que por entonces era conocido como la Playa de los Ingleses, y, finalmente, detrás de la actual Catedral.

La razón de esta constante migración era simple: los británicos se quejaban a menudo de la cantidad de curiosos que se aglomeraban a su alrededor, interrumpiendo constantemente el juego.

Entonces, un día de 1897, un veraneante inglés llamado Thomas Ferguson recorrió la ciudad con un solo propósito: encontrar un lugar para jugar al golf. Al borde de las barrancas que hoy son la calle Leandro N. Alem, se topó con un paraje desolado y ondulado. Con un golpe de ingenio, y uno de sus palos, lanzó una pelota que, para su asombro, cayó en una depresión natural, perfecta para un green. En ese instante, supo que había encontrado el sitio ideal. Ferguson, sin más herramientas que su visión, trazó los primeros nueve hoyos de lo que se convertiría en un club de referencia.

La cancha se amplió a 18 hoyos en 1915.

Su hazaña atrajo a otros entusiastas, en su mayoría ejecutivos y trabajadores del Ferrocarril del Sud, quienes ya jugaban en terrenos improvisados. Estos pioneros, entre los que se destacaban V. G. G. Scroggie y Federico Carliste, decidieron que era hora de formalizar su pasión. El 6 de diciembre de 1899, un grupo de ellos, con el apoyo de Frank Henderson y John Ballantyne del ferrocarril, contactó a Juan Dentone, una figura clave. Este golfista no solo era un jugador talentoso, sino un visionario. Su misión: diseñar y construir una verdadera cancha.

De la fundación a la consolidación

Bajo el liderazgo de Dentone, los médanos de Playa Grande se transformaron. El 17 de enero de 1900, el Mar del Plata Golf Club fue fundado formalmente. De los arenales vecinos a la playa, antes de que existieran el puerto o la Base Naval, se extraía la arena para los bunkers, una imagen que hoy resulta casi poética.

Con el tiempo, el club creció en tamaño y prestigio. En 1903, un socio donó la primera casilla de madera, el primer local del club, que sirvió como refugio y lugar de encuentro. La cancha se amplió a 18 hoyos en 1915, demostrando que la visión original de Ferguson no había sido un simple capricho. La institución continuó expandiéndose, atrayendo a una sociedad distinguida que acudía al club no solo a jugar, sino también a tomar el té y socializar, tal como lo describía un manual de viajes de la época.

El golf Club luego de su fundación en 1900.

El ícono arquitectónico y la salsa Golf

El Club house actual es más que un edificio; es una joya arquitectónica. En 1921 se decidió la compra de una manzana frente a los links, y cuatro años después, en 1926, se inauguró el majestuoso Club House. Su estilo Tudor y la nobleza de sus materiales lo convirtieron en uno de los edificios más emblemáticos de Mar del Plata. Es una postal que define el paisaje de Playa Grande, imponente y señorial, y que fue visitada por figuras como el Príncipe de Gales, quien luego sería el rey Eduardo VIII.

La construcción de la sede comenzó en 1922, tras la presentación de varios proyectos bajo seudónimos. El elegido, “Plus Two”, evocaba directamente el espíritu del golf. La obra se levantó sobre una antigua cantera, y fue precisamente de allí que se extrajo la piedra que dio forma a cada rincón del edificio.

Inspirada en el estilo Tudor, en alusión a los orígenes históricos del golf, la casa fue concebida con una obsesiva atención al detalle. Desde Europa llegaron no solo los materiales nobles como el mármol, sino también los utensilios más cotidianos: cacerolas de cobre, cristalería fina e incluso la papelería utilizada para redactar menús y cartas. Nada se dejó al azar.

Su estilo Tudor y la nobleza de sus materiales lo convirtieron en un edificio emblemático.

La inauguración oficial tuvo lugar el 21 de marzo de 1926, y desde entonces, la sede se convirtió en un ícono de elegancia y tradición. Su distribución interior refleja una combinación de funcionalidad y refinamiento. En la planta baja se encuentran el living, los toilettes, el vestuario femenino y la secretaría, que en sus comienzos funcionaba como salón de té decorado con un delicado estilo francés. También se ubican allí la cocina, el comedor y una galería de piedra que originalmente era abierta.

El espacio incluye además una sala de juegos y televisión, y un antiguo bar reservado para caballeros que con el tiempo se transformó en un cálido sector infantil. En el entrepiso se disponían el cuarto de la telefonista, la peluquería, los vestuarios masculinos y de cadetes, una sala de juegos y cuatro dormitorios. Finalmente, el segundo piso albergaba 16 habitaciones, completando así una estructura que respira historia en cada detalle.

Pero si el Club House es su estandarte arquitectónico, hay otro legado que pocos conocen: la creación de la salsa Golf. La historia cuenta que el doctor Luis Federico Leloir, premio Nobel de Química de 1970, solía almorzar en el club. Aburrido de la mayonesa que acompañaba sus langostinos, experimentó mezclándola con otros aderezos hasta dar con una combinación que lo cautivó. Sus amigos se encargaron de difundir la receta, bautizándola en honor al lugar de su nacimiento: la salsa Golf.

Con el tiempo, el club creció en tamaño y prestigio.

Los lotes y sus dueños

En los comienzos del club, no estaba del todo claro quién era el propietario del terreno donde los ingleses habían instalado su campo de golf. Ante esa incertidumbre, recurrieron a Ernesto Tornquist, reconocido banquero y figura influyente, quien mantenía una relación cercana con los Peralta Ramos, la familia fundadora de Mar del Plata.

Durante un viaje a París, Tornquist se reunió con Jacinto Peralta Ramos, representante de la familia, y consiguió que le otorgaran el permiso para utilizar el terreno de forma gratuita durante cinco años. La negociación se llevó a cabo en presencia de Carlos Pellegrini, ferviente admirador de la ciudad, lo que inclinó la balanza a favor del pedido.

Históricamente estuvo en manos de la provincia de Buenos Aires, y en 2000, a partir de una propuesta del radical Néstor Saggese, la propiedad se transfirió al municipio. En 2001, la comuna firmó con la Asociación Amigos del Golf Club Mar del Plata una concesión de uso, explotación y preservación del inmueble por 30 años a cambio de un canon anual. La concesión vencería en diciembre de 2031 y se ha solicitado que, luego de ese tiempo, se incorpore a la ley de Paisaje Protegido y se convierta en un gran parque público como tienen las ciudades más importantes del mundo.

El mismo lugar donde nació la Salsa golf.

La leyenda del "Moro" 

Entre los grandes nombres que marcaron la historia del club, uno resplandece: Aurelio "Moro" Castañón. Nacido en España y llegado a Mar del Plata de niño, Castañón comenzó como caddie en 1916. Con el tiempo, su talento y dedicación lo elevaron a ser el primer profesional del club. Ganó el Campeonato Argentino de Profesionales en dos ocasiones y se convirtió en una figura fundamental para la difusión del golf en el país. El club, en honor a su legado, nombró el tee de práctica con su nombre, un gesto que subraya la profunda conexión entre el hombre y la institución.

El Mar del Plata Golf Club, apodado "La Catedral del Golf" por la dificultad y belleza de su cancha tipo links británico, bautizada así por el inolvidable Roberto de Vicenzo, ha sido escenario de incontables torneos y ha forjado su propia mitología. Por él han transitado jugadores y personajes reconocidos como el general estadounidense John Joseph Pershing, el Príncipe de Gales, Sean Connery, el expresidente Marcelo T. de Alvear, el también expresidente de los Estados Unidos George Bush, el premio Nobel Luis Leloir, entre otros tantos.

Cada uno de sus fairways y greens cuenta la historia de una institución que, desde un puñado de médanos, se elevó para convertirse en un ícono.