Ataque piraña de motochorros en Playa Grande: "Son violentos e impunes"

Guillermo Messina, el motociclista de 57 años que sufrió un intento de robo el domingo en Playa Grande a plena luz del día, contó en primera persona la pesadilla que vivió junto a su pareja en inmediaciones de la Rotonda del Golf, donde un grupo de motochorros se le abalanzó encima.

"Yo volvía de Miramar, había ido a tomar un café con mi novia. Cuando subimos por Playa Grande me encontré con que estaba toda la mano atorada. En el otro carril había 100 motociclistas y en ese momento se me vienen cinco pibes encima que intentaron sacarme la llave", explicó a 0223 Mesina, quien también es presidente de la empresa de remises Remicoop.

En la secuencia, que duró cerca de 30 segundos, los delincuentes lograron tirar a su pareja al asfalto mediante empujones, por lo que él atinó a tirar al piso la moto Voge 650DS que conducía en pos de frustrar el robo. "La tienen que levantar entre dos o tres", razonó.

En ese momento, los autos que se encontraban atascados en el carril de Formosa y la costa comenzaron a tocar bocina para alertar la situación e incluso otros motociclistas de la caravana lo auxiliaron.

"Son 30 segundos en los que forcejeás, ponés primera para escapar y no podés. Me gritaban ‘Bajate. Bajate. Bajate’. Uno no sabe si están armados. Más allá de los golpes, me robaron la tranquilidad de salir a andar en moto. Son violentos e impunes", aseveró el motociclista.

Messina confió que en la zona de Playa Grande había un ambiente familiar, con personas tomando mate en ese sector de la costa, y que sólo fue atacado por cinco de los más de 100 motociclistas que encabezaban la caravana. "Son algunos que manejan una impunidad, se metieron en ese grupo y aprovecharon. No quiero estigmatizar", dijo.

"No es una moto tan costosa, lo hacen simplemente por daño. Se llevan la moto y la prenden fuego. No me entra en la cabeza. He ido a Chile, Perú, Bolivia y nunca me pasó nada y me pasa en la costa de Mar del Plata", lamentó el hombre.

Mesina pidió más controles por parte de las fuerzas de seguridad para persuadir a los grupos de motociclistas que circulan por distintos puntos de la ciudad, cometiendo distintas infracciones de tránsito y poniendo en riesgo la vida de terceros. "Están todos los domingos ahí. Ponés cinco patrulleros y un par de conos y se soluciona. No es tan difícil. Ellos a la Policía le tienen miedo. Si los querés encontrar, van a estar ahí el domingo", aseguró.