En extrañas circunstancias, apareció el juego de boccia que le habían robado a un competidor de los Juegos Bonaerenses
Fue este jueves, luego que desde la delegación de Escobar difundieran el pedido solidario. Los detalles.
Por Redacción 0223
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Afortunadamente hubo buenas noticias y un miembro de la delegación de la ciudad de Escobar que había sido víctima del robo de un set de boccia, pudo recuperar los costosos elementos tras el pedido solidario que se difundió este jueves.
Sergio Masanelli tiene 28 años y hace 15 que juega boccia, un juego paralímpico -similar a las bochas- que utiliza unas pelotas especiales. Esta semana el joven - que posee una parálisis cerebral- viajó junto hacia Mar del Plata para participar de las finales de los Juegos Bonaerenses, con la ilusión a cuestas pero este miércoles se despertó con la peor de las noticias: le robaron dos maletines con las 13 esferas que usa para competir.
Tras la difusión del hecho, en las últimas horas aparecieron los maletines que alojaban las bolas, que no poseen valor de reventa pero al ser de origen extranjero, tienen un costo muy elevado para sus participantes.
“Se hizo tan viral que por suerte aparecieron: un señor vino en persona y las dejó en el hotel donde estábamos alojados ya que habíamos difundido que se las habían robado en esta cuadra. Llegó a decir a los conserjes que las había encontrado a 4 cuadras del lugar. Así que estamos por demás agradecido a esa persona, que no pudimos verlo”, contó Marcela, la mamá de Sergio.
"Ayer al final tuvo que competir con unas boccia prestadas y le fue muy bien. Y cuando volvimos, nos dieron la noticia así que Sergio estaba muy feliz. Hoy compite con su equipo", contó alegre, la mujer, que según anticipó, consiguieron el contacto del hombre que encontró el juego y le agradecerán en persona.
La boccia se remonta a la Grecia Clásica, es una compleja combinación de táctica y habilidad y se practica de forma individual, por parejas o equipos, sobre una cancha rectangular en la que los jugadores tratan de lanzar sus bochas lo más cerca posible de la pelota blanca que sirve de objetivo, a la vez que intentan alejar las de sus rivales, en un ejercicio continuo de tensión y precisión. El deporte de la boccia lo practican personas en silla de ruedas que tienen parálisis cerebral o discapacidad física severa y que se colocan en uno de los extremos del campo, desde donde lanzan las bochas.
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