Dónde queda el campo que compró el Dibu Martínez y la felicidad de su esposa en Mar del Plata: "Un sueño cumplido"

Emiliano Martínez vive el fruto de sus esfuerzos. Tras pelearla de chico en las plazas del puerto y los clubes de Mar del Plata, irse siendo un adolescente a vivir solo en Avellaneda donde jugó con las inferiores de Independiente y emigrar a Inglaterra a los 17, padeció el profesionalismo pero le llegó lo merecido: campeón del mundo y mejor arquero del planeta en 2022, comenzó a disfrutar a lo grande desde entonces.

Sin embargo, más allá de lo que permite el reconocimiento y las posibilidades económica, al Dibu le sigue generando felicidad estar en la ciudad. Cerca de los suyos: su familia y sus amigos. Junto a Mandinha, su esposa, y sus hijos, regresó a la ciudad para instalarse en la reciente propiedad adquirida.

“Un sueño cumplido”, escribió la pareja del portero del Aston Villa junto a varias publicaciones en sus redes sociales en la que presentó la nueva casa. En la primera fotografía, la pareja aparece abrazada y sonriente en el extenso predio que rodea la propiedad, reflejando la alegría por este nuevo capítulo familiar. Posteriormente, Mandinha, quien es diseñadora de interiores, compartió videos que permiten apreciar detalles del hogar: la vivienda se encuentra en un amplio terreno verde, con una estética que privilegia la madera en ventanas, muebles y suelos, lo que aporta un aire rústico y cálido. La luminosidad es otro de los rasgos destacados, gracias a grandes ventanales que inundan los ambientes de luz natural.

En el exterior, la galería se distingue por un piso de baldosas blancas y negras, decorada con una mesa redonda y sillas, mientras que las columnas lucen plantas trepadoras podadas y césped prolijamente cortado. La impronta de Mandinha como diseñadora se percibe en cada rincón, y algunos elementos recuerdan a la residencia que la familia posee en Birmingham, donde Dibu Martínez desarrolla su carrera profesional en uno de los clubes de la ciudad.

El campo se ubica en cercanías de Sierra de los Padres, un lugar que bien conocen los marplatenses, sinónimo de naturaleza. Seguramente eso comprendió de chico Emi, aquel que correteaba en los recreos de la Sagrada Familia y se tiraba a los pies de cualquiera como si fuera Fillol. Esa vida de película, que pronto tendrá su documental, ya no es ficción. El campeón del mundo sigue cumpliendo sueños.