De casa a Palacio: cómo se transformó el edificio municipal con el paso de los años
Construido en 1938, como parte del Plan de Remodelación y Puesta al día, el edificio que fue el primero en Mar del Plata en contar con un reloj con tecnología automática. Cómo se fue modificando hasta tener su fisonomía actual
Por Redacción 0223
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Mar del Plata no siempre contó con un palacio municipal tal como lo conocemos hoy, de fachada austera con el único atractivo a la vista de un gran reloj automático. Antes de la construcción del edificio, la ciudad contaba con una casa municipal en la que se centraba la vida política de la incipiente ciudad.
De acuerdo a los registros de la época, la Casa Municipal se construyó en 1881. Pero, con la llegada del turismo aristocrático se creyó conveniente un edificio de mayor porte y, el intendente Fortunato de la Plaza dispuso en 1889 la construcción de una gran casona que destaque sobre las casas de la villa balnearia frente a la Plaza América (actual plaza San Martín).
En los óleos de entonces se puede apreciar la gran construcción junto al destacamento policial sobre la actual Avenida Luro y unas pocas viviendas alrededor y sobre la loma, la capilla de Santa Cecilia.
Pero no fue hasta 1938 que Mar del Plata tuvo su Palacio Municipal. El nuevo edificio formó parte del "Plan de Remodelación y puesta al día de Mar del Plata", impulsado en la década de 1930 por el gobernador bonaerense Manuel Fresco.
El encargado de la construcción del palacio fue Luis Falcone sobre un proyecto de Alejandro Bustillo que pensó para Mar del Plata en un diseño que rememoraba el neorenacentismo florentino del siglo XVI, pero no dejaba de lado el modernismo con una fachada austera y una altura de 40 mts.
En 1938 el intendente Jose Camusso, decidió demoler la casa municipal para dar paso al Palacio que se desarrollaría en un subsuelo, tres niveles y un entrepiso. “Volumétricamente es un prisma rectangular al que se le suma en forma asimétrica sobre la Avenida Luro, una torre de 40 metros de base cuadrada, que contiene una escalera”, se detalla.
La descripción fría indica que los exteriores son desprovistos de ornamentaciones y lo que más se destaca es la logia sobre la calle Hipólito Yrigoyen, de doble altura formada por tres grandes arcos de medio punto.
Su esquema de planta central esta organizada en torno a un gran hall de doble altura, se desarrolla en cuatro niveles y un subsuelo.
El diseño de la fachada excluye elementos decorativos, logrando una relativa unidad estilista entre los exteriores y los interiores, libres de ornamentos. Llegando con ello y conjuntamente con su sólido cuerpo prismático, la logia del piso alto y la torre ubicada simétricamente.
En el segundo piso del edificio se encuentra el Honorable Concejo Deliberante; el recinto posee piso de roble de Eslavonia y raíz de nogal y revestimiento de madera (boiserie) en las paredes, de un metro y medio de altura desde el zócalo. Los bancos de madera del público, el crucifijo de madera y bronce, el reloj y un cuadro con la imagen de José de San Martín pintado al óleo y con marco dorado, son algunos de los objetos que se mantienen desde el comienzo. Otros que fueron cambiados -como las bancas de los concejales-, o trasladados a distintos lugares, como es el caso de un cuadro del General Juan Martín de Pueyrredon, que se encuentra en el Museo José Hernández
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