Ovnis en Mar del Plata: los casos más impactantes y las experiencias de los testigos desde 1940

Mar del Plata nunca estuvo ajena a este fenómeno y, desde la década de 1940 en adelante, se convirtió rápidamente en una ciudad con avistamientos continuos: en 1947, en 1963, en 1965, en 1972 y hasta pasado el año 2000. Las coincidencias de los testigos y los vuelos sobre el mar a alta velocidad.

De Objetos voladores no identificados (OVNIs) a Fenómenos aéreos no identificados (FANI).

9 de Marzo de 2025 08:37

Recientemente, el fenómeno OVNI ha ganado un nuevo nivel de legitimidad con el interés de gobiernos y científicos. A la aparición de drones misteriosos sobre la ciudad de Nueva York, se debe agregar el surgimiento de comisiones formadas por grupos de expertos del Congreso de Estados Unidos, que citaron y escucharon el testimonio de antiguos militares que afirman que el ejército estadounidense podría saber mucho más de lo que se ha revelado hasta ahora. Además, informes desclasificados de agencias de defensa en diferentes países han revelado casos que, hasta el momento, carecen de una explicación concreta. Todo esto no solo alimenta la intriga, sino que también desafía las miradas tradicionales sobre lo que conocemos del universo y nuestras capacidades para investigarlo. ¿Qué significa esto para el conocimiento humano? ¿Es algo conmocionante para la especie humana o una confusión colectiva ante lo desconocido? ¿O solo un mecanismo más del propio sistema para distraernos?

Lo cierto es que el fenómeno OVNI, o UAP (Unidentified Aerial Phenomena), que en español se traduce como Fenómenos Aéreos No Identificados (FANI), como se les llama ahora para quitarles la connotación de ciencia ficción, es mucho más antiguo de lo que parece. A lo largo de la historia, la humanidad ha proyectado en el cielo su curiosidad y sus incertidumbres. En casi todas las culturas y épocas han surgido relatos sobre luces inexplicables y formas inusuales que se mueven en el firmamento. Estos avistamientos, aunque a menudo rodeados de escepticismo, han despertado la imaginación de millones, planteando preguntas fundamentales sobre nuestra existencia y nuestro lugar en el cosmos.

Mar del Plata, por supuesto, no ha sido la excepción. De hecho, se asegura que es la ciudad con más avistamientos OVNIs del país. ("En poco más de 75 años, se confirmaron casi 250 casos, lo que la convierte en una suerte de ‘ciudad elegida’, aunque no cuente con la difusión que sí tienen otras ciudades serranas en este tema", se informaba hace poco en 0223.)

Solo un 5% de los casos pasa el test de certidumbre que lo valida como avistamiento.

Pero hagamos un poco de memoria: muchos coinciden en que el 27 de julio de 1947, dos pescadores de la ciudad observaron una extraña luz que se transformó en discos giratorios, lo que dio inicio a una serie de avistamientos en la región. Según las crónicas de entonces, durante la madrugada de ese día, los pescadores locales vieron mar adentro "una extraña fulguración, que avanzaba hacia la costa a gran velocidad y se transformó, vista desde más cerca, en una masa ígnea compuesta por grandes discos que giraban vertiginosamente".

Rápidamente, los objetos cambiaron de dirección hacia la Agrupación de Artillería Antiaérea, donde los testigos indicaron que los "platos" continuaron su viaje hacia la zona de Balcarce. Este hecho dio inicio al registro OVNI y comenzó a consolidarse la imagen de Mar del Plata como la ciudad con más avistamientos de Objetos Voladores No Identificados (OVNIs). Años después, el fenómeno exigió que la ciudad contara con su propia Comisión de OVNIs (la primera del país), dedicada a evaluar cada caso y determinar si realmente se trataba de un fenómeno OVNI o solo de casos fraudulentos, fenómenos naturales o confusiones.

Hilera de objetos sobre el Torreón del Monje

Según narra Héctor P. Anganuzzi en Historia de los platos voladores en la Argentina, a partir de julio de 1968, un grupo de estudiantes adolescentes, frente a la playa La Perla, comenzó a ver objetos no identificados. “Entre sus integrantes figuraban Mario Rumeser, Carlos Oviedo, Alberto Gamen, Hugo Santaella, Osvaldo Fernández, Jorge Acuña, Mario Sardazuk, Jorge Preciosa y Mario Torres. El día 8, por ejemplo, aseguraron haber visto tres OVNIs procedentes de diferentes puntos, dos de Mar Chiquita y uno del Torreón del Monje. Se encontraron y, al fusionarse, desaparecieron a increíble velocidad. Dos noches después, los ‘extraños’ efectuaron la misma operación, pero los objetos que se unieron eran cinco, y la masa así formada avanzó hacia la costa. ‘Tuvimos miedo', confesó Santaella, 'y nos fuimos sin apuro porque ya los conocemos, pero sin ganas de quedarnos’”, se describe en el libro.

No obstante, a la noche siguiente, según Anganuzzi, los jóvenes sumaron más testigos. Raúl L. Benítez (jubilado bancario) y su hijo Ricardo (casado, con dos hijos), movidos por la curiosidad, miraron hacia el mar y lograron ver detrás del Torreón un “fenómeno luminoso”. Fue cuestión de segundos, pero al llegar a la costa pudieron ver al objeto detenido sobre el mar. "Mientras contemplaban su cambiante luminiscencia, descubrieron otro OVNI que, viniendo desde el sur, rápidamente llegó hasta el primero. Ambos reanudaron su velocísima marcha hacia el norte, perdiéndose de vista. Los Benítez se dirigieron entonces hacia La Perla, donde, a la altura del monumento a Alfonsina Storni, las dos luces reaparecieron, realizando extrañas evoluciones: se detenían, volvían sobre su marcha, retomaban la ruta hacia el norte y luego se aproximaban hacia la costa, a tal punto que los testigos pudieron apreciar su forma discoide, con el diámetro aparente de la luna llena. Daban la sensación de girar sobre su eje, emitiendo luces que variaban del rojo al azul y al violeta. Luego de acercarse y alejarse varias veces, uno de los OVNIs pareció hundirse en el mar, mientras que el otro permaneció en el aire a baja altura, para apagar súbitamente sus luces y desaparecer”, se narra.

La relación directa que se hace entre el fenómeno y la existencia de vida extraterrestre ha dado lugar a todo tipo de teorías y engaños.

Para dejar aún menos dudas, la madrugada del 12 de julio, “el encargado de la torre de control del Aeropuerto local, Sr. Hugo Castiñeiras, junto con sus ayudantes Raúl A. Tolosa y Pío Schupp”, aseguraron haber visto con “estupenda claridad” un misterioso objeto celeste que se movía en zigzag de oeste a este. Los jóvenes también aseguraron que, en una de las noches, un fotógrafo y un periodista de uno de los diarios locales asistieron al lugar y avanzaron por una de las escolleras que ingresa al mar, la que está cerca de la pileta frente a la piedra de Ameghino. Desde allí, mirando hacia el Torreón del Monje, apareció un objeto volador haciendo zigzag hacia arriba. Los testimonios afirman que el fotoperiodista logró obtener tres fotografías del OVNI. "En ellas se aprecia un cuerpo claro, ovalado, con una pequeña estela, que deja percibir en su parte media un sector opaco", se describió en los medios al día siguiente.

Otros casos

El año 1963 estuvo marcado por varios avistamientos en la ciudad, pero uno de los más relevantes ocurrió el sábado 16 de noviembre de 1963. Su principal característica fue que un gran número de personas lo observó. Se trató de un objeto alargado, como un “cigarro”, que cruzó la línea del horizonte a gran velocidad. Según los testimonios, sobrevoló la zona oeste de la ciudad a gran velocidad durante unos 15 minutos y emitía luces blancas y azuladas. Un centenar de personas coincidieron en la forma alargada, como un cigarro, y que despedía luces intermitentes entre blancas y azuladas. El hecho ocurrió entre las 0:30 y las 0:45 horas. Parecía balancearse suavemente hasta que salió disparado hacia el norte. Las maniobras que realizó despejaron las dudas de los testigos sobre la posibilidad de que se tratara de algún fenómeno meteorológico o de otro tipo de aparatos.

El 20 de agosto de 1965, el diario La Razón de Buenos Aires informó que, en Mar del Plata, en la zona ubicada entre “Pino y el Monolito”, se vieron cruzar objetos luminosos por el cielo. Estos coincidían en forma con las descripciones dadas de los OVNIs.

En 1969, según se cita en el mismo libro, un destacado meteorólogo del Observatorio de Mar del Plata, el profesor Leandro Barrios, contó que en 1951 fue testigo de la presencia de un punto luminoso que “rotaba a causa de sus pequeñas oscilaciones”. Tenía forma redondeada, cierta coloración blanca tenuemente azulada y un tamaño impresionante. El lugar estaba cerca del Faro de Punta Mogotes y, en forma de parábola, desapareció en el cielo oscuro.

Fechado el 9 de febrero de 1972, el archivo de imágenes de material histórico Difilm, comparte el testimonio de Galileo Scaglia, en ese momento director del Museo Municipal de Ciencias Naturales, describiendo los hechos que presenció a las 23:05 de la noche anterior. Según cuenta, estando en la terraza de su casa, observó sobre el horizonte, de sur a norte, una "nave central, seguida por cinco objetos más pequeños a una distancia equidistante". Luego, apareció otro objeto que se detuvo frente al mar. Scaglia identificó a los objetos como “naves” y manifestó la emoción que sintió por la “nitidez con que se las veía”.

Más recientemente, en agosto de 2015, alguien tomó fotografías de la Luna y en ellas aparecieron luces extrañas sin explicación.

En diciembre de 2021, una mujer con su celular tomó una imagen de la Luna y Venus, pero también apareció un objeto luminoso cruzando una trayectoria.

Un fenómeno que espera respuestas

El fenómeno OVNI, o como ahora se denomina en muchos informes oficiales, Fenómenos Aéreos No Identificados (FANI), ha evolucionado de ser un tema relegado a la ciencia ficción y la especulación popular a convertirse en un asunto de interés científico y gubernamental. En los últimos años, informes como los del Pentágono y la NASA han arrojado luz sobre cientos de avistamientos, muchos de los cuales han sido explicados como fenómenos naturales o tecnológicos, pero otros permanecen sin una respuesta concluyente. Una reflexión clave es cómo este fenómeno nos desafía a ampliar los límites de nuestra comprensión científica. La falta de datos concluyentes en muchos casos no solo alimenta el misterio, sino que también subraya la necesidad de desarrollar tecnologías más avanzadas para identificar y analizar estos eventos.

La relación directa que se suele hacer entre el fenómeno y la existencia de vida extraterrestre ha dado lugar a todo tipo de teorías, así como a engaños. Hoy, cuando se habla de ellos, se pueden estar refiriendo a posibilidades como mundos paralelos, viajeros del tiempo o intraterrestres, entre otras hipótesis. Pero también puede ocurrir que un objeto no identificado pase a ser identificado. De hecho, a este diario, desde la Sociedad OVNI Marplatense le han dicho que “del total de casos que reciben, solo el 5% pasa el test de certidumbre que lo valida como avistamiento. El 95% son descartados, ya que se trata de fenómenos aéreos que no son tenidos en cuenta, o de embarcaciones con mucha luminosidad”.

En Mar del Plata, hace poco tiempo, se llevó a cabo un encuentro organizado por la Fundación Argentina de Ovnilogía. Cabe destacar que, en las más de cinco horas que duró la reunión, la cantidad de participantes superó ampliamente la capacidad del salón elegido. Esto indica que el valor de las preguntas que plantea el fenómeno sigue siendo incalculable.

En última instancia, el fenómeno OVNI o FANI nos invita a reflexionar sobre nuestra curiosidad innata y nuestra capacidad para enfrentar lo desconocido. Más allá de las respuestas que podamos encontrar, el simple hecho de explorar estas preguntas nos recuerda que el universo sigue siendo un lugar lleno de misterios por descubrir.