"No corras que te vuelo": dos motochorros balearon a un joven que se tomaba el colectivo para ir a trabajar

El joven fue atendido en una Unidad de Pronta Atención, pero su hermana le quitó el suero y decidió trasladarlo por sus propios medios a un hospital.

Los agresores lograron escapar del lugar.

16 de Mayo de 2025 09:41

Por Redacción 0223

PARA 0223

Un joven de 20 años fue baleado ayer por la madrugada en la localidad bonaerense de Virrey del Pino, dentro del partido de La Matanza: repentinamente, fue abordado por dos motochorros que intentaron robarle el celular en la zona del kilómetro 41 de la Ruta 3. La víctima, que fue identificada en las últimas horas como Alexandro, se dirigía a tomar el colectivo para ir a trabajar cuando fue interceptado por los ladrones.

Posteriormente, el chico se resistió al asalto y recibió un disparo en la cara y otro en la pierna izquierda, aunque se encuentra fuera de peligro. El hecho tuvo lugar alrededor de las 4.20 de la mañana, en la intersección de Arengreen y Manzanares, mientras el damnificado circulaba rumbo a la parada del colectivo que lo llevaría a su empleo en un lavadero de autos en Temperley.

Según relató su propia hermana, los asaltantes lo amenazaron diciéndole “no corras que te vuelo”, pero el agredido decidió avanzar hacia el ladrón que se había bajado del vehículo. En ese momento, uno de los acusados disparó a corta distancia, rozándole la cara y alcanzando su pierna izquierda, donde el proyectil entró y salió sin comprometer órganos vitales. Tras el ataque, los sospechosos escaparon del lugar en el rodado, dejando al joven tirado y pidiendo ayuda.

Durante varios minutos nadie lo asistió, hasta que una pareja que pasaba con su auto lo reconoció, se detuvo y lo trasladó de inmediato a la Unidad de Pronta Atención (UPA) del kilómetro 37. Allí, recibió las primeras curaciones por parte de los médicos, mientras que sus conocidos volvieron al kilómetro 41 a buscar a Gisella, la hermana de la víctima, para acompañarla al nosocomio.

En la UPA, le informaron a la joven que no era necesario trasladar a su familiar a otro centro de atención, pero ella tomó la decisión de interrumpir el suero y llevarlo por sus propios medios a un hospital. La chica explicó que subieron a un colectivo de la línea 620 hasta González Catán y desde ahí tomaron un remis hasta el hospital, donde finalmente le realizaron curaciones, radiografías y suturas en la cara y en la pierna. Luego de permanecer algunas horas en observación, el joven fue dado de alta.