Mayor pobreza muldimensional, más empleo y menos ayuda social: los datos sobre la situación económica en Mar del Plata

El estudio fue publicado por la reconocida plataforma Mar del Plata entre Todos, en conjunto con el Observatorio de la UCA y con datos obtenidos del Indec. Los detalles.

Pobreza Multidimensional: un informe revela datos alarmantes. Foto ilustrativa: 0223.

6 de Agosto de 2025 09:47

Por Redacción 0223

PARA 0223

El último informe de la plataforma de participación ciudadana “Mar del Plata entre Todos”, desarrollado en conjunto por el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA), brindó especial atención sobre la delicada situación económica que enfrentan miles de familias en nuestra ciudad.   

El trabajo refleja los datos que surgen de la Encuesta Permanente de Hogares (Indec) y muestra los resultados obtenidos respecto de las condiciones de pobreza e indigencia de familias marplatenses que afrontan restricciones estructurales en salud, educación, acceso al trabajo y calidad de vida, entre otros.

En 2024, el indicador de pobreza multidimensional, elaborado por el Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA-UCA), volvió a exhibir niveles preocupantes en Mar del Plata: advierte que el 23,5% de los hogares se encontraban por debajo del umbral, con 52,0% presentando al menos una carencia y 35,1% dos o más. “Si bien estos valores mejoran respecto del pico pandémico de 2020 (28,1%), siguen siendo superiores al piso de 2018 (18,7%)”, detalla el escrito.

Desde el punto de vista monetario, la Encuesta Permanente de Hogares elaborada por el Instituto de Estadística y Censos (EPHINDEC) mostró, para el aglomerado Mar del Plata-Batán, que la pobreza por ingresos alcanzó al 28,9% de los hogares y la indigencia al 3,3% en el segundo semestre de 2024, por debajo del 2023 (estaban en 37,7% y 11.9%, respectivamente). Aun con la desaceleración inflacionaria a fines de 2024, la pobreza se mantiene en niveles superiores a los observados antes de la pandemia del coronavirus.

Midiendo el segundo trimestre de 2024, la brecha de ingresos se redujo respecto a la pandemia, pero continúa elevada: el 10% más pobre (primer decil) percibió apenas $132.063, el decil medio (quinto) $370.775 y el 10% de mayores ingresos (décimo decil) $1.794.800.

Mejoró el empleo y hay más familias con ingresos laborales 

Por otra parte, el estudio remarca que el mercado laboral “evidenció una mejora sustancial: la proporción de población activa sin ingresos cayó del 17,4% en 2020 al 5,9% en 2024, mientras que la tasa de desocupación ampliada descendió del 27,9% al 6,4% en el mismo período. A su vez, el ingreso laboral pasó a representar 97,0% del ingreso total familiar (mínimo de 54,4% en 2020), evidenciando un retorno a la centralidad del empleo como fuente de recursos”.

La cobertura mediante transferencias sociales se contrajo en el cuarto trimestre de 2024 dado que el 6,6% de los hogares recibió la Asignación Universal por Hijo (la mitad del valor observado en 2023 y muy por debajo del pico de 2020) y la Beca Progresar alcanzó al 0,6%. Esta reducción, sumada al impacto de la estanflación en 2022-2023, limitó la capacidad de contención de la política social.

Conclusiones

El informe determina que “la pobreza e indigencia son problemas persistentes en la ciudad” y que “las consecuencias de la pandemia y la estanflación durante el período analizado han contribuido a incrementar y mantener niveles elevados de pobreza e indigencia y la ciudad no ha quedado al margen de este fenómeno”.

“Es relevante mencionar que, con diferentes metodologías de medición, por un lado la del Indec y por otro la del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA, se arriba a la misma conclusión y se evidencia que una proporción significativa de la población de la ciudad vive en condiciones de pobreza e indigencia. Un factor a destacar es la persistencia en la tasa de pobreza tanto multidimensional como por ingresos con porcentajes que no descienden por debajo del 18,0% y 24,0% respectivamente”.

“En respuesta a este problema estructural, diferentes Gobiernos han implementado políticas para abordar la pobreza y la indigencia como programas de asistencia social, la asignación universal por hijo y medidas destinadas a promover la inclusión y el desarrollo económico que han atenuado parcialmente el impacto. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, la pobreza continúa elevada y su disminución sigue siendo un desafío cuya solución, sine qua non, necesita no sólo de estas políticas sociales sino también de crecimiento económico sostenido”.

“En resumen, la ciudad enfrenta un panorama de vulnerabilidad que persiste, los indicadores multidimensionales muestran estancamiento tras la recuperación postpandemia y la desigualdad de ingresos sigue alta, aunque menor que en el 2020-2021”, concluye el estudio.