Mataba a sus víctimas en la misma cama donde dormía: el macabro método del asesino serial
Los investigadores sospechan que el presunto asesino serial de Jujuy cometía los crímenes en la misma cama donde dormía. Una prueba con luminol reveló una gran cantidad de sangre.
Por Redacción 0223
PARA 0223
El caso que conmociona a Jujuy sumó otro capítulo tras una nueva inspección en la casa de Matías Jurado (37), acusado de al menos siete desapariciones, donde usaron luminol y hallaron rastros de sangre.
La investigación sobre el presunto asesino serial comenzó hace poco más de un mes con el descubrimiento de huesos, cartílagos y restos de cuero cabelludo como pilares. Sin embargo, las últimas pericias avanzaron con una prueba forense que determinó que Jurado asesinaba a sus víctimas en la misma cama donde dormía.
Fue el fiscal Guillermo Beller quien confirmó el hallazgo. “Detectamos una importante cantidad de sangre mediante luminol en una habitación en particular, donde dormía el imputado, y creemos que allí se cometieron los hechos”, precisó.
Así, la pericia científica también reveló rastros de sangre en la cama, una cortina, una colcha y varias prendas de vestir. Ahora, todas las pruebas correspondientes se encuentran bajo el análisis de la Justicia jujeña.
Se cree que puede tratarse de un momento bisagra en la investigación, debido a que se encontró el ADN de otros dos individuos además de las dos personas desaparecidas por las que se lo acusaba en un principio. En total, son siete las desapariciones denunciadas entre enero y julio, y todo apunta a Jurado como el responsable de las mismas.
Engañaba personas en situación de calle y los llevaba a su casa
La causa avanzó en todo momento sobre una premisa clave: todas las personas desaparecidas vivían en situación de calle. De hecho, algunas de ellas fueron vistas por última vez tras subir a un remis en compañía del sospechoso.
"Pasaban cosas malas", atestiguó su sobrino menor de edad en Cámara Gesell acerca de los días viernes en su domicilio, por lo que, normalmente, debía irse. La escalofriante declaración es coincidente con la teoría de los investigadores sobre el modus operandi de Jurado:
- Los días viernes se dirigía hacia puntos donde solía encontrarse con indigentes.
- En esos encuentros, ofrecía trabajos temporales -como changas- a cambio de bebidas alcohólicas.
- A través de esa oferta, conseguía persuadir a las personas para que lo acompañasen hasta su domicilio ubicado en el barrio de Alto Comedero.
- Una vez llegados a la casa, las víctimas quedaban en solitario con Jurado y el adolescente que vivía con él debía retirarse.
Más avances en la causa
A un mes de que Matías Jurado sea señalado como un probable asesino serial, el fiscal del caso recapituló los logros obtenidos hasta el momento y lo que aún resta por conseguir. “El proceso fue muy movido, pero trabajado con celeridad”, aseguró.
Uno de los últimos grandes hallazgos fue la recolección de 200 muestras de ADN en el domicilio allanado. No obstante, solo se registraron cuatro perfiles genéticos y apenas dos de ellos fueron identificados como víctimas desaparecidas. Los mismos corresponden a Sosa y Anachuri.
En cuanto a los otros dos perfiles que no pudieron ser identificados, no corresponden a ninguna de las víctimas vinculadas al lugar ni al acusado o el menor que convivía con él. “Confiamos en que seguirán apareciendo nuevos perfiles que se puedan cotejar”, remarcó el fiscal Beller.
Por otro lado, la tecnología también cumple un papel central en la causa. Se incautaron cinco teléfonos y el equipo de informática forense ya recuperó y examinó la información. También identificaron tarjetas SUBE utilizadas por Jurado, lo que facilita reconstruir horarios, trayectos y eventuales contactos.
Temas
Lo más
leído