Crisis terminal: una histórica empresa láctea paralizó su planta y podría cerrar en 15 días

La crisis terminal de La Suipachense, una histórica empresa láctea de la Argentina, amenaza con dejar a al menos 150 trabajadores en la calle y generar una catástrofe social en la localidad bonaerense de Suipacha, que depende en gran parte de la icónica fábrica. El establecimiento, en principio, supo ser un motor económico con una producción de 250.000 litros de leche diarios.

Sin embargo, las instalaciones están hoy completamente paralizadas luego del abrupto abandono de sus dueños, el grupo venezolano Maralac. En un acto que los propios empleados catalogan de "vaciamiento", los empresarios se fueron sin previo aviso, dejando un cúmulo terrible de deudas y un futuro incierto para cientos de familias. Por lo pronto, la compañía acumula 595 cheques rebotados.

El monto total de fondos insuficientes alcanza los $5.882 millones, a lo que se le suman los impagos a proveedores, transportistas e incluso a las firmas vinculadas a los servicios, lo que puso a la planta al borde de un corte total de energía y gas. Sin insumos y sin la leche de los tamberos, que se retiraron debido a los atrasos en los pagos, la producción en estos momentos es de cero.

En ese marco, el gremio Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (ATILRA) advirtió que el cierre podría concretarse en menos de 15 días, si no se toman medidas urgentes. Para el pueblo, se trataría de un golpe devastador: más del 60% de las familias dependen de forma directa o indirecta de la empresa, que funciona desde hace más de 70 años como el principal motor de empleo de la zona.