Horror y mala praxis: se operó de las amígdalas y terminó muerta en el hospital
La joven de 18 años pudo haber sido salvada en varias oportunidades, pero los médicos no accionaron a tiempo.
Por Redacción 0223
PARA 0223
La vida de Julieta Viñales, una joven sanjuanina de 18 años que estudiaba medicina en Buenos Aires, se apagó el 3 de marzo de 2020, veinte días después de someterse a una operación de amígdalas que había sido calificada como “simple y de rápida recuperación”. La intervención quirúrgica derivó en una serie de complicaciones que, según la investigación judicial, podrían haberse evitado. Ahora, tras más de cinco años de dolor y lucha por parte de su familia, el caso finalmente llega a juicio.
Desde este martes, el médico otorrinolaringólogo Maximiliano Babsía enfrentará cargos por "homicidio culposo por mala praxis". La cirugía tuvo lugar en la clínica Cáceres de San Juan y estuvo a cargo del profesional, quien en su momento aseguró que todo había salido bien. Sin embargo, Julieta comenzó a experimentar fuertes dolores y terminó internada tras sufrir una hemorragia grave. De hecho, fue trasladada de urgencia a distintos hospitales, donde su cuadro se agravó hasta derivar en muerte cerebral.
El caso dio un giro dramático cuando la familia denunció una alarmante falta de respuestas por parte del equipo médico. Tras el primer sangrado, los médicos minimizaron el cuadro y no realizaron estudios para identificar el origen del problema. Días más tarde, Julieta volvió a sufrir una hemorragia masiva que reveló una grave lesión en la arteria carótida. “El médico estaba en shock, nos dijo que no sabía qué había pasado, y después desapareció”, relató Cyntia Aboal, la madre de la joven.
La autopsia fue contundente: Julieta tenía una laceración en la carótida derecha, lo que explicaría la hemorragia progresiva. “La arteria tiene siete capas. Él lastimó varias y, con el correr de los días, se terminó de romper”, explicó su madre. La familia sostiene que no fueron informados de ninguna complicación durante la cirugía y que hubo múltiples oportunidades de intervenir a tiempo. Según su pariente, si se hubieran hecho los estudios adecuados, Julieta podría haber sido salvada.
El juicio se realiza en la Oficina Judicial Penal de Finalización de Causas del Sistema Mixto. La fiscal a cargo es Claudia Yanina Galante, y la acusación se enmarca en el artículo 84 del Código Penal, con una pena máxima de cinco años de prisión y hasta diez años de inhabilitación profesional. A pesar de estar procesado desde 2022, Babsía sigue ejerciendo medicina. “Hay muchas pruebas de lo que este médico hizo. Y él sigue atendiendo pacientes”, denunció la madre de Julieta.
La familia de Julieta reclama justicia y cambios estructurales en el sistema de salud. “Mató a mi hija y mató a toda la familia. Desde que Juli se fue, vivimos en el pozo más profundo”, expresó Cyntia. Mientras esperan una condena que, de concretarse, será excarcelable, insisten en la necesidad de establecer responsabilidades y evitar que otros pacientes corran la misma suerte.
Leé también
Temas
Lo más
leído