Dos caras del desencanto: el voto en blanco ganó en uno de cada cuatro circuitos y la abstención se instaló como fenómeno
El voto en blanco en General Pueyrredon promedió el 22% en Senadores. Un sector importante de los votantes de Pulti y Azcoitía no cortaron boleta. Fue la elección con mayor abstención desde el retorno democrático.
Ni Guillermo Montenegro ni Fernanda Raverta. En siete de los 28 circuitos escrutados en General Pueyrredon la opción más elegida el domingo no fueron los candidatos de La Libertad Avanza ni Fuerza Patria, como tampoco los postulantes del resto de las 13 boletas que hubo en el cuarto oscuro en la categoría de Senadores Provinciales. Nada de eso. El voto blanco se impuso como ganador con picos de hasta el 37%, con un total de 76.994 marplatenses, el 22% del total, que no optaron por candidatos para la Legislatura, el 22% del total.
El fenómeno tiene su explicación en que una cantidad significativa de electores votaron afirmativamente en la categoría de concejales y no ingresaron al sobre una lista en la categoría senadores, una situación favorecida por la presencia de dos boletas cortas que fueron protagonistas: la de Gustavo Pulti con Acción Marplatense (19%) y la de Gabriela Azcoitía con Nuevos Aires (14%).
Los números fríos lo que no permiten despejar es cuál de las siguientes variantes tuvo una mayor incidencia. Por un lado, votantes de Pulti y Azcoitía que adrede solamente eligieron manifestarse por la positiva en concejales y no cortar el tramo de senadores de otras boletas con las cuales hay mayor afinidad, eventualmente las de Raverta y Montenegro, respectivamente. La otra opción es directamente la de electores que desconocían que lo que se estaba votando eran categorías distintas y tomaron las boletas por el arrastre del candidato local, una posibilidad que no puede descartarse ante cierto desconocimiento de la mecánica electoral que rodeó a esta elección por primera vez de carácter provincial.
Autoridades de mesa y hasta el propio Pulti relataron como en mucho casos –el exintendente habló de unos 5.000- algunos votantes pusieron en el sobre la boleta completa de Fuerza Patria y la de Acción Marplatense. El reglamento electoral bonaerense estipula que ante un caso así se considera un voto en senadores para Fuerza Patria y voto en blanco en concejales, ya que no existe el concepto de nulo, como si se contempla en la legislación nacional.
Los votos afirmativos, aquellos que van a listas y donde no se cuentan los en blanco e impugnados, fueron 328.434 en concejales pero en senadores bajaron a 265.732, una diferencia de 62.702 votos. En tanto, los blancos fueron 19.362 en concejales y 76.994 en senadores, con un diferencial de 57.632 votos. Ahí está gran parte de la explicación del amplio voto en blanco en Senadores.
En cuanto a los votos a candidatos, entre Montenegro y Raverta sumaron 43.576 votos más que la suma de Fernando Muro y Mariana Cuesta; mientras que Pulti y Azcoitía acumularon 110.669. La diferencia lograda por los senadores se alimentó del corte de boleta, aunque, en principio, una parte mayor directamente fue al voto en blanco. 67.093 son los votos de diferencia, cuando fue 57.632 la diferencia de votos en blanco entre concejales y senadores.
Los lugares donde ganó el voto en blanco
Como primer dato surge que el fenómeno del voto en blanco tuvo mayor preponderancia en la periferia que en el centro. El lugar donde más arrasó el voto en blanco fue en el Circuito 370F, que concentra a barrios como Las Américas, Don Emilio, José Hernández, General Belgrano y Autódromo. Allí hubo 4.505 votos en blanco (37,69%), seguido por Raverta con 4.064 y Montenegro con 2.688.
En el Circuito 370B (Santa Rosa del Mar) hubo 249 blancos (36,19%) contra 209 de Raverta y 184 de Montenegro. A su vez, en el Circuito 370E (Las Canteras, Parque Hermoso y Parque Palermo) el blanco obtuvo 1.279 (35,78%) seguido por Raverta con 1.189 y Montenegro con 850.
También hubo primeros puestos en barrios de la zona oeste: Circuito 365B (Santa Rosa de Lima, Ameghino, San Jorge y La Herradura) con 1.869 votos (35%), en el Circuito 365E (Libertad y Virgen de Luján) con 3.120 votos (34,44%), Circuito 365A (Newbery y Caribe) con 3.929 votos (32,52%) y Circuito 365D (Malvinas Argentinas y Los Tilos) con 3.396 votos (31,91%).
El blanco también pudo “celebrar” dos segundos puestos detrás de Raverta y delante de Montenegro en el Circuito 364E (El Martillo, Bosque Grande y Las Heras) con votos 5.446 (32,18%) y en el Circuito 368 (Alto Camet, Las Dalias y Parque Peña) con 1.857 votos (31,12%).
La elección con menor concurrencia de la historia reciente
En sintonía con lo ocurrido a nivel provincial y con lo que viene transcurriendo en la mayoría de las elecciones anticipadas de este año, en General Pueyrredon la abstención se instaló en este 2025 como un nuevo fenómeno. Habrá que ver en los próximos años si es para quedarse o más bien como algo transitorio.
Con una participación del 59,36% el pasado domingo 7 de septiembre, las Legislativas 2025 fueron las elecciones municipales con menor asistencia desde 1983. Incluso, en dos circuitos hubo más electores que se quedaron en sus casas que los que fueron a votar: el Circuito 370B (Santa Rosa del Mar) tuvo una participación de 44,36% y el 370E (Las Canteras, Parque Hermoso y Parque Palermo) de 48,57%.
El récord anterior pertenecía a las Paso Legislativas 2021, cuando aún se sufrían algunas secuelas de la pandemia y fue a votar el 63,61% del padrón. Desde que se crearon en 2011, las primarias siempre tuvieron menor asistencia que las Generales, por lo que hay que remontarse a las Ejecutivas 2003 para encontrar un antecedente más equiparable a los comicios de este año, si bien las Legislativas suelen ser menos atractivas. Aquel año había asistido el 63,61%, cuando aún no se saldaba la crisis de representación que había estallado dos años atrás. En 2001 sin embargo la asistencia había sido del 70,09%, ya que el rechazo a la dirigencia política ese año se plasmó más que nada a través del llamado “voto bronca” –técnicamente, voto nulo- en lugar de la inasistencia.
Contando las 29 elecciones realizadas en estos 42 años, las cuatro de la década del ´80 se ubican entre las cinco con mayor participación, evidenciando la pérdida de confianza en el sistema con el paso de los años. El récord lo tiene las Legislativas 1989 con 84,89% de participación, seguido por Ejecutivas 1983 con 84,49%, Ejecutivas 1987 con 83,21%, Ejecutivas 1999 con 81,93% y Legislativas 1985 con 81,55%.
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