Arroyo: “Los docentes siempre perdimos, pero la docencia es un apostolado y hay que sacrificarse”

El intendente ratificó su postura de quitar una bonificación a los maestros municipales. “Tengo que repartir escasos recursos en un montón de necesidades”, dijo. Y lloró al hablar de la tarea que realizan los docentes.

6 de Noviembre de 2018 12:21

Por Redacción 0223

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En medio de la fuerte polémica que generó un decreto suyo que reduce una bonificación que los docentes municipales cobran desde hace casi veinte años, este martes el intendente Carlos Arroyo ratificó su medida, reconoció la labor que realizan los maestros, aseguró que si tuviese recursos les pagaría más y lloró.

Fue durante la inauguración de una cámara de seguridad en Brown y Los Andes, que monitoreará un histórico basural que hay en el predio. En simultáneo, una masiva marcha de empleados municipales concentraba frente a la Comuna, en rechazo a los recortes que impulsa el Ejecutivo. “Acá hay una realidad: hace 30 años que se hicieron cosas mal permanentemente, no sólo en el ámbito educativo, sino en diferentes ámbitos del Partido de General Pueyrredon”, sostuvo el jefe comunal en referencia a la bonificación que fue acordada en una mesa de trabajo en el año 1989.

“Yo creo que los docentes municipales son excelentes y siento un gran respeto por ellos”, dijo y citó el artículo 14 bis de la Constitución Nacional: “Igual remuneración por igual trabajo”.

En ese sentido, Arroyo aclaró que “si tuviera los recursos” él mismo aumentaría los salarios.  “Soy docente de carrera –siguió- y los docentes siempre ganaron mal. Los docentes siempre perdimos pero también la docencia es una apostolado, es sacrificarse; es poner primero los alumnos y después los intereses personales”, enfatizó.

“Cuando asumí, lo primero que planteé es que era ilegal, ilícito y además inmoral que se le diera un adicional a los funcionarios de tránsito por cada multa que hacían. Eso generó un problema pero yo tenía razón: era ilegal y no se hizo más”, recordó. 

En ese sentido, Arroyo aclaró que “si tuviera los recursos” él mismo aumentaría los salarios. “Soy docente de carrera –siguió- y los docentes siempre ganaron mal. Los docentes siempre perdimos pero también la docencia es una apostolado, es sacrificarse; “es poner primero los alumnos y después los intereses personales”, enfatizó.

“La docencia es una actividad santa, entiendanló”, dijo, al borde del llanto. “Tengo un gran respeto por los trabajadores municipales y sobre todo por los de Educación, pero ellos tienen que comprender que yo tengo que cumplir con la ley y administrar recursos que son escasos para toda la población”, recalcó.

A la hora de respaldar la polémica medida, mencionó que poco después de asumir  como intendente quitó las remuneraciones que percibían los agentes de municipales por cada multa que realizaban. “Eso generó un problema pero yo tenía razón: era ilegal y no se hizo más”, aseveró.