Mar del Plata, la cuna deportiva de Braian Toledo

En 2007, el joven atleta recientemente fallecido debutó en los Juegos Evita en el estadio "Justo Román". Allí volvió para un récord mundial, más torneos y prepararse para sus dos Juegos Olímpicos.

Un adolescente Braian Toledo posa con su jabalina en la playa de Punta Iglesias, durante su estadía en uno de sus primeros Juegos Evita.

27 de Febrero de 2020 10:41

Braian Toledo pasó a la eternidad en la madrugada de este miércoles. Un atleta ejemplar, que hizo historia en el atletismo y que dejó su huella con su solidaridad y compromiso social. Y Mar del Plata lo extrañará. El estadio "Justo Ernesto Román" del Parque de los Deportes fue la cuna deportiva de lanzador de jabalina dos veces olímpico en Londres 2012 y Río 2016, en los inicios de su trayectoria y también en sus preparaciones posteriores para alcanzar 20 medallas de oro, 2 de plata y 3 de bronce.

Tras participar en otras disciplinas en los Juegos Bonaerenses, de la mano de su entrenador Gustavo Osorio, Toledo se empezó a dedicar al lanzamiento de jabalina. Y como Maradona anotó sus primeros goles en el estadio San Martín, o "Manu" Ginóbili sus primeros puntos en el Polideportivo Islas Malvinas, Braian tuvo su debut competitivo en el estadio atlético en los Juegos Evitas de 2007. Allí finalizó tercero con la marca de 45,87 metros. Ese año, luego, participó del Sudamericano Escolar, donde fue cuarto.

En los Juegos de 2008 no pudo participar porque no permitían a deportistas federados, pero en 2009 retornó y fue campeón con un récord histórico argentino en la jabalina de 600 gramos: el 25 de noviembre lanzó a 81.40 metros en la categoría Sub 18. El oriundo de Marcos Paz ya se instalaba en los primeros planos nacionales. Previo a esa participación marplatense, había sido bronce en el Mundial de menores de la IAAF en Italia con la marca de 79.44 metros. Para entonces, la Secretaría de Deportes ya había puesto sus ojos en él y lo había becado para proyectar su carrera. 

Braian Toledo, cuando en 2009 se subió al "1" en los Juegos Evita de Mar del Plata.

El 5 de marzo de 2010, año histórico para Braian Toledo, se presentó en el "Justo Román" en el marco del torneo "Hugo Omar Dadín" como parte del Evaluativo Nacional. Venía de quebrar el récord mundial de menores tres semanas atrás en Buenos Aires, con 83.02 metros y superando al ruso Valeriy Jordán, que tenía ese récord. Y el atleta argentino se superó a sí mismo en Mar del Plata, al lanzar 89.34 metros con su jabalina de 700 gramos. Impactante.

Meses después, en agosto, Toledo alcanzó la gloria al obtener la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de la Juventud desarrollados en Singapur. Con 16 años, en el Bishan Stadium, su jabalina voló 81.78 metros en un nuevo récord hasta hoy insuperable. Venía de ser campeón Sudamericano de menores en Chile.

Para 2011, Toledo alcanzó la medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de Guadalajara. Ese año también fue oro en el Sudamericano juvenil de Medellín (Colombia) y misma presea en el Panamericano Junior de Miramar, Estados Unidos. 

Y en 2012, fue oro en el Campeonato Iberoamericano de Atletismo y medalla de plata en el Mundial Junior de Barcelona. El "pibe" de los Evita llegó a la cita máxima del deporte mundial en los Juegos Olímpicos de Londres. El resultado, fue lo de menos: 28° con una marca de 76,86 metros.

Preparación para Río 2016. Braian Toledo lanza su jabalina en el "Justo Román". Foto: Diego Berrutti.

En noviembre de 2013, volvió a la ciudad para brindar una clínica de jabalina para más de 300 profesores y jóvenes que participaban de los Evita. "Trabajen mucho, porque nada viene de arriba. El talento es importante, pero el talento sin entrenar no sirve para nada. No se confíen nunca, y jamás se olviden del lugar de dónde salieron. Por eso yo siempre vuelvo a los Evita, yo salí de estos torneos y pude iniciar mi carrera deportiva en el alto rendimiento. Vengo acá para trasmitirles todo lo que fui aprendiendo para que cada vez seamos más. Cuantos más se sumen a nuestro deporte, más va a crecer y muchos más talentos van a surgir”, expresó a los jóvenes en aquel encuentro.

Durante ese mismo mes, también fue figura en la ciudad de la 37ª edición del tradicional torneo "Semana del Mar": campeón con 76,88 metros, superando la marca del certamen que pertenecía a Pablo Pietrobelli (69,07 en 2005). 

En mayo de 2016, año preparatorio para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, Braian Toledo participó del Campeonato Iberoamericano de Mar del Plata, donde fue cuarto con 78.53 metros. Y en la cita olímpica, alcanzó históricamente la final, entre los 10 mejores: su marca fue de 79,81 metros, a 19 centímetros de poder luchar por una medalla. 

Luego llegarían algunas lesiones que le impidieron competir al máximo nivel. Y un traslado de su vida a Finlandia, para crecer como deportista, "harto de que me ganaran siempre.". Pero siguió cosechando algunos logros. 

En otro vínculo con la ciudad, siempre elogió al entrerriano Juan Francisco Garmendia,  exjabalinero radicado en Mar del Plata y que trabajó en el Emder, y hoy juez de campo en la Federación Marplatense de Atletismo. Justamente Toledo, en su primer Iberoamericano (2012, Aragua, Venezuela), fue el segundo argentino en ganar la medalla de oro en lanzamiento de jabalina luego de la obtenida por Garmendia en Barcelona en 1983.

Toledo se preparaba para clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 con mucha garra y esfuerzo. En mayo, había sido operado de la rotura de cuatro ligamentos de su tobillo derecho. Pasó 75 días en muletas, y se perdió los Juegos Panamericanos de Lima y el Mundial de Atletismo de Londres. En diciembre había comenzado a andar en bicicleta y en enero, el gimnasio para fortalecerse. Actualmente estaba entrenando con Kari Ihalainen, entrenador finlandés experimentado, y con quien iba a partir hacia Europa.

Una desgracia (o no, lo dirán las pericias), hizo que su vida se apagara demasiado rápido. La muerte siempre es injusta, pero más cuando se trata de personas jóvenes, comprometidas, que contagiaban y educaban con sus acciones. En un deporte argentino donde algunos con más marketing que talento se creen estrellas, Braian Toledo siempre se mantuvo en el llano, del lado de los humildes. Buscando que niños y niñas practiquen deporte como salvoconducto para sus realidades. En 26 años, el atleta dejó un sello indeleble que seguramente muchos chicos continuarán como legado.