Por semana, en comedores y merenderos de Mar del Plata se reparten alrededor de 40 mil viandas

Organizaciones sociales advierten que se duplicó y, en algunos casos, se triplicó la cantidad de personas que asisten a esos centros comunitarios. Hay un barrio en el que casi todos los vecinos van a comedores.

Comedor Pucará, en el barrio San Jacinto. Foto: archivo 0223

27 de Junio de 2020 19:27

Por Redacción 0223

PARA 0223

Los datos duros del Indec respecto del índice del desempleo, que dan cuenta de que en el primer trimestre del año alcanzó el 10,4% en Mar del Plata, van de la mano con la dura realidad que se observa en el día a día en los distintos barrios de la ciudad y que se profundizó aún más a partir de la cuarentena. Se calcula que hay más de 400 comedores y merenderos distribuidos en los distintos puntos, que por semana reparten entre 30 y 40 mil viandas. Si bien reciben asistencia por parte del Estado, reconocen que no es suficiente.

Rodrigo Hernández, referente de Barrios de Pie, admitió que desde que se decretó el aislamiento social, preventivo y obligatorio por la pandemia de coronavirus, se la pasan “de comedor en comedor” para ver en qué se puede dar una mano. “Si bien estamos de acuerdo con las medidas sanitarias que tomó el gobierno, este parate económico afecta sobre todo a los sectores más humildes y lo primero que desenmascara es la desigualdad social”, dijo en diálogo con 0223.

Para Hernández, ahí es cuando el rol de los comedores se vuelve fundamental. “Se ha duplicado y hasta triplicado la asistencia y eso ha llevado a que colapsen esos sistemas”, señaló y reparó en que por eso se avanzó en la conformación de los Comités Barriales de Emergencia, que hoy concentran el 90% de los centros asistenciales de la ciudad. De esta manera, se garantizan reuniones con autoridades provinciales y municipales cada 48 horas y la entrega de mercadería. La Comuna les provee alimentos frescos (carne de cerdo, pollo y pescado y verduras), mientras que Provincia y Nación entregan partidas extraordinarias de alimentos no perecederos. “Está bien el piso que se generó pero hay que crecer un poco más en cantidad porque, la verdad, no alcanza”.

Antes de la cuarentena, Barrios de Pie coordinaban 55 comedores, pero hoy tienen a cargo una docena de espacios más que debieron abrir ante la emergencia. Además, debieron organizarse para brindar asistencia los siete días de la semana. “La gente se va rotando”, explicó Hernández.

Según contó, hay un barrio en el que casi todos sus habitantes reciben asistencia alimentaria: se trata de Nuevo Golf, al sur de la ciudad, en donde funcionan 16 comedores y merenderos. Otro barrio que también concentra gran cantidad de estos centros es Libertad, aunque su población es bastante mayor (se estima que viven unos 40 mil vecinos). “Ahí, la gente hace fila para comer”, reflejó el referente de Barrios de Pie.

“La pobreza en nuestro país es estructural y no hay dudas que va a crecer, porque además acumulamos los cuatro años de gobierno de Macri, en donde se aceleró esta situación. Lamentablemente, aunque mañana se terminara la cuarentena, esto no va a cambiar, nos va a llevar mucho tiempo y mucho trabajo bajar los niveles de pobreza en el país y, sobre todo, la ciudad”, reflexionó por último.

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