Temporada 2021: es lo que hay

Así lucía la rambla de Mar del Plata este miércoles al mediodía. Foto: 0223.

13 de Enero de 2021 21:32

Hasta hace muy poco tiempo, nadie se animaba a asegurar que habría temporada de verano. Todo era incertidumbre y pesimismo. Pero llegó y en algún momento distintos sectores de Mar del Plata se ilusionaron con tener una temporada casi normal que les permitiera dejar atrás un año para el olvido. Sin embargo, cuando uno se ilusiona y cree que “ya pasó”, la pandemia se empeña en confirmar, de un cachetazo, que la normalidad todavía es una utopía.

Con los contagios en baja, el fin de semana largo del 8 de diciembre generó un movimiento turístico muy por encima de lo esperado. Los comerciantes y operadores del sector se entusiasmaron con tener una temporada de verano que les permita renacer a actividades que estuvieron prácticamente paradas durante nueve meses.

Así fue que se empezaron a plantear la posibilidad de tener cada vez más aperturas. Todos creían que, después de un año tan cargado y con pocas posibilidades de viajar al exterior, la gente aprovecharía la Costa Atlántica para descansar. Y los festejos de Año Nuevo mostraron un panorama alentador: clima ideal, playas colmadas, corredores gastronómicos rebosantes y bares a tope.

Pero la pandemia no da tregua. Ya para ese entonces, las alarmas de las autoridades nacionales, provinciales y locales se habían encendido por un constante crecimiento de casos que había llegado antes de lo previsto. ¿Alguien creía que con el turismo en marcha no se generaría un aumento de contagios? Nadie. Pero todos pensaban que la curva crecería más lentamente.

Si cerramos enero como estamos hoy es un logro”, admite un hombre fuerte del gobierno municipal que siguió al detalle las últimas reuniones entre los intendentes y las autoridades provinciales. En el gobierno de Guillermo Montenegro siguen convencidos de que para combatir la clandestinidad es importante generar alternativas para los jóvenes: ampliar la oferta nocturna y autorizar eventos masivos con protocolos. Pero también saben que en este momento no hay margen.

Por un lado, porque ante el preocupante crecimiento de contagios, habilitar eventos masivos al aire libre sonaría contradictorio. Por otro, porque la provincia no está dispuesta a dar ese paso. “Ellos piensan que la gente que va a fiestas clandestinas no es la misma que podría ir a un evento masivo con protocolos”, cuentan desde el municipio luego de hablar el tema con las autoridades provinciales.

El jefe de Gabinete, Carlos Bianco, ensayó también una explicación en la entrevista que concedió a 0223. Dijo, por ejemplo, que es más simple hacer cumplir protocolos en un casino o bingo que en un evento al aire libre. Y dejó entrever que ese tipo de eventos no tiene relación directa con la clandestinidad.

El encuentro de Santa Clara fue el más distendido de los últimos. Con la restricción ya implementada, los intendentes y el gobernador intercambiaron algunas visiones. Acordaron profundizar el combate a la clandestinidad y reforzar los controles en los lugares que funcionan con protocolo. No hubo pedidos, ni planteos. “Fue la nada misma”, resumió uno de los participantes.

Los bares de Mar del Plata acusaron el golpe que significó la obligación de cerrar a la 1 de la mañana. Pero a diferencia de lo que muchos presagiaron, no devolvieron la piña. Tras una reunión de los principales referentes del sector, acordaron iniciar las gestiones para que el cierre, en lugar de a la 1, sea a las 2 y ganar así 60 minutos más de facturación.

Entrar en una disputa con el gobierno provincial o promover una rebelión sería contraproducente para todos. Las advertencias sobre el agravamiento de la situación sanitaria  una mayor rigidez en los controles impactaron de lleno en la llegada de turistas. Y ese camino generaría más incertidumbre.

“Se trabaja bien viernes y sábado. Entre semana no hay turistas. Estamos mejor que los últimos meses, que es lógico, porque hace más calor y la gente sale, pero notamos que la temporada la están sosteniendo los marplatenses”, dijo el propietario de un reconocido bar de Mar del Plata con una sucursal en zona norte y otra en calle Córdoba.

Desde uno de los boliches más importantes de Playa Grande coincidieron en que hay “muy poca gente”. La prohibición de bailar en los lugares (en algunos al principio se permitía hasta que se generaron desbordes) hizo que muchos jóvenes desistieran de venir a Mar del Plata. Hoy hubo una reunión al respecto. Los propietarios de los locales nocturnos admitieron que hubo desbordes que perjudicaron y prometieron volver a contener la actividad en burbujas gastronómicas. El municipio monitoreará día a día para que no vuelvan a ocurrir desmanes.

Con el balance de los próximos días, se puede esperar que la semana entrante pueda llegar el pedido al gobernador para extender la actividad nocturna una hora más. Pero el planteo estará lejos del tono bélico de otras veces. Mar del Plata y la costa tienen su temporada turística y aunque en algún momento pareciera olvidarse es un verano en pandemia. Y algunos se resignan: “Es lo que hay”.