Pidieron 30 años de prisión para el “pastor” acusado de abusar a sus dos hijas adolescentes

El pedido lo hizo la fiscal Andrea Gómez tras la única jornada del debate en el TOC 1. El veredicto y la sentencia se conocerán el 25 de octubre.

Miguel Rosendo Acosta escuchará la sentencia el proximo 25 de octubre.

13 de Octubre de 2021 14:13

Por Redacción 0223

PARA 0223

Un trámite exprés, con apertura, cámara Gésell y alegatos finales en la misma jornada. Así se desarrolló este miércoles el juicio al “pastor” acusado de abusar a sus dos hijas adolescentes para el que la fiscalía pidió una condena de 30 años de prisión. El veredicto y la sentencia se conocerán el 25 de octubre.

Miguel Rosendo Acosta estuvo presente durante la audiencia que duró casi tres horas en el séptimo piso de Tribunales tras la cual la fiscal Andrea Gómez solicitó que se lo condene como autor de dos delitos de abuso sexual agravado por la edad de las víctimas y las cuestiones relacionadas al vínculo o circunstancia de convivencia.

Tras discutir la autoría de los hechos, la defensa particular solicitó su absolución y, de manera subsidiaria, el mínimo legal de la pena. “Si se tiene en cuenta que son dos delitos en concurso el mínimo es cercano a los ocho años”, explicó una fuente judicial a este medio.

Desarrollo exprés tras una larga espera

La jornada comenzó con los alegatos de apertura que las partes hicieron antes los jueces Pablo Viñas, Facundo Gómez Urso y Juan Galarreta y el testimonio de una abogada municipal que tras la denuncia formulada en enero de 2015 ayudó a las víctimas.

La parte probatoria se cerró con la reproducción de los testimonios de las víctimas obtenidos en cámara Gesell que fueron seguidos atentamente por el imputado, presente en la sala de audiencia. Culminada la exhibición, la fiscalía y la defensa hicieron sus alegatos finales.

La velocidad del juicio es el opuesto exacto a la demora que tenía la causa que se tramitó en la Unidad Fiscal de Instrucción 4 tras la denuncia que una mujer hizo en enero de 2015.

Tal como se informó en su momento, Acosta iba ase juzgado en octubre de 2017, pero nunca se presentó en Tribunales. Tras estar dos años como prófugo, se lo detuvo en el pueblo de Yonopongo en el Departamento Monteros de la provincia de Tucumán.

Luego de que el imputado escapara de la ciudad, la titular de la Unidad Fiscal de Instrucción 4 solicitó la difusión de su rostro para lograr detener al imputado de abuso sexual agravado por la multiplicidad de las víctimas, la edad de las mismas y las cuestiones relacionadas al vínculo o circunstancia de convivencia.

Más allá del pedido de captura provincial, nacional e internacional que pesaba sobre el “pastor” o “pai”, fue a partir de la difusión de su rostro que se logró que un vecino en un pueblo a casi 1700 kilómetros de Mar del Plata lo reconociera y se comunicara con autoridades policiales y judiciales de la ciudad.