Lo que la pandemia se llevó: 7 cierres que golpearon fuerte a la gastronomía marplatense

Foto ilustrativa: archivo 0223.

16 de Agosto de 2021 08:02

Por Redacción 0223

PARA 0223

Ni la pandemia ni el invierno han terminado en Mar del Plata pero el saldo que deja la crisis que profundizó el coronavirus ya se hace evidente con el cierre de distintos restaurantes, bares y parillas de amplia trayectoria que no lograron sobrevivir a este tiempo inédito de adversidad.

El difícil presente que atraviesa a la gastronomía local no solo se refleja en nombres propios sino también en los relevamientos preliminares que llevan las organizaciones gremiales para dar cuenta del negativo impacto laboral y económico que han generado las restricciones del Covid-19.

La Unión de Trabajadores Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (Uthgra), por ejemplo, sostiene que, desde marzo a la fecha, se han perdido en la ciudad unos 1400 puestos de trabajo.

Y un estudio en conjunto de la Agrupación Hotelera y Gastronómica “25 de Mayo” y el Grupo de Estudios Sociales y Marítimos de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP) reveló que cerca del 20 por ciento del personal que suele estar involucrado al sector no tiene trabajo.

Además, entre el 2020 y el 2021, se advirtió una caída en los ingresos que agravó la situación de pobreza: en el informe que se publicó en noviembre, el 43 por ciento tenía un sueldo que no cubría la canasta básica pero en el segundo informe que se conoció en julio el mismo número alcanzó al 68 por ciento de los empleados relevados.

Esta semana, Hernán Szkrohal, el presidente de la Cámara Gastronómica de Mar del Plata, reconoció también que aún está "latente" la posibilidad de cierre de más comercios como consecuencia de las deudas que todavía acechan a un gran número de empresarios. "Si esta actividad vuelve a cerrar un mes, quiebra", graficó.

"Esto es un efecto dominó: tomás créditos y te endeudás, y además de los créditos que tomás para sostener el flujo del movimiento diario, te volvés a endeudar y por eso la situación es tan delicada", había dicho el responsable de Barracuda Café a 0223 Radio, que aseguró: "Nosotros vemos que la recuperación va a ser a través de lo productivo, y que eso nos va a llevar dos años, con sus dos temporadas, para tratar de salir de las deudas".

1. Hardi

Es el cierre más reciente que se conoce y uno de los que ha golpeado con mayor fuerza al ámbito de la gastronomía. A pesar del difícil contexto, se trató de una decisión sorpresiva para los trabajadores: el local de calle Güemes, entre Alvarado y Castelli, había cerrado a principios de la semana pero se especulaba que esto se encontraba asociado a una serie de reformas edilicias. Sin embargo, con el correr de los días, se hicieron llegar los telegramas de despido que confirmaron que 17 familias se quedaban en la calle.

Con 37 años de historia, Hardi llegó a convertirse en una confitería de estilo europeo con algunas de las especialidades más exquisitas en la ciudad. La oferta gastronómica del lugar también se destacaba por sus platos de restaurante de autor. En las negociaciones por las indemnizaciones, interviene la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (Uthgra) y el Sindicato Trabajadores Alfajoreros Reposteros Pizzeros y Heladeros (StarpyH).

Al fundamentar el cierre, los dueños reconocieron que la pandemia fue un golpe "nocaut": "El golpe nocaut que significó la pandemia del Covid-19, con sus efectivos negativos para la economía toda, y en nuestro sector en particular, nos obliga a tomar esta decisión por cierto dolorosa".

2. Pehuén

La tradicional parrilla de Playa Grande cerró sus puertas a principios de junio del 2020, después de los meses estrictos del aislamiento social, preventivo y obligatorio que decretó el Gobierno de Alberto Fernández para tratar de frenar el avance del Covid-19.  Guillermo "Gori" Amengual, uno de los propietarios del establecimiento, había reconocido a este medio que "la gastronomía no venía muy bien, y lamentablemente esta pandemia agudizó todo". 

El cierre puso fin a una vida de casi treinta años, que incluyó el paso de altísimas figuras artísticas de la escena nacional, como Chary García, Ricardo Darín, Darío Grandinetti, Iván Noble, Ciro, Diego Torres, entre otros tantos. "Cuando dijimos que cerrábamos, llorábamos todos. Acá había gente que laburaba desde hace más de 20 años así que son como de la familia, la verdad. Eso fue lo más duro", lamentó el empresario.

La gran particularidad de Pehuén, cuyo espacio abarcaba unos 1400 metros cubiertos en Bernardo de Irigoyen al 3600, era que contaba con una canchita de fútbol 5, con vestuarios y todo. Para grupos de amigos era un verdadero planazo: jugar un partido alrededor de las 20 o 21 para luego ir al bar o la parrilla.

3. Pancho Villa

El local de comida mexicana que se encontraba sobre la calle 9 de Julio e Independencia fue otra de las bajas obligadas por pandemia. La triste noticia se conoció en agosto del 2020: los propios dueños lo informaron en redes sociales y confirmaron que remataban sus pertenencias. A la hora de pensar en tacos o en cualquier comida distintiva de México, "Pancho Villa" era el primer nombre que se le venía a la cabeza a cualquier marplatense.

En distintas oportunidades, los propietarios de la firma ya habían comunicado que la situación de la emergencia sanitaria se había traducido en un gran perjuicio para el negocio, como consecuencia de las restricciones gubernamentales que instaban a bajar la persiana, pero llegó un punto límite que derivó en el cierre definitivo.

4. Brewhouse

Dentro de la gastronomía, la cervecería fue uno de los rubros que más se resintió a partir de marzo del 2020. Las medidas sanitairas que impedían la circulación nocturna alejaron a los jóvenes de los locales durante largos meses y, una vez que se permitió la reapertura, el volumen de trabajo tampoco repuntó por los estrictos aforos que instaban a no llenar la capacidad de cada comercio.

Brewhouse no escapó a esa negativa lógica comercial y así fue que a principios de julio comunicó el cierre definitivo en la sede de  Roca al 1343. "Básicamente tuvimos que cerrar porque no pudimos resistir estar tanto tiempo con las puertas cerradas. Esta situación nos estaba llevando al fondo del mar", había dicho a este medio uno de sus maestros cerveceros.

El comercio que había abierto hace seis años dentro de la zona de Güemes llegó a ser sede de la Cámara Argentina de Cerveceros y lugar de discusión para el impulso de distintas leyes en beneficio del sector. En 2019, había sido premiada en la Copa Internacional Pura Vida realizada en San José de Costa Rica.

5. Los chicos de Europa

Casi que al mismo tiempo del cierre de Pehuén, se conoció la noticia de la despedida de la tradicional parrilla que se encontraba en la esquina de Luro y 20 de Septiembre. La drástica decisión dejó sin su fuente de ingreso a 14 familias. La mayoría de los trabajadores se desempeñaba hace más de diez años en el local. Incluso, el encargado del comercio gastronómico trabajaba hace 25 años. 

Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (Uthgra) intervino rápidamente ante la situación pero, pese a las gestiones del gremio, durante varias semanas se prolongó el estado de incertidumbre en el personal ante los retrasos en algunos pagos.

6 Amsterdam

Fue otra de las firmas cerveceros que sufrió los efectos económicos negativos del aislamiento social, preventivo y obligatorio. La falta de ventas precipitó la decisión en septiembre del 2020 por parte de los propietarios del establecimiento de Rawson al 2900.

Los empresarios habían tratado de paliar la situación a través del comercio online pero ni siquiera ese intento pudo hacer frente a los estragos de la crisis. “Cuando nos permitieron abrir, el récord fue de 13 personas”, habían dicho sus dueños.

7. Cafe Ivo

El emblemático café ubicado frente al mar en Güemes y la costa también se despidió a fines de septiembre del año pasado, como consecuencia del avance de la pandemia y de la incertidumbre total que acusaba el sector en torno a una eventual reapertura. 

Edgardo Troiano era el dueño del lugar, que permaneció durante 16 años frente al mar. El hombre había materializado su sueño gastronómico-cultural el 24 de enero de 2004 después de asentarse en Mar del Plata proveniente de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Tenía a seis personas a cargo, que fueron indemnizadas.

"Era un negocio muy particular, eran más amigos que clientes. Iban a disfrutar de buenos espectáculos, la gastronomía y el mar. Tengo que quedarme con eso y recoger lo que sembré", había expresadio a este medio el dueño, con visible tristeza.