Nene mutilado: sobreseyeron al dueño de la funeraria y al encargado del cementerio

Lo dispuso la Justicia de Garantías tras el pedido de la fiscalía y el aval del particular damnificado. La medida se tomó casi cuatro años y medio después del hallazgo de los restos en la ruta 11.

Los restos se robaron del cementerio de Otamendi. (Foto: archivo 0223)

24 de Agosto de 2021 15:04

Por Redacción 0223

PARA 0223

Cuatro años y cinco meses se tomó la Justicia para dictar un sobreseimiento “por no encuadrar en una figura penal el hecho investigado” y de esta manera cerrar la causa que se inició con el hallazgo de los restos mutilados de un nene de 2 años a la vera de la ruta 11. La medida abarca al sepulturero del cementerio de Comandante Nicanor Otamendi y al dueño de la funeraria de Batán donde se había realizado el velatorio.

La medida del Juez de Garantías Gabriel Bombini se dio tras el pedido que hizo el fiscal Juan Pablo Lódola y luego de comunicar el planteo al representante del particular damnificado que no mostró disconformidad.

Juan Carlos Della Santina, dueño de la empresa funeraria y representado por el abogado Mariano Ayesa, fue sobreseído en orden al delito de encubrimiento de sustracción de cadáver. El mismo delito y el de falso testimonio eran los atribuídos a Juan Carlos López, empleado del cementerio del que se robaron los restos del nene que había fallecido tras un accidente doméstico.

La investigación que se inició tras el hallazgo de los restos a la vera de la ruta 11 estuvo en un primer momento a cargo de la titular de la fiscalía descentralizada de Miramar, Ana María Caro que dispuso una serie de medidas que permitieron identificar los restos hallados. Aunque en un primer momento había solicitado la aprehensión del dueño de la empresa donde se veló al pequeño –que murió al ahogarse con una bombucha- luego de que Della Santina (70) prestara declaración, no solicitó la detención.

Desde un comienzo fue clave intentar hallar el objeto de la profanación ya que el Código Penal solo considera delito si la extracción del cuerpo tuvo fines de lucro, es decir si la persona que sacó el cuerpo entregó dinero a cambio de ello.

Identificación y exhumación

Poco después de hallar los restos mutilados que aparecieron esparcidos sobre la ruta 11 entre Miramar y Mar del Sur y de identificarlos, la Justicia ordenó exhumar un cajón del cementerio de Otamendi. La medida a cargo de personal de la Sub DDI de Miramar confirmó que el féretro donde estaban los restos de Matías Valentino Fernández estaba vacío y con signos de haber sido forzado.

Tras retirar el cajón del sector 4 del cementerio se allanó al funeraria de la ciudad de Batán donde la familia del menor -radicada en la  zona de El Boquerón- había realizado el servicio de sepelio.

A lo largo de la causa y más allá de la imputación de falso testimonio al sepulturero López –que sí estuvo algunos días detenido- no se logró establecer delito alguno y con las demoras del caso la Justicia dispuso el sobreseimiento definitivo.